El gobierno de Bangladesh gestiona la pesca artesanal de la hilsa con diversas medidas reguladoras, la mayoría de las cuales se centran en la protección de los juveniles:
- La pesca de la hilsa está prohibida en todo el país durante la temporada alta de reproducción (22 días en octubre), con el fin de minimizar las perturbaciones en el desove y el reclutamiento. La aplicación de la ley se centra en zonas conocidas por ser importantes para el desove.
- Entre noviembre y julio se prohíbe en todo el país durante ocho meses la captura, posesión, venta y transporte de juveniles de hilsa (alevines de menos de 25 cm) para maximizar el reclutamiento de juveniles a la pesquería. La aplicación se centra en 7.000 kilómetros cuadrados de zonas costeras, estuarinas y fluviales.
- El uso y la producción de redes de enmalle de monofilamento están prohibidos durante todo el año, también para proteger a los juveniles de hilsa.
- Se han designado seis santuarios de la hilsa para proteger las principales zonas de cría. Estos santuarios abarcan tramos de río de entre 20 y 100 km. En estas zonas está prohibida la pesca durante al menos dos meses en los periodos de mayor presencia de juveniles.
Un equipo de "tribunales móviles" trabaja a nivel de subdistrito para hacer cumplir estas normas, con el apoyo de la policía y otros organismos.
El control y la aplicación eficaces de la normativa pesquera dependen de los recursos humanos, físicos y financieros, pero éstos son limitados en Bangladesh. En lugar de un control y una aplicación adecuados, la concesión de compensaciones permite e incentiva a los pescadores a cumplir estas normativas compensando o reduciendo el coste socioeconómico.
La normativa debe basarse en investigaciones ecológicas y biológicas sólidas si se quiere que tenga un impacto positivo en las poblaciones de hilsa. La ubicación geográfica y los calendarios estacionales de los reglamentos destinados a proteger a la hilsa se han ido adaptando con el tiempo en respuesta a las nuevas pruebas científicas.