En Vietnam se crían diversas especies de reptiles, desde pequeñas tortugas y lagartos hasta grandes pitones y cocodrilos. Las escalas de producción son igualmente diversas, desde las microexplotaciones hasta las granjas industriales. Los requisitos de entrada en el mercado para algunas especies son mínimos, y muchos modelos de producción pueden sinergizarse con las estrategias de subsistencia existentes con un coste mínimo. Por ejemplo, la cría de serpientes puede complementar el cultivo estacional de arroz mediante la gestión ecológica gratuita de plagas (es decir, cosechando plagas de roedores para alimentar a las serpientes de cría).
Los materiales de los recintos suelen ser baratos y fáciles de conseguir (por ejemplo, similares a los de las aves de corral de traspatio). El diseño vertical de las naves, la escasa producción de residuos y las mínimas necesidades de agua dulce permiten modelos de producción comercialmente viables a microescala en entornos urbanos de alta densidad.
Las volátiles tendencias de la industria alimentaria y de la moda y la percepción pública de los productos de reptiles pueden afectar a la viabilidad de entidades independientes de pequeña escala. La reciente pandemia de COVID-19 ha provocado el cierre de algunas pequeñas explotaciones que dependen de la exportación de carne. Estabilizar la dinámica de la oferta y la demanda es esencial para la viabilidad y el crecimiento del sector a largo plazo.