Bienestar comunitario

Aunque la AMP se recuperó rápidamente y los medios de subsistencia empezaron a mejorar, parte del plan de gestión consistía en introducir otras empresas no pesqueras para intentar alcanzar una solución autosostenible. Al principio hubo que buscar financiación externa para ello, y se consiguieron varias subvenciones. Al principio, un negocio turístico que aprovechaba la mejora del coral y la biodiversidad de la AMP atrajo visitantes. Esto generó oportunidades de formación y empleo estable para los pescadores, mejorando sus medios de vida y aliviando la presión sobre los recursos marinos. Los jóvenes recibieron formación en la fabricación de muebles a partir de viejos dhows, se produjo miel, se vendió pescado capturado de forma sostenible a restaurantes, se cultivaron y vendieron hortalizas y cultivos, hay varios proyectos de acuicultura en marcha y el grupo de mujeres tiene varias empresas, entre ellas una sastrería y una tienda de artesanía que vende productos hechos con madera flotante y jabones naturales. Un plan de préstamos permite a los miembros financiar otros proyectos. Una parte de los beneficios se destina a las necesidades de bienestar de la comunidad, como el agua, la sanidad y el saneamiento. Los residuos de la playa se recogen y se venden a empresas de reciclaje. Un programa de educación escolar enseña a los niños la importancia del uso sostenible de los recursos, y organizamos excursiones dentro de la AMP.

La AMP es el corazón de nuestro proyecto. El criadero protegido mejora la pesca en la zona, lo que repercute en la mejora de los medios de subsistencia. La AMP se ha convertido en una atracción y los visitantes aportan fondos muy necesarios que se destinan al empleo, la formación, el funcionamiento de la organización y la creación de otras empresas. Aunque nos enfrentamos a dificultades y objeciones a la hora de delimitar la zona de la AMP, los resultados han demostrado que ha merecido la pena.

Para que la conservación funcione, debe ir acompañada de oportunidades alternativas tangibles y mejoras reales de los medios de subsistencia. El recurso que se conserva debe ser valioso e importante para la comunidad local. Todos los componentes tienen que funcionar al unísono y beneficiar a la comunidad. Aunque la creación y el establecimiento de una ZMVM requiere tiempo, comprensión y paciencia, se convierte en un centro eficiente y productivo a partir del cual pueden crecer otros proyectos. Tiene múltiples beneficios que pueden abarcar tanto la conservación como el bienestar de la comunidad. Aprendimos por el camino que no hay atajos para conseguir la aceptación de la comunidad. En nuestro caso, trabajábamos con una comunidad de subsistencia e incluso las amenazas a corto plazo para su sustento suponían dificultades directas que provocaban resistencia. Aprendimos que la mayor parte de la resistencia que encontrábamos se basaba en un miedo real a la inseguridad económica. Una vez que comprendimos que las necesidades de la comunidad eran primordiales, pudimos idear estrategias pertinentes e impactantes para alcanzar nuestros objetivos de conservación.