Propiedad de la tierra por los propietarios tradicionales Gunditjmara

La propiedad es un elemento clave para la protección y gestión efectivas del Paisaje Cultural de Budj Bim. Sin embargo, el acceso y la propiedad de la tierra fueron denegados a los Gunditjmara durante gran parte del siglo XIX, cuando, tras la llegada de los invasores coloniales británicos, el País Gunditjmara fue ocupado y el acceso a la tierra se fue denegando cada vez más a los Propietarios Tradicionales Gunditjmara hasta la década de 1980. No obstante, y durante todo el periodo de colonización, los Gunditjmara mantuvieron conexiones con el sistema de acuicultura a través del conocimiento de las historias de Budj Bim y las prácticas de uso de la tierra asociadas.

A partir de 1984, los propietarios tradicionales gunditjmara fueron adquiriendo y devolviendo cada vez más tierras. En 2007, con el reconocimiento de los derechos de título nativo de los Gunditjmara, algunas partes del país fueron devueltas a los Gunditjmara. En la actualidad, las organizaciones aborígenes poseen y gestionan el sitio del Patrimonio Mundial de Budj Bim, con la excepción del Parque Nacional de Budj Bim, gestionado de forma cooperativa por los Propietarios Tradicionales Gunditjmara y el Gobierno de Victoria.

La propiedad de la tierra permite que las tradiciones, conocimientos y prácticas culturales de los Gunditjmara se expresen en el presente y en el futuro como consecuencia del reconocimiento de los derechos y obligaciones tanto de custodia como de título nativo de los Gunditjmara.

El reconocimiento de la Ley de Tierras Aborígenes (Lago Condah y Bosque de Framlingham) de 1987 (Vic.) y la determinación del título nativo de los Gunditjmara en 2007 en virtud de la Ley de Títulos Nativos de 1993 (Cwlth), así como otros acuerdos de gestión conjunta con el Gobierno de Victoria, hacen posible esta construcción.

  • El retorno del Country y la renovación de los conocimientos y prácticas de los Gunditjmara -sobre todo en materia de acuicultura- han sido acciones poderosas que han permitido a los Gunditjmara mantener su sentido de conexión, espíritu y sentimiento del lugar. Como consecuencia, las generaciones actuales pueden crecer en un país propiedad de los Gunditjmara, lo que constituye un poderoso mecanismo de fortalecimiento cultural intergeneracional.
  • La propiedad de la tierra es una necesidad fundamental para la gestión y conservación de las tierras y paisajes aborígenes e indígenas y es esencial para el bienestar y el florecimiento cultural de los Gunditjmara. El bien del Patrimonio Mundial de Budj Bim está formado por tierras que son propiedad o están gestionadas conjuntamente por la Corporación Aborigen de Propietarios Tradicionales Gunditj-Mirring y la Corporación Aborigen Winda-Mara. Por lo tanto, el sitio y sus límites tienen garantizado el consentimiento libre, previo e informado en virtud de su propiedad, gestión y control.
  • La propiedad de la tierra por parte de los gunditjmara ha demostrado a los gobiernos que los gunditjmara tienen capacidad para gestionar su país y les ha permitido relacionarse cada vez más con la comunidad en general.