Resiliencia de las comunidades pesqueras costeras en tiempos de crisis

Solución completa
Un socio de un club de ahorro sella su libreta de ahorro
Rare

En 2020, Honduras no sólo se vio afectada por los efectos de la pandemia mundial de COVID-19, sino también por los enormes trastornos y la destrucción causados por los huracanes Eta e Iota, que se sucedieron uno tras otro. Los efectos combinados de esta doble crisis tuvieron importantes repercusiones en las comunidades costeras.

Sin embargo, las comunidades que formaban parte del programa comunitario Fish Forever [GP1] de Rare demostraron su capacidad de recuperación frente a estos impactos y los afrontaron comparativamente bien. Las comunidades costeras se apoyaron mutuamente, demostrando solidaridad y una fuerte cohesión social, y aprovecharon su pesca sana y el dinero ahorrado a través de los clubes de ahorro de Fish Forever para cubrir las pérdidas de ingresos y otras emergencias, garantizar la seguridad alimentaria local y recuperarse. Las crisis también generaron nuevas oportunidades a través de la iniciativa empresarial local y una mayor comprensión entre las partes interesadas locales de la importancia de un océano sano para los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria locales.

Última actualización: 26 Aug 2021
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Contexto
Défis à relever
Pérdida de la biodiversidad
Ciclones tropicales / tifones
Usos conflictivos / impactos acumulativos
Cosecha insostenible, incluida la sobrepesca
Gestión ineficaz de los recursos financieros
Falta de oportunidades de ingresos alternativos
Falta de seguridad alimentaria
Desempleo / pobreza

La solución pretende reforzar la resiliencia de las comunidades costeras ante los choques externos que afectan a su bienestar. Dado que estas perturbaciones se intensifican a medida que cambia el clima y nuestro medio ambiente se degrada más, es imperativo aumentar la resiliencia a todos los niveles: social, medioambiental y económico.

La pandemia de COVID, junto con los huracanes Eta e Iota, plantearon diversos retos a las comunidades de la costa norte de Honduras. Las alteraciones en las cadenas de valor de la pesca y la alimentación provocaron pérdidas de ingresos y amenazaron la seguridad alimentaria. Los huracanes destruyeron infraestructuras y activos productivos. Los hogares de pescadores viven en una economía informal basada en el dinero en efectivo, lo que limita su acceso a préstamos, seguros y otros servicios de protección que actúan como redes de seguridad en tiempos de crisis o choques. La degradación de los ecosistemas y la debilidad de los tejidos sociales agravan el problema, al no proporcionar las necesarias redes de seguridad ecológicas y sociales. Sin ellas, los hogares costeros son muy vulnerables y tendrán dificultades para hacer frente a las crisis.

Escala de aplicación
Local
Subnacional
Ecosistemas
Estuarios
Lagune
Manglares
Arrecife rocoso / orilla rocosa
Pradera marina
Bosques costeros
Arrecifes coralinos
Playa
Tema
Acceso y participación en los beneficios
Institucionalización de la biodiversidad
Adaptación al cambio climático
Reducción de desastres
Servicios ecosistémicos
Financiación sostenible
Incorporación de la perspectiva de género
Seguridad alimentaria
Salud y bienestar humano
Medios de vida sostenibles
Poblaciones indígenas
Actores locales
Gestión y planificación de áreas protegidas y conservadas
Pesca y acuicultura
Ubicación
Omoa, Cortés, Honduras
Santa Fé, Colón, Honduras
Iriona, Colón, Honduras
Puerto Cortés, Cortés, Honduras
Guanaja, Islas de la Bahía, Honduras
El Porvenir, Atlántida, Honduras
América Central
Procesar
Resumen del proceso

Los clubes de ahorro proporcionan mecanismos sencillos para que las comunidades rurales ahorren y pidan prestado, al tiempo que promueven una mayor cohesión social y resiliencia, ambas fundamentales para superar las crisis y permitir una gestión de los recursos naturales dirigida por la comunidad. Los clubes también ayudan a los hogares de pescadores, a menudo preocupados por el día a día y la satisfacción de las necesidades inmediatas, a sacrificar con éxito el gasto de hoy para tener suficiente para el futuro, lo que implica un cambio de sus horizontes de planificación del corto al largo plazo. Este cambio es esencial para el éxito de los esfuerzos de conservación, ya que la recuperación de los ecosistemas lleva tiempo y requiere que los pescadores renuncien a una parte de las capturas de hoy para las de mañana. Por último, al tener acceso al ahorro y a mejores créditos, las familias de pescadores tendrán menos probabilidades de recurrir a préstamos depredadores e insostenibles, lo que interrumpirá un ciclo en el que el endeudamiento crónico impulsa la sobrepesca.

Bloques de construcción
Cohesión social

El planteamiento comunitario general de Fish Forever y sus elementos concretos, como los clubes de ahorro, han reforzado los lazos entre los miembros de la comunidad y han creado capital social en las comunidades pesqueras. La mayor cohesión social y el aumento del capital social -a través del ahorro compartido y la participación conjunta en la gestión de los recursos naturales- resultaron esenciales en tiempos de crisis y dieron lugar a que las familias y las comunidades se ayudaran mutuamente con alimentos y otros artículos de primera necesidad.

Factores facilitadores

Es esencial un enfoque comunitario que sitúe a las personas en el centro de la solución. Los clubes de ahorro (CA) fomentan la cohesión de la comunidad, aumentan la confianza y mejoran la comunicación y la coordinación. Los miembros se reúnen para ahorrar semanalmente, convirtiéndolo en un proceso compartido y transparente. Además de un fondo de ahorro, los CA también incluyen un fondo social que puede utilizarse para emergencias o proyectos comunitarios, sirviendo como capital compartido en tiempos de necesidad.

Lección aprendida

Promover la cohesión social lleva tiempo y requiere un compromiso continuo con las comunidades locales para ganarse su confianza y mejorar las comunicaciones. Los clubes de ahorro pueden ayudar a acelerar este proceso. Es fundamental seguir la metodología de los clubes de ahorro, pero ofreciendo a los grupos cierta flexibilidad para que la hagan suya. Que los clubes establezcan sus propias reglas también es esencial para generar confianza.

Acceso al ahorro y al crédito asequible a través de los Clubes de Ahorro

Los clubes de ahorro proporcionan redes de seguridad económica contra las crisis y los choques, sirviendo como mecanismos para que las familias ahorren y pidan préstamos en ausencia de servicios financieros formales. Durante el COVID-19 y después de los huracanes, los clubes de ahorro proporcionaron una red de seguridad inmediata a muchas familias.

Factores facilitadores

Los clubes de ahorro tienen más éxito en comunidades o sectores donde la informalidad y la dependencia del dinero en efectivo y los préstamos abusivos son elevadas, es decir, donde los servicios financieros son inexistentes o de difícil acceso.

Lección aprendida

El acceso al ahorro y al crédito sirve como red de seguridad no sólo en situaciones extremas como pandemias o catástrofes, sino también en malas temporadas de pesca, cuando las capturas y los ingresos son bajos. Además, los clubes de ahorro no sólo proporcionan redes de seguridad, sino que también pueden servir como mecanismos para invertir. Muchos clubes de ahorro de Honduras han empezado a invertir sus ahorros en activos productivos o iniciativas empresariales, haciendo que sus fondos crezcan más rápidamente.

Un océano sano

Los hábitats marinos sustentan una biodiversidad y unas poblaciones de peces fundamentales para la subsistencia de las comunidades costeras de Honduras y del mundo. Unos océanos sanos y una pesca bien gestionada garantizan beneficios continuos para quienes dependen de ellos en los buenos y en los malos tiempos.

Factores facilitadores

Estas crisis trajeron consigo un mayor reconocimiento de que unas poblaciones de peces bien gestionadas y unos ecosistemas prósperos pueden ser una forma eficaz de asegurar la alimentación y los ingresos de las comunidades y evitar nuevas migraciones, un fenómeno que se agrava en Centroamérica. Esta comprensión del océano como red de seguridad se ha fomentado entre los pescadores y ha dado lugar a un mayor reconocimiento por parte del gobierno y a un mayor apoyo a la declaración de nuevas áreas protegidas. El aumento de la demanda de protección permite emprender acciones que garanticen la salud de los océanos y la prosperidad de las comunidades costeras.

Lección aprendida

La protección eficaz de los océanos y la gestión de la pesca son empresas complejas que requieren diversas intervenciones y estrategias. Sin embargo, la acción comunitaria debe ser siempre un componente esencial. Contar con las comunidades como guardianas de sus recursos marinos, pescando de forma responsable y participando en la gestión y la vigilancia, es esencial para una conservación y gestión eficaces.

Impactos

El aumento de la resiliencia gracias a la gestión eficaz de la pesca, la protección marina y los clubes de ahorro ayudó a contrarrestar la pérdida de ingresos de los pescadores, mantener la seguridad alimentaria, tejer redes de seguridad social y financiera más estrechas dentro de las comunidades que permitieron a los hogares ayudarse mutuamente y cubrir emergencias. Además, el mayor reconocimiento de la importancia de un océano sano para los medios de subsistencia locales está contribuyendo a frenar la pesca destructiva y generando apoyo a la gestión pesquera y a la creación de nuevas zonas y reservas marinas protegidas.

Beneficiarios

Hogares de pescadores que viven en comunidades costeras del Caribe hondureño

Objetivos de Desarrollo Sostenible
ODS 1 - Fin de la pobreza
ODS 2 - Hambre cero
ODS 3 - Salud y bienestar
ODS 5 - Igualidad de género
ODS 8 - Trabajo decente y crecimiento económico
ODS 10- Reducción de las desigualidades
ODS 11 - Ciudades y comunidades sostenibles
ODS 13 - Acción por el clima
ODS 14 - Vida submarina
Historia
Raro
Fisher en Honduras
Rare

Lo que solía ser un viaje rutinario para el pescador artesanal Carlos Portillo se ha convertido en una odisea. Cada pocas semanas, Carlos viajaba desde su remoto pueblo costero de Honduras hasta la ciudad más cercana para abastecerse de frijoles, arroz, harina y, cuando la pesca era buena, incluso algo de carne. Pero a medida que se cierran las fronteras y se endurecen las restricciones como consecuencia de la pandemia de COVID-19, Carlos y muchos como él empiezan a preocuparse por su capacidad para acceder a alimentos básicos y suministros domésticos.

La atención mundial se ha centrado en la propagación del nuevo coronavirus y se ha concentrado en los epicentros urbanos de la crisis y en el cierre de importantes sectores de la economía. Pero en las aldeas rurales de países en desarrollo como Honduras, está surgiendo una historia más amplia de vidas que siempre han estado en gran medida fuera de la vista. Y aunque no hay forma de escapar a los efectos de la crisis, las luchas de las aldeas costeras como la de Carlos, donde los habitantes pescan en aguas locales y cultivan pequeñas parcelas de tierra, se están poniendo de manifiesto.

Al igual que el resto del mundo, las comunidades de la costa caribeña de esta nación centroamericana están sufriendo. "Antes de esta crisis vendía hasta 400 libras de pescado a la semana. Desde hace dos semanas, no puedo vender ni medio kilo", explica el pescador Elvis Rodríguez. Con los pedidos de refugio en el lugar, los comerciantes locales que normalmente compran la captura diaria de las comunidades pesqueras y la revenden en las ciudades locales, han dejado de venir. Sin cámaras frigoríficas donde guardar el pescado para más tarde, la mayoría de los pescadores no tienen más remedio que reducir sus salidas de pesca, renunciando a los ingresos de posibles capturas.

Pero a medida que los medios de subsistencia locales se resienten y aumenta la incertidumbre, las comunidades rurales hondureñas reconocen que tienen redes de seguridad a las que recurrir.

El océano está proporcionando una de las redes de seguridad más importantes, sosteniendo a miles de hogares a lo largo de la costa norte de Honduras. "Mientras haya peces en el mar, hay esperanza. Puede que no podamos vender nuestro producto, pero podemos seguir pescando para alimentar a nuestras familias y vecinos", dice Edgardo Padilla, líder pesquero de una comunidad no muy lejos de la aldea de Carlos.

Lea el resto en https://rare.org/story/when-nets-catch-more-than-fish/

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Mariela Ochoa
Centro de Estudios Marinos
Sandra Cárdenas
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