La existencia de marcos políticos sólidos facilita el diseño y la aplicación de iniciativas locales y nacionales de carbono azul. Estas políticas promueven el apoyo oficial del gobierno y los cimientos de las funciones institucionales, y ofrecen vínculos con otras políticas, mecanismos y estrategias nacionales e internacionales (como las NDC, REDD+ y NAMA). El proceso de elaboración de políticas comienza con consultas informales con las autoridades nacionales para trazar un mapa de actores, calibrar su interés y obtener su apoyo. Dado que se trata de construcciones a escala nacional, el asesoramiento estratégico y la facilitación del proceso son importantes.
Lo más importante es suscitar el interés y el apoyo de las autoridades nacionales con poder de decisión, ya que la elaboración de políticas es una función gubernamental y no debe imponerse a un país. La existencia de otras políticas medioambientales, costero-marinas o de cambio climático permite alinear o incorporar las nociones de la política del carbono azul dentro de las políticas preexistentes. La disponibilidad y comunicación de datos científicos sólidos para el público también es importante durante la elaboración de políticas.
Según nuestra experiencia, es necesaria una "socialización" inicial (suministro, introducción y comunicación) de la información y los principios básicos del carbono azul a través de reuniones formales e informales con funcionarios del país en múltiples niveles de toma de decisiones. A continuación, debe considerarse una clara comprensión de las necesidades y prioridades actuales del país, y cómo pueden satisfacerse mediante acciones de carbono azul, para garantizar que el proceso sea compatible con los procesos nacionales en curso y los compromisos internacionales en materia de cambio climático y conservación. El papel de las personas que facilitan el proceso político es clave para ofrecer información sólida, comprender las necesidades de los países, garantizar que se satisfacen los intereses de los diferentes actores, negociar asuntos complejos y mediar en los conflictos que puedan surgir. El ritmo al que los gobiernos responden a procesos específicos no es necesariamente compatible con los objetivos a corto plazo del desarrollo y la ejecución de proyectos locales o la cooperación internacional.