

El componente acústico del proyecto reviste especial importancia, ya que desempeñó un papel fundamental en la detección automática de más de 138 especies, 95 de las cuales se integraron en nuestros algoritmos de comparación de patrones. Esto constituye una base sólida para el seguimiento continuo de la región en los próximos años, lo que nos permitirá observar cómo influyen los diversos factores ambientales en la presencia de especies.
Nuestro éxito en la detección de especies fue posible gracias a los datos recogidos con los dispositivos y a las asociaciones estratégicas que establecimos, en particular con Rainforest Connection. Además, los expertos locales desempeñaron un papel crucial a la hora de validar la presencia de especies.
El seguimiento acústico pasivo integrado, combinado con técnicas de IA, permitió identificar 95 especies. Existe una correlación positiva entre la riqueza de especies y la cubierta forestal de dosel bajo. Además, los análisis del paisaje sonoro revelaron variaciones ligadas a las distintas estaciones y tipos de hábitat. Sin embargo, el proyecto piloto se topó con el problema de la escasez de datos de formación sobre especies raras. Para mitigar este problema, realizamos varias rondas de despliegue de sensores en distintas estaciones.