Fortalecimiento de capacidades locales y gestión del conocimiento

Un factor esencial en la integración de aspectos clave del cambio climático y biodiversidad en la planificación territorial a nivel municipal fue el fortalecimiento de capacidades locales en materia de ordenamiento territorial, servicios ecosistémicos y adaptación al cambio climático. Esto se dio a nivel de las administraciones municipales, personal de Parques Naturales Nacionales de Colombia y de áreas protegidas, y de comunidades locales. Igualmente importante fue la gestión del conocimiento para contar con insumos que faciliten la elaboración de propuestas de política pública en esta temática. Tal es el caso de la elaboración de diagnósticos de los Planes Básicos de Ordenamiento Territorial en los dos municipios, para analizar el grado de inclusión de AP y generar recomendaciones para una mayor integración; la realización de diagnósticos e identificación de servicios ecosistémicos, para visibilizar la importancia de las AP en el desarrollo territorial y en la calidad de vida de la población circundante; así como para  la identificación de riesgos asociados al cambio climático y estrategias de adaptación, desde las experiencias locales, a fin de contribuir a la resiliencia de los ecosistemas en el contexto del ordenamiento territorial.

  • Apoyo financiero para implementación de consultorías que generen información de base clave.
  • Financiamiento para contratación de expertos que apoyen a los equipos de trabajo en ambos municipios en la temática de ordenamiento territorial e inclusión de las áreas protegidas en la planificación local.
  • Realce técnico y académico al proceso de formulación de política pública, debido al involucramiento de instituciones de múltiples niveles y sectores, gracias a lo cual se generaron encuentros y aportes por expertos locales y extranjeros.

La implementación de un componente de fortalecimiento de capacidades y gestión del conocimiento, dirigido a tomadores de decisión, personal técnico y comunidades, permite contar con bases técnicas sólidas, y promueve un conocimiento homologado que articula el diálogo en los procesos de construcción participativas de política pública. Esto otorga al proceso mayor legitimidad.

En los municipios, esto permitió fortalecer su liderazgo y posicionamiento como eje de desarrollo. Para las AP, se evidenció su rol en el desarrollo territorial, sea por el valor cultural que posee el SFF Los Colorados, en San Juan Nepomuceno, o por la generación del recurso hídrico en el caso de Santa Rosa, que beneficia al Departamento del Cauca.

En cuanto a las comunidades, esto promovió su empoderamiento y participación en la construcción de política pública local, y permitió recuperar saberes relacionados con medidas de adaptación al cambio climático, como repoblación vegetal en quebradas y ríos, pozos de recolección de aguas lluvia, construcción de puentes elevados sobre guadúa.

Apoyo de un Organismo Internacional en procesos nacionales para la formulación de política pública

En cumplimiento a las metas establecidas en el Plan de Acción Institucional del Sistema de Parques Nacionales y el Plan de Acción del SNAP, Parques inicio el proceso de integración de AP a instrumentos técnicos y de política pública nacional, regional y local. Con la expedición de la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial de Colombia por el Congreso de la República, y la creación de la Comisión de Ordenamiento Territorial (COT), conformada por 7 instituciones, entre ellas el Departamento Nacional de Planeación, que ejerce la Secretaria Técnica, se inició el proceso de conformación del Comité Especial Interinstitucional (CEI) de la COT. Parques Nacionales fue incluido como una de las 6 instituciones invitadas permanentes en el CEI, debido a sus gestiones en política pública, elaboración de documentos técnicos, y desarrollo de 8 casos piloto en diferentes regiones del país, con lo que se pretende aportar insumos para la formulación de la Política General de Ordenamiento Territorial, desde un enfoque multinivel, interinstitucional y participativo. UICN-América del Sur propone ser parte de este proceso nacional, con el apoyo a la implementación de 2 de los casos piloto, por medio del  proyecto global “Planificación de Ordenamiento Territorial Integrado para la Biodiversidad”.  

  • Marco normativo para el ordenamiento territorial que enfatiza la importancia de integrar las áreas protegidas en los Planes de Ordenamiento Territorial municipales.
  • Proceso de construcción de política pública nacional en marcha.
  • Creación de un Comité Especial Interinstitucional dentro de la COT, integrado por instituciones nacionales de diversos sectores, entre ellos Parques Nacionales Naturales de Colombia, con competencias en definición de política pública en materia de ordenamiento territorial.
  • Apoyo de UICN- América del Sur en el proceso.

El apoyo de UICN-América del Sur al proceso de formulación de la política pública, que integre las áreas protegidas al sistema de planificación territorial, fortaleció los resultados de los dos estudios de caso dejando las siguiente lecciones. La integración de actores de múltiples niveles -comunidades locales, Estado y Cooperación Internacional- permitió un accionar efectivo a nivel comunitario, administrativo y legal, para la elaboración de una política pública efectiva. Esto facilitó dar el salto desde lo teórico a lo práctico, y poner a prueba la teoría antes de transformarla en política pública. Adicionalmente, fue fundamental el apoyo que se brindó al CEI, con la facilitación de espacios de intercambio y construcción, integrados por expertos nacionales y extranjeros. Es importante reconocer también la relevancia del apoyo a la gestión institucional de una instancia gubernamental, como es PNNC y el Departamento Nacional de Planeación, con incidencia en el COT. Esto sin duda ha permitido un escalamiento de la política púbica, del nivel local al nacional.

Parques Nacionales Naturales Colombia
Apoyo de un Organismo Internacional en procesos nacionales para la formulación de política pública
Fortalecimiento de capacidades locales y gestión del conocimiento
Parques Nacionales Naturales Colombia
Apoyo de un Organismo Internacional en procesos nacionales para la formulación de política pública
Fortalecimiento de capacidades locales y gestión del conocimiento
Fabiano Silva
Participación local para garantizar el acceso a recursos naturales y tenencia del territorio
Gobernanza y participación de actores locales en el manejo y aprovechamiento de recursos naturales
ARPA: el programa de conservación de bosques tropicales más importante de Brasil, y mecanismos de sostenibilidad financiera del Parque Nacional de Jaú
Mosaicos de Conservación; estrategia efectiva para consolidar grandes extensiones de territorio protegido en Brasil
Fabiano Silva
Participación local para garantizar el acceso a recursos naturales y tenencia del territorio
Gobernanza y participación de actores locales en el manejo y aprovechamiento de recursos naturales
ARPA: el programa de conservación de bosques tropicales más importante de Brasil, y mecanismos de sostenibilidad financiera del Parque Nacional de Jaú
Mosaicos de Conservación; estrategia efectiva para consolidar grandes extensiones de territorio protegido en Brasil
Planificación de las gestión del AP del Parque Nacional Natural Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis desde la cosmovisión indígena

Con la creación del Parque Nacional Natural - Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis nació una nueva forma de relacionamiento entre pueblos indígenas y Estado colombiano. Fue necesario buscar mecanismos para asegurar la gobernabilidad y la conservación integral de sus sistemas de vida, sin interferir los derechos de dichos pueblos a su autonomía territorial ni al manejo cultural que tradicionalmente han efectuado. Una vez creado el Parque, se inició el proceso de formulación de su Régimen Especial de Manejo (REM), por medio del cual se genera la administración conjunta entre Parque Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y la Asociación de Capitanes Indígenas de Yaigojé Apaporis (ACIYA). Para establecer el REM, se requirió una metodología de investigación propia o endógena, propuesta por los mismos pueblos indígenas, y apoyada por la experiencia de la Fundación GAIA Amazonas. Esta metodología se basó en lineamientos emitidos en un Congreso Indígena amazónico, donde se identificaron todos los temas que serían recopilados en cada uno de los pueblos indígenas, para guiar la elaboración del REM. De este modo se promovió la participación de las comunidades con tres representantes indígenas y un shamán.

  • Figura legal del REM que mantiene la inalienabilidad de los territorios indígenas cuando adquieren una categoría de Parque Nacional.
  • Desarrollo de una metodología propia y adecuada, liderada por la Fundación GAIA Amazonas en conjunto con las organizaciones indígenas, para establecer los lineamientos del REM de acuerdo a las particularidades del Parque y del Régimen.
  • Disponibilidad financiera de recursos del Estado y de apoyo externo para un proceso participativo de construcción del REM. 

El proceso de investigación para elaborar el REM se llevó a cabo en dos años, y en el Convenio de Cooperación 011 de 2013 entre PPNC y ACIYA, se estableció un plazo prudencial de cinco años para la construcción, formalización e implementación conjunta del REM. Este proceso de investigación permitió lo siguiente:

  • Rescatar los valores ancestrales.
  • Promover una mayor vinculación de los jóvenes en el proceso de elaboración del REM
  • Revalorizar los conocimientos tradicionales.
  • Generar un mayor relacionamiento de coordinación y gestión del área entre el personal de PPNC y los pueblos indígenas.
  • Generar una comprensión de las características biológicas del territorio y su valor cultural para el diseño de las estrategias de manejo del Parque.
  • Constituirse en un modelo a replicar en otros REM existentes en la Amazonía colombiana, pues permite integrar para el conocimiento tradicional del uso de los recursos naturales con las políticas de PNNA respecto del manejo de áreas protegidas.
Organización social local y apoyo del Gobierno nacional para la creación del área protegida

En 1988 se creó el Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis por solicitud de los pueblos indígenas Tanimuca, Yucana, Letuama, Matapí, Cabayari, Macuna, Barazano y Yujup-Macú. Posteriormente, en el 2008, mediante consenso en asamblea extraordinaria de las Autoridades Tradicionales y los Capitanes Indígenas (ATCI), estos pueblos decidieron solicitar la creación de un Parque Nacional superpuesto con los límites del Resguardo Indígena, considerando que esto eliminaría el desarrollo de actividades mineras y de explotación que pusieran en riesgo la biodiversidad y sus sitios sagrados, y por lo tanto, sus usos y costumbres, composición social y entorno ambiental.

La creación del Parque Nacional Natural – Resguardo Indígena Yaigojé Apaporis tiene un largo proceso de trabajo con la Fundación GAIA Amazonas, la cual contó con el apoyo técnico y  financiero de la Fundación Gordon y Betty Moore. La decisión de pasar a un Régimen Especial de Manejo (REM) debía tener pleno respaldo local, asegurar la autonomía de los pueblos indígenas y fortalecer sus sistemas tradicionales; además, era necesario que los pueblos indígenas cuenten con facultades de negociación y coordinación para poder establecer acuerdo con el Estado.

  • Comunidades indígenas tradicionales empoderadas en la toma de decisiones.
  • Marco legal de Colombia reconoce la autonomía indígena y su rol como autoridades públicas y ambientales en sus territorios.
  • Disponibilidad financiera de recursos del Estado y de apoyo externo para un proceso efectivo de consulta previa informada.
  • Experiencia exitosa de relacionamiento entre PNNC, la autoridad indígenas y la sociedad civil (ONG) para fortalecer la gobernanza ambiental del territorio.

Tomada la decisión de crear el parque, el siguiente paso fue el acuerdo entre Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y la Asociación de Capitanes Indígenas de Yaigojé Apaporis (ACIYA) para llevar a cabo un proceso de consulta previa, libre e informada, que permita mayor participación social  y una construcción colectiva en cuanto a definición de límites, extensión del área, objetivos de conservación y construcción conjunta del REM. Como resultado de esto, las ATCI establecieron acuerdos de gestión entre el Estado y las autoridades indígenas donde se asegura que el manejo integral del área se haría con base en el conocimiento tradicional y reglamentos recibidos en concordancia con la forma de concebir el mundo de cada uno de los siete pueblos indígenas y sus 19 comunidades, respetando la autonomía indígena, el derecho sobre sus tierras comunales, sus sitios sagrados y sus valores culturales. Fue así como, en octubre de 2009 se declaró la constitución del PNN Yaigojé Apaporis.

Mosaicos de Conservación; estrategia efectiva para consolidar grandes extensiones de territorio protegido en Brasil

La Ley del Sistema Nacional de Unidades de Conservación, publicada en julio del 2000, estableció el Enfoque de Mosaicos de Conservación. Los mosaicos son “un conjunto de Unidades de Conservación (UC) de categorías diferentes o no, próximos, yuxtapuestas o superpuestas, y otras AP, públicas o privadas”, cuya gestión debe realizarse de manera integrada, de acuerdo a los objetivos de cada UC.

Ante el desafío de manejar los conflictos socio-ambientales y optimizar los recursos humanos, financieros y materiales, el 2010 se estableció el Mosaico de Conservación Bajo Río Negro, con una superficie de 7.329.220 hectáreas, conformado por 11 UC, entre ellas el PN de Jaú y la RESEX del Río Unini.

La implementación de este enfoque prioriza los procesos de conservación en porciones mayores de territorio, lo que permite la gestión integral de paisajes localizados a lo largo de los ríos Jaú y Unini, al norte, y el Bajo Negro al sur del mosaico. Al ver a las AP como partes de un todo, funcionales y conectadas entre sí, fue necesario incorporar en el diseño de los planes de manejo una metodología participativa, que promoviera el involucramiento de múltiples actores en la toma de decisiones para el manejo del territorio y sus recursos naturales.

  • El enfoque de manejo de un Mosaico de Conservación permite la integración de múltiples actores y oportunidades de asistencia técnica y financiera para la gestión territorial.
  • Articulación de esfuerzos en áreas con la misma identidad territorial, para llegar a un objetivo común de conservación y manejo sostenible de recursos naturales.
  • Institucionalización del Consejo Consultivo como movilizadora en el territorio.
  • Planificación de estrategias en la escala de paisaje.

Elementos clave para la gestión integral del paisaje incluyeron la implementación de un Plan de Acción para el Mosaico; el establecimiento de un Consejo Consultivo para la toma de decisiones; el desarrollo de metodologías participativas de zonificación de áreas de uso comunitario y de subsistencia; y, el fortalecimiento de capacidades locales, mediante procesos de capacitación en manejo de RRNN, producción agrícola sostenible, turismo, y derechos y deberes de las comunidades.

Los beneficios de la gestión integrada son la optimización de recursos; la planificación integrada del paisaje; la coordinación de actividades de protección, educación ambiental, monitoreo y concientización dentro de la región; la posibilidad de trabajar una única identidad territorial con base en las características de la región; el desarrollo de estrategias conjuntas de valorización de los productos para las comunidades situadas alrededor y en las UC; y la facilitación de acuerdos y resolución de conflictos.

ARPA: el programa de conservación de bosques tropicales más importante de Brasil, y mecanismos de sostenibilidad financiera del Parque Nacional de Jaú

El PN de Jaú representa una de las mayores extensiones de bosque húmedo tropical protegidas en el mundo, que protege gran parte de una cuenca hidrográfica de aguas negras. Por su importancia, esta AP fue priorizada por el Programa de Áreas Protegidas de la Amazonía (ARPA), un programa gubernamental de Brasil, creado en el año 2002, liderado por el Ministerio de Medio Ambiente, y gestionado por el Fondo Brasileño para la Biodiversidad (Funbio).

El programa ARPA cuenta con el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), el gobierno alemán, el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), el Fondo Amazonía, a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), la Fundación Moore y, actualmente, empresas privadas que son donantes del programa. Tiene una vigencia de 13 años, y su objetivo es expandir y fortalecer el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la Amazonía en Brasil, mediante la protección de 60 millones de hectáreas de Unidades de Conservación en el bioma Amazónico; y asegurar la sostenibilidad de su gestión a corto y largo plazo. Se implementa en tres fases independiente y continuas. La primera entre 2003 y 2010, la segunda entre 2010 y 2015, y la tercera, con un plazo de 25 años.

  • Contexto nacional de mayor preocupación por la conservación de la Amazonía y el desarrollo sostenible, junto con el reconocimiento mundial de la importancia de los bosques tropicales.
  • Definición de políticas públicas regionales para la conservación y el uso sostenible de los bosques.
  • Presupuesto del programa ARPA de 2003-2015 de 236 millones de dólares.

La inclusión del PN de Jaú dentro del programa ARPA fue una estrategia indispensable para su conservación, al ser uno de los mayores programas de conservación de bosques tropicales del mundo, demostrando la implementación de un modelo para asegurar la captación y aplicación de los recursos financieros de manera rápida y eficaz. 

En su primera fase ARPA buscó la creación de nuevas AP; en la segunda fase, se enfocó en la consolidación del programa; y la tercera, tiene como objetivo consolidar las 60 millones de hectáreas de AP en la Amazonía, a nivel federal y estatal, y alcanzar la sostenibilidad financiera.

El apoyo provisto por ARPA permitió la creación de la RESEX del Río Unini, de manera que se consolidaron la RESEX y el PN de Jaú, a través del financiamiento de proyectos que permiten la generación de valor de conservación y mayores ingresos económicos para las comunidades. Así se contribuye a su sostenibilidad social, económica y de gestión de ambas unidades de conservación.