
Campaña de crowdfunding Juntos por los Tamaraws: Proteger las especies amenazadas y apoyar los medios de subsistencia locales en tiempos de crisis

El tamaraw es una pequeña especie de búfalo exclusiva de la isla de Mindoro, en Filipinas. Clasificado en peligro crítico por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), está amenazado principalmente por la caza furtiva. La mayor parte de la población restante vive en el Parque Natural de los Montes Iglit-Baco.
La protección de los tamaraws depende de las patrullas de guardabosques y vigilantes. Durante la pandemia de COVID-19, el parque perdió los ingresos que recaudaba de los turistas y que utilizaba para pagar los sueldos de los guardas de patrulla, por lo que 33 de ellos fueron despedidos. Además, los cazadores furtivos aumentaron su presencia en la zona ante la reducción del número de visitantes.
Para hacer frente a esta situación, PNUD-BIOFIN y sus socios lanzaron la campaña de crowdfunding "Juntos por los Tamaraws". Activa de julio a diciembre de 2020, recaudó fondos para cubrir los salarios de seis meses de los miembros de primera línea que se encontraban de baja, proporcionó paquetes de alimentos y compró equipo de patrulla. La campaña recaudó 32.026,03 USD, superando en casi un 40% su objetivo inicial de 22.980 USD.
Contexto
Défis à relever
Quedan unos 600 tamaraws, que sólo se encuentran en Mindoro. 480 de ellos viven en el Parque Natural de los Montes Iglit-Baco, que abarca 106.555 hectáreas. Las amenazas actuales para los tamaraws son la caza furtiva ilegal, la degradación del hábitat y el cambio en el uso del suelo.
59 guardas de primera línea (24 guardabosques y 35 vigilantes) patrullan regularmente la zona protegida. Están contratados por el Programa Nacional de Conservación del Tamaraw (TCP) del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales (DENR) y la Oficina de Gestión de Áreas Protegidas (PAMO) del parque. Los guardas también trabajan como porteadores y guías para los visitantes. La mayoría de los guardas proceden del pueblo indígena Mangyan, que incluye tres subgrupos en Mindoro: las tribus Tau-Buid, Buid y Bangon.
Con la COVID-19, se suspendieron todas las actividades turísticas en Mindoro. 33 trabajadores de primera línea (32 guardas y un guarda forestal) fueron despedidos y perdieron sus ingresos. La menor presencia de visitantes y patrulleros animó a los cazadores furtivos a aumentar su actividad, poniendo en mayor peligro a los tamaraws.
Ubicación
Procesar
Resumen del proceso
El uso de los medios de comunicación tradicionales y sociales como instrumentos de marketing está estrechamente relacionado con los otros dos pilares de la solución.
En primer lugar, la campaña de crowdfunding se diseñó con una fuerte presencia en los medios sociales, lo que permitió llegar a públicos diversos y a las generaciones más jóvenes. Esta estrategia facilitó la inclusión de la iniciativa de la Sociedad Tamaraw, ya que se basaba en el mismo enfoque. Ambas se reforzaron mutuamente: la concienciación suscitada por las propias publicaciones de la campaña aumentó la visibilidad pública y la voluntad de contribuir a las actividades de recaudación de fondos de la Sociedad Tamaraw, mientras que esta última también aumentó la concienciación general sobre la campaña.
En segundo lugar, la combinación de la difusión mediática de la propia campaña y las actividades de recaudación de fondos de la Sociedad Tamaraw permitieron que la campaña superara su objetivo inicial y obtuviera recursos suficientes para comprar equipo de patrulla. Esto, a su vez, apoyó los esfuerzos a largo plazo para proteger a los tamaraws.
Bloques de construcción
Uso de los medios de comunicación tradicionales y sociales como instrumentos de marketing para acelerar la sensibilización y la movilización de recursos.
La campaña de crowdfunding mantuvo una fuerte presencia en los medios tradicionales y sociales. Las publicaciones diarias se adaptaron para reforzar el argumento comercial a favor de las donaciones, destacando acontecimientos clave como el Mes del Tamaraw, la muerte del último tamaraw criado en cautividad, Kalibasib, y un tamaraw asesinado por cazadores furtivos. Aprovechando una combinación de plataformas mediáticas, la campaña llegó al público nacional e internacional e involucró a diversos grupos de edad.
BIOFIN Global y Filipinas, el PNUD de Filipinas y varias cuentas del Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales (DENR) republicaron y compartieron los mensajes en las redes sociales. Además, se puso en marcha un programa nacional de embajadores del tamaraw en las redes sociales, con la participación de figuras públicas para promover la campaña. Estas estrategias de comunicación llegaron eficazmente al público en general dentro y fuera de Filipinas.
Los medios de comunicación tradicionales también apoyaron la campaña, con cobertura de cadenas de noticias de renombre como Stand for Truth y GMA Digital Specials.
Por último, se envió un correo electrónico de promoción a más de 2.000 personas a través de la lista de correo mundial de BIOFIN, dirigido a un público especializado de profesionales y socios del sector de la biodiversidad.
Factores facilitadores
Un factor facilitador clave fue la presencia y reputación consolidadas del PNUD en Filipinas, junto con su asociación con actores relevantes como el DENR. Esto contribuyó a la rápida promoción de la campaña en las redes sociales, la rápida participación de figuras públicas y la confianza del público en la iniciativa. La donación de 4.400 USD de la congresista Josephine Ramirez Sato para poner en marcha la campaña, que fue la mayor contribución, fue importante para el impulso de la campaña.
Lección aprendida
Una de las principales lecciones aprendidas es que una campaña de marketing eficaz debe aprovechar múltiples plataformas mediáticas y adaptar sus mensajes para captar a públicos diversos. Mientras que el programa de Embajadores Tamaraw probablemente ayudó a llegar al público más joven y a los usuarios de las redes sociales, los anuncios de la campaña en los medios impresos pueden haber sido más eficaces con el público de más edad.
El principal reto de la estrategia de marketing fue la imposibilidad de producir nuevas fotos y vídeos in situ, dadas las restricciones de viaje y las limitaciones presupuestarias para contratar personal especializado. Esto se abordó mediante el uso creativo de materiales existentes, como videoclips de la película documental de 2019 Suwag o Suko y fotos del Campamento de Biodiversidad de 2018, una iniciativa del PNUD-BIOFIN y el PCT que reunió a periodistas y personas influyentes en el hábitat natural de los tamaraws para concienciar sobre la necesidad de movilizar fondos para su protección.
Catalizar recursos adicionales a través del compromiso social y los defensores: la Sociedad Tamaraw
Para apoyar la campaña de crowdfunding, Parques y Biodiversidad de Filipinas lanzó la iniciativa Sociedad Tamaraw en julio de 2020.
Parques y Biodiversidad de Filipinas es una organización no gubernamental (ONG) sin ánimo de lucro dedicada a la conservación de la biodiversidad del país a través de asociaciones de múltiples partes interesadas, desde las comunidades de base hasta el sector privado.
La Sociedad Tamaraw estaba formada por un grupo de organizaciones y particulares, en su mayoría de las generaciones más jóvenes, que se comprometieron a llevar a cabo sus propias actividades de recaudación de fondos para apoyar la campaña de crowdfunding con al menos 400 USD cada uno (20.000 PHP en aquel momento). Los 19 participantes, denominados campeones, recaudaron colectivamente 7.789 USD (389.450 PHP). Llevaron a cabo actividades como sorteos en línea de cámaras de cine, venta en línea de ropa de segunda mano, subasta de obras de arte digital y venta de artículos como bolsas y camisetas tamaraw.
Factores facilitadores
Un factor clave fue la experiencia previa de Parques y Biodiversidad de Filipinas en la gestión de iniciativas basadas en promotores. La ONG ya había recurrido anteriormente a campeones del sector privado y particulares para apoyar sus programas como método creativo de financiación, lo que contribuyó a la puesta en marcha y el éxito de la iniciativa de la Sociedad Tamaraw.
Lección aprendida
Una de las principales lecciones aprendidas es que las soluciones de financiación creativas pueden complementar estrategias más amplias, como el crowdfunding, implicando activamente a la sociedad civil en torno a una causa compartida.
Utilización de fondos para la mejora a largo plazo de las condiciones de patrullaje
El principal objetivo de la campaña de crowdfunding era cubrir los salarios de seis meses de los 33 miembros de primera línea que estaban de baja. Además, se asignaron fondos para proporcionar paquetes de comida a los 59 miembros de primera línea durante sus turnos de 22 días y se adquirieron equipos y material de patrulla esenciales, lo que generó un beneficio a largo plazo más allá del periodo de la campaña.
Factores facilitadores
Entre los factores favorables cabe citar la disponibilidad de fondos más allá del objetivo inicial, lo que permitió cubrir primero los salarios de los miembros de primera línea y luego adquirir el equipo y el material. El hecho de que los fondos no estuvieran totalmente asignados también contribuyó a este resultado.
Lección aprendida
Aunque el crowdfunding puede ser más adecuado para eventos específicos o campañas a corto plazo -con una eficacia limitada como estrategia de recaudación de fondos a largo plazo-, puede diseñarse para destinar una parte de los fondos, aunque sea pequeña, a resultados que perduren en el futuro. Esto aumenta el impacto global de la campaña y refuerza su contribución a la protección de la biodiversidad.
Impactos
La campaña de crowdfunding recaudó 32.026,03 USD (equivalentes a 1,6 millones de PHP en ese momento), superando su objetivo inicial de 22.980 USD (1,1 millones de PHP) en casi un 40%. La Sociedad Tamaraw aportó el 24% (7.789 USD) del total, mientras que el 81% de las contribuciones procedieron del interior del país.
Los fondos se utilizaron para pagar los sueldos de los 33 guardas de primera línea en excedencia durante seis meses y para proporcionar ayuda de patrulla en forma de paquetes de comida a los 59 guardas y guardabosques habituales. Los fondos restantes se destinaron a la compra de material y equipos de patrulla muy necesarios para mejorar la protección de los tamaraws, como se detalla en el tercer elemento.
Como resultado indirecto, el éxito de la campaña ayudó a desbloquear 25.000 USD adicionales del equipo mundial de BIOFIN para BIOFIN Filipinas, destinados a la ejecución del Plan de Conservación del Tamaraw.
Beneficiarios
Los beneficiarios directos son los 59 miembros de los frentes que recibieron algún tipo de ayuda y la población tamaraw. Los beneficiarios indirectos son los hogares de los habitantes de los frentes, los grupos indígenas, los turistas y la población en general.
Marco Global para la Biodiversidad (GBF)
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Historia

Eduardo Bata es jefe de equipo y guarda forestal del Programa de Conservación Tamaraw (TCP) desde hace 36 años. En una entrevista para la publicación del PNUD-BIOFIN Investing in the Planet's Safety Net: Historias desde el terreno , compartió su relación con los tamaraw y describió cómo la pandemia de COVID-19 afectó a su familia.
Eduardo explicó que los habitantes de Mindoro se sienten muy orgullosos de los tamaraws, ya que la especie sólo se encuentra en esta isla. El PCT calcula que a principios del siglo XX la población de tamaraws rondaba los 10.000 ejemplares. Sin embargo, debido a la caza furtiva, la degradación del hábitat y los cambios en el uso de la tierra, han quedado confinados en las tierras altas. Eduardo compartió su preocupación por esta situación con una llamada a la acción:
"Debemos proteger a los tamaraws de la caza furtiva. Hay que dejarlos en paz para que se reproduzcan y aumente su población. No queremos que los hijos de nuestros hijos ya no puedan ver tamaraws salvajes porque no hemos sabido proteger a los animales".
Los turnos de los guardas duran 22 días consecutivos. Eduardo destaca que pueden ser periodos difíciles: estar lejos de la familia y los hijos, caminar largas distancias y enfrentarse al riesgo de encontrarse con cazadores furtivos armados. Pero para él el trabajo es gratificante.
Con la pandemia y la consiguiente interrupción del turismo, Eduardo y su familia perdieron casi todos sus ingresos. Ahí es donde la campaña de crowdfunding Juntos por los Tamaraws marcó la diferencia. Eduardo señaló que el subsidio supuso una "gran ayuda" para su familia y describió como "reconfortante saber que filipinos y ciudadanos de todo el mundo, de distintos grupos de edad, ingresos e intereses han apoyado" a los de primera línea. También destacó que la compra de equipo y material era esencial para mejorar las patrullas actuales y futuras. Concluyó diciendo que ser manzana para apoyar a los tamaraws y ver crecer su población, aunque sea lentamente, le produce una gran "alegría y honor".
Le invitamos a leer la historia completa de Eduardo a través del siguiente enlace.