Manos por el hábitat: Comunidades y guardas forestales restauran la naturaleza
Las comunidades y los funcionarios del parque del Santuario de Vida Silvestre de Jomotsangkha trabajan codo con codo para restaurar y mantener importantes hábitats de vida silvestre. El santuario se enfrentaba a problemas como el declive de los pastizales, la escasez de fuentes de agua y la creciente presión sobre los recursos naturales. En respuesta, se introdujo un enfoque de gestión participativa del hábitat, que implicaba a la población local en la mejora de los pastizales, la construcción de abrevaderos y el desarrollo de lagunas minerales para la fauna salvaje. Esta colaboración ha reforzado la implicación de la comunidad, fomentado la participación de los jóvenes y profundizado la comprensión de la conservación. Como resultado, los hábitats son más sanos, la fauna silvestre tiene ahora mejor acceso a alimentos y agua, y los habitantes se han convertido en socios activos en la protección de los paisajes que les rodean. La Solución demuestra cómo la responsabilidad compartida entre las comunidades y las autoridades de los parques puede crear ecosistemas resistentes y efectos de conservación duraderos, inspirando una administración continuada.
Impactos
La Solución ha generado importantes impactos ambientales, sociales y económicos tanto para el santuario como para las comunidades cercanas. Desde el punto de vista medioambiental, se han restaurado y mantenido más de 500 acres de praderas mediante desbroce, plantaciones de enriquecimiento y gestión periódica, lo que ha mejorado enormemente la disponibilidad de forraje para los herbívoros salvajes. Ahora se gestionan activamente más de 20 abrevaderos y 10 lagunas minerales, lo que garantiza un acceso fiable al agua y a los nutrientes esenciales durante todo el año. Estas mejoras han aumentado la calidad general del hábitat y han reducido indirectamente los conflictos entre el hombre y la fauna salvaje, al mantenerla mejor mantenida dentro de las zonas forestales.
Desde el punto de vista social, la iniciativa ha reforzado el compromiso local con la conservación. Los miembros de la comunidad participan activamente en el trabajo del hábitat, adquiriendo conocimientos prácticos sobre la mejora de los pastizales, el mantenimiento de los abrevaderos y las necesidades de la fauna. Esta implicación ha creado un fuerte sentimiento de propiedad y orgullo, sobre todo entre los jóvenes y los voluntarios de las aldeas, al tiempo que ha mejorado la colaboración y la confianza entre los funcionarios del parque y los residentes.
Desde el punto de vista económico, la reducción de los daños causados a las cosechas por el menor número de incursiones de la fauna salvaje ha contribuido a reducir las pérdidas familiares. La mejora del paisaje también favorece las oportunidades de turismo de naturaleza y futuras actividades de conservación dirigidas por la comunidad. En general, la Solución ha dado lugar a ecosistemas más sanos, comunidades más fuertes y una coexistencia más armoniosa entre las personas y la fauna.