El primer huerto comunitario lo construyeron Temp y su hermano por iniciativa propia en una parcela de terreno urbano baldío frente a la casa de Temp, en la Zona Este de São Paulo.
Ambos tienen experiencia en agricultura ecológica: Su hermano dirige la granja de su bisabuelo en Agudo, en el sur de Brasil, y Temp, tras estudiar administración de empresas en Río de Janeiro (1985-88), realizó un curso de dos años sobre agricultura ecológica en una granja de Tübingen, Alemania (1993-95).
La zona ajardinada había sido utilizada como vertedero. Cuando los vecinos vieron que en su lugar se estaba construyendo un huerto, tomaron conciencia y se interesaron por este tipo alternativo de uso de la tierra. Un grupo de personas se reunió para ayudar y reproducir la implantación de jardines. Temp les sirvió de guía.
Hoy, después de haber puesto en marcha 25 huertos comunitarios, considera que la orientación es crucial para el éxito de los huertos. Además, esta orientación debe ser continua e intensiva, sobre todo durante el primer año de puesta en marcha de un huerto. Después, los hortelanos comunitarios son capaces de gestionar su huerto de forma autónoma, pero es importante que Ciudades sin Hambre esté presente como persona de contacto y preste máquinas más grandes cuando sea necesario.
- orientación para la implantación de huertos: conocimientos prácticos y experiencia en agricultura ecológica
- visibilidad del huerto en el barrio
- la comunicación boca a boca entre los vecinos difunde la posibilidad de construir huertos comunitarios
- los vecinos interesados necesitan orientación continua sobre el terreno para la implantación de los huertos
- la visibilidad de los huertos es crucial para que la gente entienda que es posible hacer usos alternativos de la tierra, y para evocar el deseo de reproducirlos
- los huertos se implantan con éxito por iniciativa propia de los residentes, en lugar de utilizar planteamientos descendentes