El proyecto desarrolló una estrategia que implicaba llegar tanto a los madereros ilegales como a otras personas, incluidas las comunidades forestales y las partes responsables de la regulación y el comercio. Para ello, presentaron incentivos sólidos y pertinentes para el compromiso, basados en información empírica sobre la situación actual y las previsiones para los recursos medioambientales del país en el futuro, y también les ofrecieron la oportunidad de ayudar a codesarrollar soluciones alternativas a estos retos.
Nota: aunque el proyecto se centraba principalmente en los madereros ilegales y en la posibilidad de desarrollar medios de vida alternativos para ellos, su público objetivo secundario era la Comisión Forestal, responsable de la gestión de los recursos forestales de Ghana. A lo largo de los años, la Comisión también ha
se ha enfrentado a numerosos problemas, desde asesinatos de guardas forestales y acusaciones de corrupción hasta una comunicación deficiente con los gestores de los recursos y las comunidades forestales.
Se elaboró un planteamiento estratégico basado en la información generada, la necesidad sentida y un fuerte sentimiento de confianza. Los debates confirmaron la necesidad de medios de vida alternativos al fresado ilegal con motosierra y surgió el concepto de apoyo al fresado artesanal.
La implicación de los beneficiarios finales era esencial para que el proyecto fuera eficaz, por lo que se facilitó el diálogo entre las partes interesadas, incluidos los madereros ilegales, a nivel de distrito, regional y nacional. Esto permitió hacer aportaciones y llegar a un consenso a todos los niveles.
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