La conservación de la tortuga charapa y su importancia para los pueblos indígenas del PANI

La charapa (Podocnemis expansa) en la cosmovisión indígena se relaciona con el origen de los pueblos, especialmente de los Miraña, cuentan que un dios ancestral se las dio a los nietos para que se alimentaran de ella. Además, tiene poderes curativos que se asocian a los ecosistemas que la especie usa para llevar a cabo su reproducción, es por eso, que en sus bailes y ritos la charapa está presente. Su consumo es permitido bajo regulaciones contempladas en un calendario cíclico que mezcla la ecología, y la conservación con la cosmovisión indígena y que establece el manejo, pues si abusan de su consumo se atraen las enfermedades al territorio. La conservación de la charapa es un resultado exitoso y se ha dado gracias al monitoreo comunitario coordinado por PNN y el PANI. Se ha logrado sensibilizar a la comunidad y se han hecho acuerdos de uso con el fin de lograr que la población de tortugas se mantenga o aumente. Este trabajo ha permitido la participación de uno de sus indígenas en un intercambio de experiencias con proyectos en marcha tanto de Colombia como de otros países, así como su participación en un artículo científico publicado entre varios autores de Sudamérica.

El monitoreo de tortugas es implementado por la comunidad indígena, en donde familias enteras trabajan en estas zonas de protección especial, haciendo ejercicios de ciencia ciudadana y ayudando en la investigación de la especie. Los resultados de estos 5 años de monitoreo saltan a la vista, se tiene un componente científico- ambiental y cultural muy importante, se monitorean las posturas, los adultos y en épocas de aguas altas, se monitorean los sitios donde las tortugas realizan otras actividades relacionadas con la alimentación. 

Al ser un trabajo comunitario, el monitoreo de charapa ha ayudado a estructurar el sistema de gobierno del PANI, ya que les ha permitido fortalecerse, ha generado un referente muy importante que ha llevado a comunidades indígenas aledañas soliciten ser vinculadas en el ejercicio, que se socialice y enseñe sobre el tema y se les incluya para que ellos puedan adelantar  ejercicios similares. Entonces, el ejercicio ha crecido y se ha extendido, creando un corredor biológico para la conservación de la especie.