Sobre la base de un proceso participativo ascendente, se establece una red de refugios de peces eficaz, legalmente reconocida y respetada a nivel local. Desde 2012 se han creado dieciséis refugios para peces, que abarcan más de 18 000 hectáreas.
- Voluntad de las organizaciones pesqueras de mejorar las prácticas sostenibles y garantizar la pesca para las generaciones futuras.
- Objetivo común claro.
- Procesos participativos para diseñar los refugios de peces.
- Combinación de conocimientos científicos y ecológicos locales.
- El alcance temporal de los refugios de peces aumenta la confianza de los pescadores en el proceso y permite una gestión adaptativa.
- La decisión final de crear refugios para peces depende exclusivamente de las organizaciones pesqueras.
- Apoyo de la red de colaboración.
El conocimiento local-ecológico que aportan los pescadores sobre los recursos naturales, los caladeros y las condiciones climáticas, son elementos fundamentales a tener en cuenta en el diseño de un refugio para peces. Al combinar el conocimiento local-ecológico con el científico es importante que se inicie una negociación transparente que permita tener las mejores condiciones basadas en la ciencia con aceptación social.
A continuación, las organizaciones miembros de la Alianza Kanan Kay dirigen un programa de vigilancia comunitaria. Los pescadores y las mujeres reciben formación y participan activamente en la recogida de datos. Así, ven los resultados con sus propios ojos y pueden compartir la información con otros miembros de la comunidad. Una vez entregados los resultados del seguimiento, durante el proceso de renovación se revisan los objetivos de los refugios de peces para saber si cumplen los criterios biofísicos de las zonas de veda y, por tanto, si hay que hacer cambios.
Este enfoque "ascendente" debe complementarse con elementos "descendentes" para garantizar que la toma de decisiones refleje la complejidad de este proceso.