Los acuerdos de conservación forman parte integral de la sostenibilidad financiera de las medidas de adaptación al cambio climático y de la integridad espacial de las reservas comunales. Además compatibiliza los usos del territorio comunal con los del ANP colindante, de cierta manera extendiendo las fronteras de la conservación y uso sostenible de los recursos de la reserva comunal. Los acuerdos de conservación también consolidan el manejo y planificación del territorio comunal, sellando en un contrato con las autoridades pertinentes (ECAs y jefaturas de ANPs) los usos permitidos para sus áreas. En cambio, las comunidades ganan aliados claves para seguir obteniendo apoyo técnico y financiero para ampliar las actividades productivas (medidas de adaptación) que fueron inicialmente apoyadas por el proyecto EBA Amazonía.