Aplicación de la FLR en sistemas vinculados a la vida silvestre mediante técnicas de regeneración natural gestionada por pastores (PMNR)
El paisaje del Kilimanjaro Oriental en Kenia, que abarca el subcondado de Kajiado Sur (unos 6.411 km²), abarca diversos ecosistemas, incluidos pastizales que sufren una grave degradación. Para contrarrestar la degradación, se emprendió un proyecto de restauración del paisaje forestal (FLR), apoyado por WWF y otros socios, en el que participan grupos comunitarios como ALOCA (Amboseli Land Owners Conservation Association). El proyecto se centra en prácticas sostenibles de uso de la tierra y técnicas de restauración para proteger los corredores de vida salvaje, promover la práctica cultural del pastoreo masai y crear oportunidades de subsistencia. Los métodos de restauración incluyen la gestión del pastoreo, el rejuvenecimiento de los árboles, la captación del agua de lluvia y los bancos de semillas de hierba. Entre los principales actores figuran ALOCA (Asociación de Propietarios de Tierras de Amboseli), Big Life Foundation, Justdiggit y WWF.
Contexto
Défis à relever
El proyecto AREECA aborda la degradación medioambiental de los hábitats y, en particular, en los pastizales, el exceso de ganado, la erosión y la variabilidad climática. Desde el punto de vista social, involucra a las comunidades indígenas, y especialmente a las massai, en el uso sostenible de la tierra y promueve la conservación cultural, mientras que, desde el punto de vista económico, pretende crear nuevos medios de subsistencia mediante el turismo y prácticas sostenibles en los pastizales, como el acopio de hierba.
Ubicación
Procesar
Resumen del proceso
Los cinco componentes básicos están interconectados mediante un enfoque adaptativo centrado en la comunidad que garantiza que cada componente se base en el anterior para obtener resultados sostenibles. La identificación de un socio de confianza, ALOCA, sirve de base y aprovecha la credibilidad local para implicar a las partes interesadas. A continuación se celebran reuniones comunitarias (barazas), que facilitan debates abiertos que alinean las prioridades de los propietarios con los objetivos del proyecto, creando una base participativa para acciones posteriores. Esto lleva a la designación y demarcación conjunta de los lugares de restauración, consolidando acuerdos sobre el uso de la tierra que evitan conflictos y permiten intervenciones específicas. La concienciación sobre los beneficios de la restauración, especialmente para las mujeres y los jóvenes, amplía el compromiso de la comunidad al integrar los incentivos económicos y la capacitación social en los objetivos medioambientales. Por último, el marco de seguimiento y presentación de informes permite a los participantes locales seguir los avances, adaptar los métodos y documentar los éxitos. Juntos, estos bloques crean un ciclo de confianza, transparencia y responsabilidad que se refuerza a sí mismo, impulsando el proyecto hacia un impacto ecológico y social resiliente.
Bloques de construcción
Identificación de una organización comunitaria adecuada (ALOCA)
La selección de una organización comunitaria de confianza era vital para implicar a las comunidades locales en la restauración de los pastizales. ALOCA (Amboseli Land Owners Conservation Association) fue seleccionada por su doble objetivo de proteger los corredores de vida salvaje y promover el patrimonio cultural masái. Desde su creación en 2008, ALOCA ha trabajado estrechamente con las comunidades maasai de Amboseli, creando planes de gestión sostenible de la tierra y aplicando prácticas de pastoreo autóctonas que reflejan los patrones estacionales de uso de la tierra de los maasai. La experiencia y credibilidad de ALOCA entre los terratenientes locales la convirtieron en el socio ideal para dirigir los esfuerzos de restauración, tender puentes de comunicación entre las partes interesadas y defender el uso sostenible de los pastizales. La zona es fundamental para la conservación de la fauna por ser un corredor de vida salvaje.
Factores facilitadores
- Confianza de la comunidad y presencia establecida: ALOCA pertenece a las comunidades maasai, que se encargan de su gestión, lo que proporciona una base de confianza y facilita la movilización de apoyos para nuevas iniciativas de restauración.
- Apoyo de las partes interesadas: Apoyada inicialmente por la African Wildlife Foundation y posteriormente por la Big Life Foundation, ALOCA gozaba de la estabilidad y el acceso a los recursos necesarios para el éxito del proyecto a largo plazo.
- Gobernanza y estructura: Con una junta directiva de 27 miembros y reuniones periódicas, ALOCA aportó un enfoque estructurado a la toma de decisiones, lo que permitió responder con rapidez a los retos y mantener la rendición de cuentas.
Lección aprendida
- Valor de las asociaciones establecidas: Colaborar con una organización comunitaria de confianza acelera el proceso de obtención de apoyo y confianza locales, que son fundamentales para la ejecución sostenible del proyecto.
- La gobernanza comunitaria mejora la apropiación del proyecto: La potenciación de las estructuras de gobierno locales, como la junta directiva de ALOCA, fomenta el sentido de pertenencia a la comunidad, lo que aumenta la probabilidad de sostenibilidad del proyecto y la voluntad de ampliar los esfuerzos de restauración en el futuro.
- Importancia del respaldo financiero para la longevidad: Garantizar un apoyo financiero constante (por ejemplo, arrendamientos de conservación cubiertos por Big Life Foundation) es esencial para mantener los compromisos en curso y garantizar que las organizaciones comunitarias puedan sostener sus esfuerzos a largo plazo.
Organización de Reuniones Comunitarias con Propietarios de Tierras (Barazas Locales)
Las reuniones comunitarias, o barazas, sirvieron de plataforma principal para entablar un diálogo con los terratenientes sobre las intervenciones de restauración propuestas en 150 hectáreas de pastizales. Estas reuniones se diseñaron como sesiones participativas en las que los terratenientes maasai podían expresar sus preocupaciones, hacer preguntas y aclarar cómo afectaría el proyecto al uso de sus tierras. Las barazas contribuyeron a fomentar una comunicación transparente entre los ejecutores del proyecto y las partes interesadas locales, lo que permitió un proceso de toma de decisiones integrador que respetaba las tradiciones maasai y la dinámica de la comunidad.
Factores facilitadores
- Métodos de participación culturalmente respetuosos: La celebración de barazas, un formato tradicional de reunión comunitaria, permitió a los responsables del proyecto abordar los debates de una manera culturalmente apropiada.
- Representación e inclusión: La inclusión de propietarios de tierras y representantes de la comunidad garantizó que se escucharan diversas perspectivas y que las decisiones reflejaran las prioridades de la comunidad.
- Coherencia y seguimiento: Las reuniones periódicas proporcionaron un foro para el diálogo y la retroalimentación continuos, reforzando la confianza y la adaptabilidad para abordar cualquier nuevo problema a medida que avanzaba el proyecto.
Lección aprendida
- La transparencia genera confianza: Los debates abiertos y transparentes en las barazas ayudaron a desmitificar los objetivos del proyecto, generando confianza y minimizando la resistencia entre los miembros de la comunidad.
- La implicación de la comunidad mejora la alineación: Cuando los propietarios participan activamente en el proceso de toma de decisiones, es más probable que apoyen el proyecto y participen en él, garantizando que las intervenciones se ajusten a sus prioridades de uso del suelo.
- La retroalimentación iterativa es clave: El carácter periódico de las barazas proporcionó una retroalimentación continua, permitiendo que el proyecto respondiera y se adaptara a las necesidades locales y a la evolución de los retos.
Acuerdo sobre la designación y demarcación de los lugares de restauración
Para garantizar una restauración eficaz, los responsables del proyecto trabajaron con la comunidad para designar y delimitar físicamente las zonas específicas de intervención. Para ello fue necesario cartografiar el paisaje con el fin de determinar las zonas prioritarias para la restauración de los pastizales, abordar las preocupaciones sobre la propiedad de la tierra y garantizar el consenso de la comunidad sobre dónde se trazarían los límites. El proceso de designación en colaboración permitió llegar a acuerdos claros sobre cómo se utilizaría la tierra, mientras que los marcadores físicos ayudaron a prevenir futuros conflictos sobre el uso de la tierra y a mantener las zonas de restauración.
Factores facilitadores
- Identificación y planificación dezonas impulsadas por la comunidad : La participación de la comunidad en ejercicios cartográficos fomentó una comprensión compartida del paisaje y priorizó las zonas que necesitaban una intervención urgente.
- Señalización clara de los límites: La señalización física de los límites (por ejemplo, con vallas o hitos naturales) y las patrullas fronterizas de exploradores comunitarios proporcionaron indicadores claros y visibles de las zonas de restauración designadas, reduciendo así los malentendidos sobre el uso de la tierra.
- Procesos de consenso: Alcanzar acuerdos en toda la comunidad sobre la designación de los lugares aumentó el compromiso local con el respeto y la protección de estas áreas.
Lección aprendida
- Unos límites claros evitan conflictos: Los límites marcados físicamente reducen las posibles disputas sobre el uso de la tierra, garantizando que las zonas de restauración permanezcan protegidas.
- Las aportaciones locales mejoran la pertinencia y la idoneidad: La participación de la comunidad en la selección del lugar aumenta la pertinencia, ya que los conocimientos locales ayudan a identificar las zonas que son a la vez ecológicamente valiosas y socialmente aceptables para la restauración.
- Apropiación mediante la toma de decisiones compartida: La participación de la comunidad en la designación de los límites fomenta el sentido de propiedad, aumentando el compromiso de mantener y proteger estos lugares de restauración.
Sensibilización sobre restauración y oportunidades de subsistencia para mujeres y jóvenes masai
El proyecto incorporó campañas de concienciación para educar a la comunidad masai sobre prácticas sostenibles de uso de la tierra y la importancia de la restauración del ecosistema. Se introdujeron oportunidades específicas, como el banco de semillas de pasto, para proporcionar beneficios económicos, sobre todo a las mujeres y los jóvenes. El objetivo de estas campañas era cambiar la percepción de la gestión de los pastizales, pasando del mero pastoreo de subsistencia a un enfoque de múltiples beneficios, que combinara la salud ecológica con la capacitación económica de los miembros marginados de la comunidad. El aprendizaje práctico por parte de la comunidad ayudó a fomentar las habilidades de restauración entre sus miembros, convirtiendo así a la comunidad en campeones de la restauración en sus propias tierras.
Factores facilitadores
- Comunicación culturalmente sensible: El uso de líderes comunitarios respetados y de las redes existentes permitió que la campaña resonara con los valores y tradiciones locales.
- Beneficios directos para la subsistencia: Ofrecer incentivos económicos tangibles, como bancos de semillas de césped, hizo más atractivas las iniciativas de restauración al mostrar beneficios inmediatos.
- Asociaciones de apoyo a la ejecución: La presencia de WWF, Big Life Foundation, Justdiggit y ALOCA en las actividades de sensibilización aportó credibilidad y conocimientos técnicos, lo que facilitó una amplia aceptación.
Lección aprendida
- Los incentivos económicos fomentan la participación: Ofrecer oportunidades de subsistencia (por ejemplo, mediante bancos de semillas de césped) aumenta la participación de la comunidad y demuestra que la restauración tiene un valor tanto ecológico como económico.
- La concienciación es esencial para el cambio de comportamiento: Los proyectos de restauración tienen éxito cuando las comunidades comprenden y valoran sus beneficios, lo que pone de relieve la necesidad de transmitir mensajes claros y coherentes.
- Capacitar a las mujeres y los jóvenes tiene un impacto más amplio: Dirigirse a grupos marginados como las mujeres y los jóvenes no sólo mejora la inclusión, sino que también amplía el alcance y la sostenibilidad del proyecto mediante una participación diversa. El 90% de los trabajos de restauración fueron realizados por mujeres y jóvenes.
Recursos
Seguimiento e informes sobre los avances de la restauración
Se estableció un marco estructurado de supervisión y presentación de informes para seguir los avances de cada método de restauración y evaluar los resultados. Este marco incluía la recogida periódica de datos y la elaboración de informes por parte de miembros de la comunidad formados, a los que se asignaron tareas específicas para garantizar el cumplimiento de los objetivos ecológicos y sociales del proyecto. Mediante el seguimiento de la eficacia de cada intervención (por ejemplo, control de la erosión del suelo, crecimiento de la vegetación), el proyecto pudo adaptar las técnicas según fuera necesario y documentar las mejores prácticas para su futura expansión.
Factores facilitadores
- Formación y capacitación de la comunidad: La formación de los residentes locales en técnicas de supervisión capacitó a la comunidad para asumir la responsabilidad del éxito del proyecto.
- Recogida periódica de datos y elaboración de informes: La recogida sistemática de datos proporcionó información en tiempo real, lo que permitió realizar ajustes oportunos para mejorar los resultados de la restauración.
- Procesos de evaluación colaborativos: La participación de la comunidad en la evaluación fomentó la transparencia y garantizó que todas las partes interesadas compartieran y comprendieran los resultados del seguimiento.
Lección aprendida
La creación de conocimientos y capacidades es clave para la comprensión y la apropiación.
Impactos
El proyecto restauró 2.273 hectáreas de pastizales degradados, asegurando corredores para la fauna salvaje mediante la mejora de las condiciones del hábitat y apoyando los medios de subsistencia basados en la ganadería maasai a través de prácticas sostenibles como los bancos de semillas de pasto. Al proteger ecosistemas clave, el proyecto repercute positivamente en la biodiversidad, promueve beneficios económicos a través del turismo y fomenta la resiliencia social de las comunidades maasai. Entre las repercusiones concretas están la reducción de la erosión del suelo, la promoción de los conocimientos indígenas en la gestión de la tierra y el apoyo a la gestión sostenible de los pastizales en beneficio tanto de las personas como de la fauna salvaje.
Beneficiarios
Los miembros de la comunidad masai, incluidas mujeres y jóvenes, se benefician de la mejora de las prácticas de uso de la tierra, las oportunidades de subsistencia y la restauración medioambiental que protege su modo de vida pastoril y la fauna salvaje, base del ecoturismo en la zona.