El éxito de este proyecto se debió al pleno apoyo y al compromiso a largo plazo de todos los niveles del NPWS con una visión audaz de un ambicioso programa de conservación. La erradicación de ratones y conejos y el control de la maleza invasora en una isla remota relativamente grande no podían lograrse con medias tintas y eran fundamentales para proteger este lugar de importancia internacional para la cría de aves marinas. Sin embargo, en Nueva Gales del Sur no se había emprendido antes un proyecto de esta envergadura. El compromiso de la organización garantizó que se diera prioridad al proyecto para obtener financiación a largo plazo (más de 10 años) y que se asignara al proyecto personal con las aptitudes y la experiencia adecuadas. Se apoyaron y valoraron las asociaciones con universidades y organizaciones comunitarias. También significó que el NPWS estaba dispuesto a asumir riesgos y probar enfoques innovadores, como el uso del fuego para controlar la hierba kikuyu.
Los estudios científicos a largo plazo realizados en la isla establecieron la importancia de los valores de la biodiversidad, el impacto de las plagas y las malas hierbas y demostraron que, sin este trabajo, todo el hábitat de nidificación de las aves marinas estaría cubierto de maleza en 12 años. Los gestores reconocieron la necesidad de actuar urgentemente y a escala para proteger estas poblaciones de aves marinas. El proyecto fue una característica clave del Plan de Gestión de la Isla Montague (Enmiendas al Plan de Gestión 2003) y la comunidad indicó su firme apoyo a este enfoque durante la consulta.
Para llevar a cabo un proyecto de esta envergadura y complejidad fue necesario el apoyo de toda la organización, no sólo de la oficina local, sino también del personal especializado de la sede central y del ejecutivo del NPWS. Esto fue fundamental para garantizar que se priorizaban los recursos necesarios para mantener y completar el proyecto. Si sólo se hubieran reducido, y no eliminado, las poblaciones de ratones, éstas habrían vuelto rápidamente a sus niveles originales, desperdiciando todos los esfuerzos y fondos anteriores. Los trabajos en curso, como el control de las malas hierbas, forman ahora parte de la gestión cotidiana de la isla y son fundamentales para mantener el éxito.
Es importante reconocer el valor y el nivel de compromiso y recursos necesarios para mantener una buena comunicación con las partes interesadas y la comunidad mediante una campaña de información pública en todas las fases del proyecto.
El seguimiento y la evaluación continuos del proyecto permitieron que las principales partes interesadas, los gestores y el ejecutivo del NPWS recibieran actualizaciones periódicas sobre los avances y los éxitos en materia de conservación para mantener su compromiso y garantizar su apoyo constante.