Los árboles que HAF cultiva con socios comunitarios a partir de semillas en viveros de Marruecos son generadores de ingresos directos por a) la venta de los árboles a un precio subvencionado a agricultores, cooperativas, asociaciones y centros educativos, y b) las compensaciones de carbono voluntarias y acreditadas que se aseguran con el sistema de seguimiento de HAF de los árboles que se trasplantan desde los viveros, integrando y maximizando los beneficios de la teledetección y la verificación sobre el terreno con la participación de la comunidad. La venta de créditos de carbono, en particular, garantiza el máximo impacto: los ingresos generados por los árboles plantados se reinvierten directamente en las comunidades que los cultivan.
En 2006, HAF creó su primer vivero comunitario. Desde entonces, los organismos públicos han prestado terrenos a HAF sin coste alguno. En primer lugar, HAF firmó acuerdos regionales de cesión de terrenos con el Departamento de Aguas y Bosques, los Ministerios de Educación y Juventud y Deportes, universidades, la Comunidad Judía Marroquí y cooperativas. Ahora están cediendo más terrenos a HAF para viveros. Esto es clave para que HAF pueda proporcionar árboles a los agricultores a costes subvencionados, de modo que puedan beneficiarse más plenamente de los futuros ingresos de los árboles que planten.
Al recopilar datos sobre los beneficios sociales relacionados con los árboles plantados, los créditos de carbono pueden venderse en función no sólo de los beneficios medioambientales, sino también del impacto social. Además, la formación en las comunidades locales es vital para dotar a los miembros de las herramientas, los recursos y la confianza necesarios para perseguir sus objetivos, que a menudo tienden a estar relacionados con la generación de ingresos. Sin embargo, más allá de la formación en conocimientos y habilidades, los miembros de las cooperativas necesitan orientación sobre cómo utilizar no sólo los recursos ya existentes, sino también cómo colaborar para obtener un beneficio compartido. Las reuniones de planificación participativa permiten a los participantes identificar necesidades comunes y compartir experiencias. Si se anima a los miembros de diferentes cooperativas y comunidades de un mismo municipio o provincia a desarrollar una red de apoyo mediante el enfoque participativo, proyectos como la plantación de árboles pueden llegar más lejos en la consecución de sus objetivos.