Lucha contra la inseguridad alimentaria y reinserción de excombatientes

El programa "De las armas a las granjas" de Kauswagan es uno de los 19 componentes que enmarcan la estrategia del programa de paz integrado SIKAD. El programa aborda la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria al tiempo que prevé la reintegración de excombatientes mediante la agricultura orgánica. Se dio prioridad a la lucha contra la pobreza y al aumento de la seguridad alimentaria. La agricultura orgánica se consideró una doble herramienta para desarrollar un sistema agrícola resistente que no dependa en gran medida de insumos externos y, al mismo tiempo, fomente la creación de empleo, proporcionando una fuente de ingresos a los combatientes que se rindieron.

Al principio, 200 comandantes rebeldes y agricultores conocieron el programa a través de una serie de reuniones y talleres, organizados con la ayuda del ejército filipino y el Instituto de Formación Agrícola. Uno de los objetivos principales era la capacitación. El gobierno local, junto con la Fundación para el Desarrollo de Asís, construyó una escuela de agricultura. Una vez que las instalaciones estuvieron listas, el gobierno local pudo empezar a apoyar a los excombatientes y a sus familias, así como a los agricultores locales, para que aprendieran a aplicar prácticas orgánicas y agroecológicas.

  • Para facilitar el acceso al microcrédito y a las ayudas gubernamentales, el ayuntamiento apoya la creación de Asociaciones de Retornados Rebeldes y su registro como cooperativas agrícolas.
  • El acceso a insumos, como semillas, también se apoya a través del programa.
  • En los últimos cinco años, el Gobierno central ha facilitado financiación para el desarrollo y el Programa recibe ahora entre 50.000 y 65.000 euros cada año.

Sin duda alguna, el programa "De las armas a las granjas" ha resultado un éxito. En los últimos cuatro años no se ha registrado en la zona ningún incidente delictivo relacionado con el conflicto armado entre musulmanes y cristianos. En la actualidad, todos los rebeldes activos en la zona se han rendido y muchos excomandantes son ahora líderes en agricultura ecológica e intentan convencer a los combatientes musulmanes de otras comunidades de que dejen de luchar y se rindan.