Protección de Praderas, Ojos de Agua y Manantiales

El objetivo de esta medida es evitar las pérdidas de agua, reteniéndola, aumentando su captación y evitando y controlando la erosión en los períodos en los cuales la lluvia es más intensa. Para lo cual se trabaja en la protección de praderas, ojos de agua y manantiales con cercos vivos de plantaciones de especies nativas de queñuales (como Polylepis incana o Polylepis racemosa), principalmente, además de colle (Budleja sp.), sauco (Sambucus peruviana) y aliso (Alnus spp), así como pircas de piedras. A su vez, se mantiene e incrementa la capacidad del ecosistema para continuar generando el servicio para las comunidades y resistir las variaciones climáticas, gracias a que la población organizada cuida, protege y conserva los ojos de agua, manantiales, praderas, pajonales y bosques de la Jalca o parte alta de la cuenca, y da un buen uso de las aguas.

La selección de especies forestales se basa en el conocimiento tradicional sobre las especies que tienen mejor aptitud para el objetivo pensado. Así, se construye uniendo el conocimiento tradicional al técnico y con trabajos comunales participativos como mingas, que integran y aumentan la cohesión social.

  • Estas prácticas han sido identificadas y planificadas luego de un análisis colectivo de los propios pobladores, según la realidad socioecológica de la zona, y han sido priorizadas en el PMP.
  • Se ha requerido que se reúnan grupos de varias familias que se benefician con el agua, previo inventario de estas fuentes de agua realizado por los mismos pobladores; para que se organicen y brinden la mano de obra necesaria.
  • Es un apoyo compartido, ya que los comuneros contribuyen y se apoyan mutuamente en estos trabajos.
  • El proceso constructivo de la protección de las praderas, ojos de agua y manantiales ha generado en las comunidades y, más aún, en sus líderes y autoridades una mayor autoestima, un fortalecimiento de sus capacidades y un compromiso mayor para con su familia, comunidad y futuras generaciones.
  • Al proteger sus fuentes de agua, además de mantener e incrementar la capacidad del ecosistema para continuar generando la provisión de agua a las comunidades locales, permite que resistan a las variaciones del cambio climático, optimiza su uso, asegura este vital elemento para épocas de escasez o sequía y promueve el bienestar de las comunidades.
  • Al igual que para el primer BB, la demanda de mano de obra remunerada en la zona, disminuye la disponibilidad de las familias para el trabajo en mingas, condicionándolos a ciertos días y con restringida participación.
Cosecha de Agua en Microreservorios y Riego por Aspersión

Dentro de la concepción del manejo integral de la parcela familiar, la cosecha de agua fue uno de los puntos más importantes para darle sostenibilidad al proceso. En este sentido, se buscó que las comunidades de la Jalca fortalezcan su cultura del agua y le den un uso eficiente y que conserven el ecosistema que la provee, tomando en cuenta que es probable que la escasez de agua será cada vez mayor por los efectos del cambio climático. Así, la familia campesina, incorporó el uso eficiente del agua y su conservación como un aspecto fundamental en su desarrollo, logrando el aprovechamiento de la escorrentía de agua en épocas de lluvia a través de los microreservorios familiares y el riego por aspersión. El objetivo fue cosechar, aumentar y usar el agua. Los microreservorios de tierra se construyeron uniendo el conocimiento tradicional y técnico, en el marco de trabajos comunales familiares llamados “mingas”, los cuales fortalecen la organización social y los valores de apoyo mutuo y cohesión social entre las familias y la comunidad. Además, el Proyecto PPA aportó parte de la alimentación, algunas herramientas y materiales necesarios, así como la dirección técnica y acompañamiento en el proceso. El gobierno local aportó maquinaria con combustible para las excavaciones de los pozos.

  • Las tecnologías fueron identificadas y planificadas luego de un análisis colectivo de la realidad socioecológica de la zona, realizado por los propios pobladores, y fueron priorizadas en el Plan de Manejo Participativo.
  • Se ha requerido que se reúnan grupos de 2 o 3 familias que se benefician con el agua del microreservorio, para contar, así, con la mano de obra necesaria, adicional al apoyo de la comunidad. Se trata de un apoyo compartido, ya que todos contribuyen en la construcción del microreservorio para cada grupo familiar.
  • El proceso constructivo de los microreservorios ha generado en las comunidades y, más aún, en sus líderes y autoridades una mayor autoestima, un fortalecimiento de sus capacidades y un compromiso mayor para con su familia, comunidad y futuras generaciones.
  • El uso de riego tecnificado permite optimizar el uso del agua y asegurar, así, este vital elemento para épocas de escasez o sequía.
  • Las mingas familiares son una actividad comunal; una costumbre ancestral, que viene siendo recuperada y revalorada por las comunidades, como la gran fuerza que poseen como comunidad para desarrollar cualquier actividad, trabajo y evento que se presenten.
  • Los diferentes proyectos de infraestructura que se venían desarrollando en la zona, tales como la construcción de su carretera y la instalación de la red de energía eléctrica, que ofrecen un trabajo remunerado y constituyen una oportunidad para que las familias campesinas tengan un ingreso económico adicional, condicionaron los trabajos de mingas a ciertos días y con restringida participación.
Planes de Manejo Participativo de la Jalca de la Microcuenca Ronquillo

El Plan de Manejo Participativo de la Jalca (PMP) es un documento construido participativamente con sus líderes, autoridades y comuneros, donde se establece el marco programático y de acción para alcanzar los objetivos de manejo a corto, mediano y largo plazo (10 años). El PMP plasma las principales necesidades de las comunidades en función de las amenazas, analizadas con las comunidades para juntos minimizar estas amenazas. En su elaboración se buscó la participación activa tanto de hombres como de mujeres, así como de personas de todas las generaciones de la comunidad. El plan consta de 5 componentes que permiten planificar, en un análisis colectivo, las acciones para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad y el agua. Estos componentes tomaron en cuenta los problemas y amenazas socioambientales identificados en el diagnóstico socioecológico y en la priorización de amenazas realizados para esta microcuenca entre las cuales se incluye tanto las presiones antrópicas locales como los efectos adversos del cambio climático. Su fin es promover un proceso de cambio social, gestión e implementación de alternativas sostenibles para la conservación de la Jalca. El PMP se torna en un instrumento dinámico de gestión y manejo sostenible de la Jalca a nivel comunal.

  • El PMP requiere ser construido participativamente con los líderes, autoridades y comuneros, para permitir un aprendizaje colectivo, una reflexión crítica, un análisis, una sensibilización y un empoderamiento hacia la Jalca. 
  • El PMP requiere ser incorporado a otros instrumentos de política pública, para darle sostenibilidad (lo cual se logró anclándolo al Plan de Desarrollo Concertado del distrito).
  • Mantener las costumbres ancestrales del trabajo colectivo y ayuda recíproca no remunerada, tal como la “minga”, que se está perdiendo a nivel andino.
  • El proceso de construcción participativa del PMP ha generado en las comunidades, sus líderes y autoridades una mayor autoestima, un fortalecimiento de sus capacidades y un compromiso mayor.
  • Es necesario que se incluya un proceso de formación para líderes/lideresas encargados/as de replicar los conocimientos generados y motivar a las personas de su organización para continuar la gestión del PMP.
  • Si la toma de decisiones respecto al manejo de recursos naturales, particularmente, tareas de conservación, ocurre en los espacios comunitarios institucionalizados, las comunidades invierten todos sus esfuerzos en lograr los objetivos planteados.
  • Si las comunidades se apropian de los planes de manejo, logran obtener presupuestos del municipio local para la comunidad. Es decir, se articula la planificación comunal a la escala territorial superior (Gobierno municipal y regional).
  • Se requiere revalorar los recursos naturales nativos y conocimientos tradicionales en el manejo sostenible, ante un contexto en el cual se valora cada vez más lo “occidental”.
CIPDER
Planes de Manejo Participativo de la Jalca de la Microcuenca Ronquillo
Cosecha de Agua en Microreservorios y Riego por Aspersión
Protección de Praderas, Ojos de Agua y Manantiales
Viveros de Plantas Nativas y Forestación
Recuperación de Plantas Tintóreas en Tejidos Artesanales
CIPDER
Planes de Manejo Participativo de la Jalca de la Microcuenca Ronquillo
Cosecha de Agua en Microreservorios y Riego por Aspersión
Protección de Praderas, Ojos de Agua y Manantiales
Viveros de Plantas Nativas y Forestación
Recuperación de Plantas Tintóreas en Tejidos Artesanales
La Biorremediación

La biorremediación incluye el empleo de organismos para eliminar contaminantes del suelo o agua. En el sistema de biorremediación el agua proveniente del canal de Chonta pasa primero por pozas sedimentadoras y luego por otras más grandes donde se instalaron totorales y juncos -plantas locales - que absorben el óxido del agua por medio de sus raíces. También se usan bacterias que reducen la acidez del agua. Finalmente, el canal provee de 120 L de agua purificada por segundo para toda la población. Su implementación se dio gracias a la colaboración de instituciones a partir de la demanda comunal. Se diseñó bajo criterios de conocimiento tradicional y científico: los lugares apropiados para construir las pozas de sedimentación, la zona de humedales, la selección de las plantas como la totora y la tecnología para el trasplante a los humedales. La municipalidad apoyó proveyendo la maquinaria. Los miembros del CIAL y la comunidad realizan la limpieza de las pozas de sedimentación una vez al año entre abril y mayo. Al iniciarse las lluvias dejan ingresar un mínimo de caudal, solo para el mantenimiento de los humedales y el uso de algunos agricultores.

El CIAL realiza el monitoreo de la calidad del agua del sistema dos veces al año; miden principalmente el pH y la conductividad eléctrica.

  • Partió de un proceso impulsado localmente para solucionar un tema de prioridad local.
  • La medida es parte de una estrategia mayor: el Plan de Desarrollo Comunal (PDC).
  • Organización de la participación local a través del comité.
  • Relación previa de confianza entre la comunidad y el Instituto de Montaña, que apoyó en la implementación.
  • El monitoreo continuo de la calidad y el buen funcionamiento del sistema de biorremediación por parte de los integrantes del comité.
  • Se requiere planificar el abastecimiento de insumos, ya sea confirmando si existen las fuentes donde adquirirlos o si será necesario producirlos, como las bacterias sulfo-remediadoras en las plantas de tratamiento de agua residuales. Si bien las plantas existen, no hay un buen manejo ni bacterias suficientes por lo que el laboratorio necesita producirlas especialmente para instalarlas en las pozas de humedales.
  • La tecnología  también requiere reglas para el uso adecuado del agua tratada.
  • La operatividad del comité de agua es un factor clave y requiere de fortalecimiento institucional y asesoría.
  • Un rol importante del comité es el seguimiento al sistema a través del monitoreo y el mantenimiento de la infraestructura.
  • La implementación necesita ser acompañada de capacitación, como por ejemplo en el monitoreo y el mantenimiento de la infraestructura (limpieza de pozas de sedimentación y humedales) y manejo de sedimentos.
Investigación Acción Participativa

La Investigación Acción Participativa (IAP) hace referencia a la investigación basada en tres pilares: (i) Investigación: creencia en el valor y el poder del conocimiento y el respeto hacia sus distintas expresiones y maneras de producirlo; (ii) Participación: enfatizando los valores democráticos y el derecho a que las personas controlen sus propias situaciones y destacando la importancia de una relación horizontal entre la comunidad involucrada y organizaciones externas; y (iii) Acción: un cambio que mejore la situación de la comunidad. Más que la metodología o las técnicas utilizadas, lo que distinguen a la IAP de otras maneras de hacer investigación son el compromiso con el cambio social y la búsqueda expresa de colaborar con el empoderamiento de grupos vulnerables para que decidan y gestionen su propio cambio. El CIAL, con apoyo del Instituto de Montaña y la Universidad Nacional de Ancash Santiago Antúnez de Mayolo, llevó a cabo una IAP en calidad de agua entre 2010 y 2013 que incluyó diálogo de saberes entre investigadores locales y especialistas externos, entrenamiento para medir la calidad del agua con equipos de campo que evalúan los parámetros (PH, conductividad, acidez, oxígeno disuelto y otros) y la identificación e implementación de la solución de biorremediación.

  • Los espacios de dialogo entre el conocimiento local y el académico, facilitados con procesos de investigación participativa y diálogo de saberes.
  • El apoyo de un tesista de la universidad local que dio el soporte técnico.
  • La organización de los directivos de la comunidad, por su capacidad de gestión con la municipalidad provincial.
  • La colaboración del gobierno local, las faenas comunales para la construcción de pozas de sedimentación.
  • La constancia de los investigadores locales y el tesista, desde la propuesta, hasta la implementación y monitoreo.
  • La interacción permanente de los investigadores locales con el tesista, y los facilitadores del proyecto, generó un proceso de reflexión y aprendizaje colectivo que permitió comprender el problema, buscar alternativas e implementar una solución adecuada al contexto local.
  • Trabajar en coordinación con autoridades locales y la asamblea comunal fue fundamental para lograr la aprobación y el apoyo de la comunidad.
  • El diálogo de saberes y la valoración del conocimiento local permitió encontrar soluciones que se fueron presentado. P.ej. la preparación de esquejes de totorilla (Juncos articus) no dio buenos resultados siguiendo el propuesto del especialista de la universidad pero sí funcionó la técnica sugerida por los investigadores locales que ya habían ensayado en la recuperación de pastos nativos.
  • La metodología IAP ayuda a la planificación técnica adaptativa. P.ej. al inicio el sistema de biorremediación hubo dificultad para controlar del caudal del agua del canal. Los investigadores buscaron una solución para colocar compuertas al inicio de las pozas de sedimentación y los humedales.
El Comité de Investigación Agropecuaria Local

El Comité de Investigación Agropecuaria Local (CIAL) se constituyó en 2000 y sus miembros fueron escogidos en una asamblea comunal. Los criterios que establecieron los mismos comuneros para elegir a los investigadores locales se basaron en ciertas características como ser observadores, comprometidos, responsables y puntuales. El CIAL se inició con 16 miembros entre varones y mujeres. Su creación se basa en los principios de la Investigación Acción Participativa (IAP). El CIAL y el IM inicialmente realizaron una investigación participativa entre 1999 y 2001 para recuperar pastos para ganado vacuno, comenzando con una ha cedida por la comunidad para tal fin y terminado con 10 ha gracias al creciente interés de los comuneros.

En 2010 el CIAL se reactivó con 24 integrantes para realizar investigaciones denominándose "Buen pasto, Buena agua”. En 2014 el CIAL se institucionalizó en la comunidad, siendo parte de su organigrama como uno de sus comités especializados y quedando inscrito en el reglamento interno de la comunidad. Es un comité muy activo, que está en diálogo permanente con sus directivos y con toda la asamblea para informar los avances de la investigación y sus propuestas, de esta manera pueden tener el respaldo para los trabajos necesarios por medio de las faenas comunales.

  • El compromiso de sus integrantes (aunque algunos jóvenes tuvieron que retirarse debido a sus otras obligaciones).
  • El soporte y respaldo de sus dirigentes comunales.
  • El nivel de gobernanza de la comunidad, que se ve reflejado en: (i) su nivel de planificación, la comunidad elaboró su Plan de Desarrollo Comunal; (ii) la Institucionalización del CIAL en el organigrama y reglamento interno de la comunidad; y (iii) la capacidad de gestión de los líderes comunales, quienes lograron apoyo externo (p.ej. maquinaria pesada) para implementar las acciones.
  • El proceso de la institucionalización del comité tomó mucho más tiempo de lo previsto, desde su constitución en el año 2000 hasta su reconocimiento en el estatuto como asesores técnicos de la comunidad en los temas de pastos y agua.

  • El empoderamiento y fortalecimiento de las capacidades de los miembros del comité en el uso de equipos de monitoreo de la calidad de agua y en la interpretación de los datos fue clave.

  • La iniciativa respondió a una necesidad prioritaria de la misma comunidad, como es el agua, respondiendo a problemas que tenían desde el año 1970. Como mencionan los miembros del CIAL, “siempre nos preguntábamos y preguntaba a otras instituciones por qué el color del agua y el olor, el sabor había cambiado y nadie nos daba respuesta, hasta que logramos entender y mejorar la calidad de nuestra agua” (Vicente Salvador).

  • Se requiere preparar representantes alternos para el comité, puesto que demanda mucha dedicación de tiempo, por lo que algunos integrantes muy empoderados dejaron el comité debido a sus otras obligaciones. 

Revista Somos
El Comité de Investigación Agropecuaria Local
Investigación Acción Participativa
La Biorremediación
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Investigación Acción Participativa
La Biorremediación