

El desarrollo de Konegummez se caracteriza por una fuerte acción colectiva. Organizándose, los miembros de la comunidad han conseguido animar a los organismos gubernamentales a proporcionar servicios básicos como, por ejemplo:
- De 1940 a 1960a: se crearon una escuela, una oficina de correos, una biblioteca, una tienda de comestibles, electricidad y el primer pozo de agua.
- En 1999 se gasificó el pueblo y en 2016 se asfaltó la carretera de acceso al pueblo.
- Los aldeanos construyeron ellos mismos 3 grandes puentes.
En la década de 2000, con el fin de gestionar de forma sostenible los recursos naturales y ocuparse de otros asuntos de la comunidad, se formó un comité informal integrado por 9 aldeanos. El grupo aprendió a identificar los retos y soluciones de la comunidad y a elaborar planes de acción. Cada año, el grupo elabora un plan de acción anual, que se socializa y finalmente se acuerda con los aldeanos. También hay una planificación a largo plazo, centrada en problemas de mayor envergadura.
Tras haber realizado una gran cantidad de trabajo de protección social y medioambiental en la comunidad, los aldeanos comprenden que deben seguir resolviendo los problemas mediante esfuerzos conjuntos. Han surgido líderes comunitarios que gozan de la confianza de los aldeanos. También existe un entendimiento mutuo con las autoridades locales y las organizaciones gubernamentales, que apoyan a las aldeas en la resolución de sus problemas.
Los proyectos de desarrollo contribuyeron en gran medida al desarrollo de la autoorganización de la comunidad local. Los aldeanos no sólo recibieron ayuda económica, sino que también adquirieron conocimientos y aptitudes en materia de planificación, desarrollo del liderazgo, creación de asociaciones sociales, gestión sostenible de los pastos, adaptación al cambio climático, etc. No obstante, los habitantes de Konegummez ya tenían el "espíritu" de aprender y habían tenido en el pasado buenas experiencias de planificación, organización y ejecución del trabajo comunitario en común, la llamada "fuerza de la unidad".
Según los aldeanos, los proyectos internacionales les han ayudado a mirar el mundo desde otra perspectiva, a ampliar sus horizontes, a unirse aún más, a recaudar fondos y recursos para el desarrollo rural sostenible. La mayoría de los miembros del comité pudieron visitar Israel, Kazajstán, Tayikistán y Turquía e intercambiar experiencias y nuevos conocimientos y transmitirlos a sus compañeros de aldea.
Estos conocimientos los utilizan ahora para gestionar de forma sostenible los recursos naturales y proteger y rehabilitar sus bosques.