Hay dos hechos clave:
- Crear un gran número de viveros de manglares es difícil y caro.
- La responsabilidad de la comunidad en la conservación de los manglares debe incluirse para que el proyecto tenga éxito.
Así pues, nuestro objetivo es implicar a los grupos de autoayuda de mujeres pescadoras en la conservación de los manglares, formándolas en técnicas de cría de manglares y cultivando un gran número de manglares en los patios traseros de todos los hogares del pueblo. Este planteamiento permitió compartir la mano de obra de los viveros y aumentar la responsabilidad de la comunidad en nuestro proyecto. Las plántulas de mangle crecidas se llevaban a nuestro vivero al cabo de tres meses. Todas las mujeres que cultivaban mangles en su patio recibían incentivos por cada plántula de mangle. El mismo grupo de mujeres fue invitado a un curso de formación sobre manglares y a un acto participativo de plantación de manglares en la costa local. Esta participación continua de los grupos de mujeres compartió la responsabilidad, la carga de trabajo y proporcionó beneficios económicos a la comunidad local.
Los conocimientos técnicos y la experiencia en restauración de manglares son muy importantes para criar mangles y plantarlos en la costa local. Los conocimientos técnicos deben mezclarse con los conocimientos tradicionales en la selección del emplazamiento. Aparte de las técnicas, debe haber un fuerte compromiso y dedicación para comunicarse con los grupos de mujeres locales para que se animen a aprender y plantar manglares.
Los manglares degradados pueden convertirse en matorrales forestales sanos mediante el compromiso a largo plazo, las técnicas y la participación de la comunidad local. No se debe plantar un gran número de manglares para hacer publicidad, pero más tarde los manglares no sobrevivirán en lugares inadecuados. Sin una selección adecuada del lugar, utilizando los conocimientos tradicionales, el proyecto de restauración de los manglares no tendrá éxito.