El proyecto sigue un planteamiento de cogestión desde el principio: las comunidades asociadas y las autoridades locales han sido consultadas antes de la planificación y la ejecución. Han participado activamente en todas las fases de la ejecución del proyecto, han recibido formación y han sido compensados por sus esfuerzos (plantación). Como ejemplo cabe citar la integración de sus conocimientos locales sobre las especies seleccionadas y sus beneficios, como los PFNM.
La clave está en conocer bien a las partes interesadas locales y a los agricultores, no sólo para que comprendan el propósito, sino también los beneficios que obtendrán si el proyecto se ejecuta con éxito. Esto va más allá de la plantación e incluye la gestión, para garantizar el éxito más allá de la vida del proyecto. Con vistas a la ampliación, también es crucial alinearse con las prioridades políticas locales y nacionales y contar con el respaldo de los responsables de la toma de decisiones. Por último, la difusión debe recibir el apoyo de los braoder.
Es difícil, pero se puede y se debe hacer: los servicios ecosistémicos son vitales para la población local y la intensidad de las tormentas y las sequías exige actuar y aumentar la escala. Los errores de este trabajo piloto son necesarios para mejorar el enfoque, ya que hay pocos conocimientos sobre las especies seleccionadas, algunas de las cuales están amenazadas de extinción (por ejemplo, Shorea falcata). Hemos aprendido muchas lecciones, por ejemplo, sobre cómo mejorar la calidad de las plántulas en el vivero y el enfoque de plantación, que son dos factores cruciales para las tasas de supervivencia.