El espectro de las aplicaciones para teléfonos inteligentes en la gestión de recursos (marinos)

Existe un amplio espectro de aplicaciones para teléfonos inteligentes en la gestión de recursos (marinos). Este bloque ofrece orientación en la jungla de las aplicaciones, empezando por definiciones y antecedentes sobre el uso de los teléfonos inteligentes y las aplicaciones, y las oportunidades que esto ofrece, por ejemplo, para la gestión de los recursos naturales.

Además, no es necesario reinventar la rueda si la respuesta a la pregunta "¿No existe una aplicación para esto?" es afirmativa. Una lista ofrece una visión general de los diferentes tipos de aplicaciones y ejemplos de gestión marina y otros sectores, con especial atención a la región del Pacífico.

La tecnología móvil está en auge y cada vez son más las personas que tienen acceso a estas tecnologías, a medida que aumenta la potencia de cálculo de los teléfonos inteligentes, baja su precio, se generaliza la cobertura de la telefonía móvil y el acceso a Internet y aumenta la alfabetización digital, tanto en el mundo industrializado como en las economías en desarrollo y emergentes.

Las aplicaciones son cada vez más populares y pueden ser herramientas poderosas si el problema y el objetivo de la solución propuesta están bien definidos.

Aunque hay muchos factores de etiquetado que pueden convertir las aplicaciones en potentes herramientas, a menudo, sin embargo, la novedad y la viabilidad técnica pueden ser engañosas. Digitalizar una solución a menudo se limita a digitalizar el problema. En lugar de dejarse llevar por la moda, habría que definir bien el problema y el objetivo de la solución (app) propuesta, seguido de un cuidadoso análisis DAFO y la consideración de posibles alternativas.

Las ventajas específicas de las aplicaciones podrían ser, por ejemplo, su amplio alcance geográfico, mientras que una amenaza podría ser la falta de aceptación por parte de determinados públicos, en función, por ejemplo, de su bagaje cultural y su alfabetización digital.

Así pues, el desarrollo y uso de aplicaciones debe considerarse un proceso estratégico. Para este planteamiento estratégico de desarrollo, uso y supervisión de aplicaciones, es fundamental identificar el tipo de aplicación adecuado para el público y el objetivo identificados, ya sea la "ciencia ciudadana", el "crowdsourcing", la participación, la educación o la recopilación de datos individuales.