Dependiendo de su ubicación, las rutas de peregrinación son propiedad de particulares, gobiernos locales o nacionales que se encargan de su mantenimiento. En la restauración, conservación y mantenimiento de algunas de las rutas de peregrinaje participan habitantes locales y organizaciones sin fines de lucro. Por ejemplo, muchas sociedades de preservación están activas en la ruta de peregrinaje de Iseji, donde realizan actividades diarias de limpieza en los pasos de montaña donde quedan caminos antiguos. También colaboran con las patrullas después de los tifones y las fuertes lluvias. Estas actividades se registran en un informe y se presentan a la respectiva Junta de Educación de la Prefectura a través de la respectiva Junta Municipal de Educación.
- La cultura japonesa hace hincapié en el cuidado del espacio público y el beneficio de la comunidad en su conjunto, además de apoyar una fuerte identificación y cuidado del medio ambiente.
- Apoyo del gobierno y otras agencias para facilitar la participación ciudadana en actividades de voluntariado, como la recolección y distribución de donaciones.
- El gobierno coopera con los ciudadanos que inicien actividades de voluntariado.
- En la propiedad del Patrimonio Mundial, algunas de las actividades necesitan un permiso. Esto es algo que los voluntarios y el gobierno deben confirmar de antemano.