Esforzarse por estar arraigados localmente, ser participativos y adaptables, a la vez que conectados globalmente.

El "enfoque helicóptero" se ha convertido en parte de nuestra filosofía y es una clave importante del éxito en las Áreas Protegidas. Como ONG, oscilamos constantemente entre lo local y lo internacional, y nuestro objetivo es estar arraigados localmente, pero conectados universalmente.

Nos esforzamos por lograr un equilibrio entre los activos, las capacidades y las necesidades locales, con los conceptos y la experiencia internacionales, sin necesidad de detenernos en ningún "intermediario".

Intentamos ser adaptables y colaborativos en nuestra gestión de la Reserva: buscamos la orientación de la población local para adaptar las técnicas y recomendaciones a nuestro contexto local.

Nuestro personal y los miembros de nuestra junta directiva son predominantemente residentes locales; tenemos vínculos directos con los interesados locales, y damos más importancia a las relaciones personales que a los números en las encuestas a gran escala. Por otro lado, pretendemos adaptar los conceptos internacionales del Programa sobre el Hombre y la Biosfera, y buscamos tener un papel activo en las redes regionales e internacionales, así como establecer asociaciones con donantes multilaterales y fundaciones internacionales.

Creemos que, al estar arraigados localmente y conectados internacionalmente, nos convertimos en socios dignos de confianza a ambos niveles.

Contar con un equipo local, conocedor de la zona, es un requisito previo. Entablar una comunicación transparente y una relación directa con partes interesadas de diversa procedencia fue esencial y llevó al equipo más lejos que depender de "intermediarios".

La voluntad de aprender de las redes regionales e internacionales y contribuir a ellas, y contar con un equipo especializado en distintos aspectos (desarrollo, conservación, comunicación...), así como con contrapartes alentadoras (secretarías de la UNESCO y la UICN), nos permitió estar conectados a escala internacional.

El proceso de construir y mantener relaciones a todos los niveles puede ser agotador y llevar mucho tiempo. Sin embargo, es importante invertir en él, ya que, a la larga, resulta gratificante para todas las partes implicadas.

Estar presente sobre el terreno es tan importante como estarlo en las conferencias: aprender de la gente sobre el terreno y de otras experiencias es crucial, y puede lograrse mediante una comunicación exhaustiva entre los miembros del equipo.

Cuanto más específicos seamos con nuestro proceso, más éxito obtendremos. Por ejemplo, intentamos trabajar una vez con los agricultores locales (no focalizados), invitándoles mediante mensajes masivos a varias sesiones de formación importantes, pero no focalizadas. La participación fue modesta y no se mantuvo la relación con los agricultores.

En cambio, cuando trabajamos con apicultores, primero empezamos con visitas individuales a cada uno de los 51 apicultores, tomando nota de sus necesidades, su escala de trabajo, sus técnicas. Se estableció una relación. Así se llevaron a cabo con éxito varias intervenciones, y el contacto personal se mantiene con regularidad.