
Corrales de Pesca : Las presas de Chipiona
A lo largo de la costa de Chipiona(España), los corrales de pescaofrecen una visión de una práctica pesquera centenaria que ha sido tanto un medio de vida como una tradición. Estas ingeniosas estructuras, que datan de hace al menos seis siglos, son un testimonio de la antigua artesanía que sigue utilizándose hoy en día. Los corrales son recintos de piedra construidos a lo largo de la costa, cada uno de ellos cuidadosamente colocado para aprovechar el ritmo de las mareas. Crean lagunas poco profundas, ingeniosamente diseñadas para atrapar a los peces cuando la marea retrocede, dejando tras de sí una abundancia de especies enclavadas entre las rocas. Pero para los habitantes de Chipiona, estos corrales representan algo más que un método de pesca sostenible: son una parte muy preciada de su patrimonio, un recuerdo de los tiempos en que los embalses alimentaban a comunidades enteras y conformaban la identidad de la ciudad. Los corrales destacan por su sencillez y sostenibilidad.
Contexto
Défis à relever
Aunque los corrales han sido durante mucho tiempo una fuente de orgullo para la comunidad, en las últimas décadas se han enfrentado a numerosos retos. En 1988, la Ley de Costas española integró los corrales de pesca en el dominio público marítimo-terrestre, eliminando la propiedad privada. El patrimonio comunitario de los embalses se vio de repente en peligro, pues los particulares ya no tenían incentivos ni medios para mantenerlos. Sin un mantenimiento adecuado, las estructuras empezaron a deteriorarse y el futuro de los corrales parecía sombrío. Fue entonces cuando se formó la Asociación Jarife. En la actualidad, el grupo ha desarrollado un modelo de gestión único basado en concesiones administrativas de las autoridades locales, que permite mantener y utilizar los embalses de forma comunitaria. Sin embargo, el futuro de la asociación sigue dependiendo del apoyo continuado de las autoridades. A través de Jarife, los pescadores a pie de Chipiona no sólo preservan los corrales, sino que abogan por un marco jurídico que garantice su longevidad.
Ubicación
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Resumen del proceso
Con los corrales afrontando numerosos retos en las últimas décadas, los pescadores a pie de Chipiona decidieron formar una entidad comunitaria en la forma de la asociación Jarife. En la actualidad, el grupo ha desarrollado un modelo de gestión único basado en concesiones administrativas de las autoridades locales, que permite mantener y utilizar los corrales de forma comunitaria. Sin embargo, el futuro de la asociación sigue dependiendo del apoyo continuado de las autoridades. Los jóvenes guardianes de la tradición, así como las mujeres de Jarife, son dos actores clave para que esta antigua tradición se mantenga. Su implicación marca el camino del futuro de Jarife.
Bloques de construcción
Los jóvenes guardianes de la tradición
Para los miembros jóvenes de Jarife, la incorporación al común suele comenzar a una edad muy temprana, con familias que los apuntan para mantener viva la tradición. Muchos jóvenes comuneros, como David, se iniciaron en las presas simplemente uniéndose a las salidas familiares, a menudo nocturnas. "Empecé a ir a la marea muy joven, primero sólo acompañando a mi padre, y más tarde yendo solo cuando podía", recuerda. Al crecer, continuó visitando los corrales, asumiendo más responsabilidades a medida que aprendía los conocimientos necesarios para mantener las presas. Hoy, su relación con los embalses va más allá de los conocimientos prácticos. Para él, es algo muy personal, un vínculo con el pasado de su familia y con la naturaleza intemporal de los corrales. Como explica: "Especialmente durante las mareas nocturnas, en plena oscuridad, pienso en cuánta gente ha hecho exactamente lo que yo estoy haciendo ahora, mucho antes que yo. Es un sentimiento que me conecta con mis antepasados". En Chipiona, los corrales son visibles desde las playas y a menudo los turistas los confunden con formaciones naturales. Para los jóvenes de Jarife, es divertido y exasperante a la vez ver a los visitantes arrancando trozos de corrales, inconscientes de la historia y el esfuerzo que ha supuesto la construcción de estos azudes de piedra para la pesca.
Las mujeres de Jarife
Para muchas mujeres de Jarife, su relación con los embalses ha formado parte de la vida comunitaria de Chipiona durante toda su vida. Una de ellas, María, ama de casa de 54 años, conoce los embalses de toda la vida, pero empezó a participar más tarde. "No voy a menudo, pero cuando lo hago es maravilloso", dice, y añade que suele ir a pescar con una amiga. Aunque no tenga los mismos lazos diarios con los corrales que otros plebeyos, su conexión es profunda. "Ver los embalses y saber que estuvieron a punto de perderse me hace sentir parte de algo importante".
Sus visitas a los embalses son una forma de volver a conectar con las tradiciones de su pueblo y, aunque no participa directamente en su mantenimiento, se siente orgullosa de lo que Jarife representa. Para ella, los embalses son algo más que lugares donde capturar peces y otras especies marinas. Simbolizan la identidad y la resistencia de Chipiona, cualidades que espera transmitir a las generaciones futuras. "Me encantaría saber que hemos dado a nuestros hijos al menos lo que recibimos de nuestros mayores", reflexiona. "No se trata sólo de preservar el medio ambiente; se trata de mantener viva una parte única de nuestro patrimonio".
El futuro de Jarife
Con la generación más joven continuando el trabajo y las mujeres infundiendo fuerza y orgullo a la comunidad, Jarife sigue siendo una fuerza resistente en Chipiona. Mientras la asociación aboga por políticas que apoyen la conservación de los embalses, sus miembros se esfuerzan por transmitir los conocimientos y valores que hacen de Jarife un lugar único. En un mundo en el que cada vez es más difícil mantener las tradiciones, los corrales de pesca se erigen en símbolos de lo que se puede conseguir cuando las comunidades se unen. Como dijo un miembro: "Los corrales son parte de nosotros. Cuando estás ahí fuera, te sientes conectado, no sólo con el mar, sino con toda la gente que estuvo aquí antes". Para Jarife, esa conexión es tan duradera como la propia marea, renovándose con cada generación.
Impactos
La vida como habitante de Chipiona puede parecer exigente, pero a sus jóvenes miembros, los corrales les ofrecen una sensación de libertad. La pesca aquí es diferente de la pesca profesional o de la pesca recreativa ocasional. Es una práctica "no profesional" sin beneficio económico, pero tampoco es puramente recreativa. Los jóvenes pescadores de a pie utilizan técnicas antiguas y tradicionales propias de Jarife, aprendidas a lo largo de años de paciente instrucción y experiencia personal. Para David, el joven de Jarife, su pasión por los azudes va mucho más allá del lucro: "Sigo volviendo por lo que siento cuando estoy allí. No es fácil describirlo. Mi padre dice: 'Tienes que probarlo para sentirlo'. Supongo que tiene razón".
La generación de más edad también disfruta con esta práctica. Para María, las presas proporcionan una sensación de paz y propósito. Incluso cuando la comunidad temía que los corrales se perdieran para la historia, la gente como ella seguía conectada, encontrando un simple placer en pescar y pasar el tiempo sintiendo la marea. "Para mí, ir a los corrales es sólo una de mis muchas aficiones", dice, "como ir al cine o cocinar. Es una elección que hago porque me siento bien, no porque tenga que hacerlo".
Beneficiarios
La gente de Chipiona, desde los mayores hasta los más jóvenes, independientemente del género.