Mientras se ponían en marcha las primeras granjas de esponjas, era necesario establecer el modelo de negocio adecuado. El objetivo es generar unos ingresos estables para los esponjicultores y permitirles independizarse de marinecultures.org lo antes posible. Algunos de los aspectos que había que abordar:
- Acceso suficiente a los mercados de venta para los productores de esponjas.
- ¿Quién asumirá la responsabilidad de la comercialización en Zanzíbar y/o en el extranjero? Posibles soluciones:
> Formación de una cooperativa.
> Designación de un vendedor.
> Venta directa a través de los esponjeros.
> Una ONG o una empresa compra cosechas completas o parciales para venderlas en el extranjero.
- Garantizar la formación continua de los nuevos esponjeros.
- Garantizar el control de calidad.
- Establecer la competencia local y la responsabilidad de multiplicar los criaderos de esponjas en los emplazamientos existentes y nuevos.
Zanzíbar es un destino turístico muy popular, por lo que era relativamente fácil encontrar clientes interesados en comprar recuerdos producidos local y sosteniblemente. La proximidad al mercado de venta nos permitió comprobar directamente la sensibilidad de los clientes a los precios utilizando pequeñas cantidades de esponjas y ajustar los precios en consecuencia.
El mayor reto para acceder al mercado es la limitada escalabilidad de las granjas de esponjas. Cada granja de esponjas debe ser capaz de producir de forma continua una determinada cantidad de esponjas que cumplan ciertas normas de calidad. Esto implica que los representantes de ventas que presentan el producto a los clientes no pueden adelantarse y prometer más de lo que la producción sostenible es capaz de ofrecer.