La Gestión Forestal Conjunta (GFC) es un enfoque de gestión forestal participativa que permite a la población local -ya sean individuos o grupos- implicarse en la gestión forestal y apoyar la rehabilitación de los bosques naturales degradados a largo plazo. Estos individuos firman un contrato por los derechos de uso de la tierra con las Empresas Forestales Estatales por un periodo de 20 años, con posibilidad de prórroga. De este modo, se anima a los arrendatarios a gestionar y rehabilitar de forma sostenible su parcela forestal, que suele tener una superficie de 1 a 2 hectáreas. Además del contrato, los planes de gestión y anuales sirven como herramientas para la planificación de la gestión forestal y para el seguimiento de las actividades y los resultados. Son elaborados conjuntamente por las Empresas Forestales del Estado y el arrendatario respectivo para cada parcela individual. Las tareas típicas especificadas en el plan anual son las medidas para proteger la parcela del pastoreo del ganado, la plantación de árboles, la tala y la poda. Además, el plan anual especifica las cuotas de cosecha de las Empresas Forestales Estatales y del arrendatario forestal de acuerdo con un principio de reparto equitativo definido en el contrato. El plan de gestión, elaborado para un periodo de 5 años, especifica objetivos a largo plazo, como la instalación de un canal de riego o la diversificación de la parcela forestal.
Mientras que los derechos de uso de la tierra en Tayikistán suelen concederse por un periodo corto (normalmente para una sola temporada), el contrato de 20 años con las Empresas Forestales Estatales permite al arrendatario desarrollar un plan de gestión forestal a largo plazo. El enfoque de gestión forestal conjunta se introdujo por primera vez en Tayikistán en 2006 y desde entonces ha ido ganando reputación. En 2011, el enfoque se formalizó y ancló en el código forestal nacional.
La experiencia ha demostrado que para la introducción de la gestión forestal conjunta es indispensable el apoyo de facilitadores externos (por ejemplo, personal de campo o una ONG local). Ambas partes contratantes, el arrendatario forestal y la Empresa Forestal Estatal, necesitan tener una comprensión clara de sus derechos, normas y obligaciones. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente la presencia sobre el terreno de facilitadores experimentados y cualificados que conozcan bien el enfoque y el contexto local. Además, los facilitadores deben guiar a los arrendatarios y al personal de las empresas forestales estatales a lo largo del proceso de selección de una zona forestal, presentación del enfoque a las comunidades, selección de los arrendatarios forestales, delimitación de las parcelas individuales, celebración del contrato y elaboración de los planes anuales y de gestión. Además, la creación de grupos de arrendatarios forestales ha dado buenos resultados, sobre todo porque en Tayikistán los grupos comunitarios son relativamente comunes. Conjuntamente, los arrendatarios forestales realizan actividades como la tala, la poda o el vallado.