Adopción de un marco legal propicio

Para otorgar la responsabilidad de la gestión a una entidad local, fue necesario crear un nuevo marco legal. La Ordenanza Laponia es la única legislación que se aplica a un sitio del Patrimonio Mundial en Suecia. Permite que la Junta Administrativa del Condado y la Agencia de Protección Ambiental cedan responsabilidades a Laponiatjuottjudus. En casos normales, son los municipios o el Consejo de Administración Provincial los que administran un nuevo sitio del Patrimonio Mundial.

  • Voluntad de las autoridades para probar nuevas soluciones.
  • No tener miedo de pensar fuera de la caja.
  • Voluntad de compromiso.
  • Es realmente difícil dar recomendaciones sobre cómo los actores de otros países deberían trabajar con un proceso similar, porque mucho depende de la situación en el país, de cómo es la relación entre los diferentes actores y los habitantes del lugar.
  • Es necesario comprender bien qué posibilidades tienen el gobierno, las autoridades y la población local para participar en un proceso como el Proceso Laponia.
  • Es fundamental saber qué se puede hacer con el marco legal porque la propuesta debe ser compatible con el resto del marco legal del país.
Establecimiento de un proceso de diálogo inclusivo: el Proceso de Laponia

El Proceso de Laponia fue un enfoque de diálogo creado y desarrollado por una diversidad de partes interesadas en la propiedad del Patrimonio Mundial del Área de Laponia. Dado que Laponia es un área grande que consta de varias áreas protegidas, establecer un sistema de gestión coordinado en su conjunto ha sido un gran desafío desde su inscripción en la Lista. La Junta Administrativa del Condado de Norbotten y las comunidades y municipios sámi de Jokkmokk y Gällivare comenzaron a preparar sus programas de conservación de forma independiente. El Proceso de Laponia se inició por iniciativa del Gobernador de Norrbotten en 2005 incluyendo a todos los interesados ​​en un proceso de diálogo basado en un conjunto de valores comunes, que llevaría a las partes a ponerse de acuerdo en temas cruciales y los términos en los que el Área Laponia debería ser administrada. Se determinó que todas las decisiones se tomarían por consenso y se solicitaron nuevas regulaciones para los parques nacionales y reservas naturales. En 2006, las partes firmaron un acuerdo común que remitieron al Gobierno, que contenía:

  • Un conjunto de valores básicos comunes
  • Intenciones comunes para varios esfuerzos
  • El establecimiento de una delegación temporal de Laponia
  • Preparativos para el inicio de un grupo de gestión del Patrimonio Mundial con mayoría sámi en el comité.

La voluntad política del gobernador de Norbotten, las organizaciones aldeanas sámi a través de la asociación Midjá Ednam, el interés de los municipios de Jokkmokk y Gällivare y el respaldo de la SEPA fueron condiciones esenciales para iniciar el proceso. La iniciativa nace de la aceptación de las diferentes realidades de las partes involucradas y la fuerte voluntad de co-crear una nueva gestión para el Área Laponia. Además, hubo suficiente financiamiento para el proyecto y cada grupo participó con las mismas condiciones económicas.

  • Para establecer una organización basada en el consenso y desarrollar una nueva forma de gestión, es necesario escuchar a las personas y aprender por qué piensan como piensan y hacen como hacen (son las normas y los valores los que forman sus ideas y prácticas), pero también explicar abiertamente por qué uno está pensando y actuando de la manera en que lo hace. Esto toma tiempo y se trata de aprender unos de los otros y aceptarse.
  • Es un proceso que no se puede hacer en la oficina, se necesita salir y conocer a la gente en su vida cotidiana con regularidad.
  • No se puede apresurar ni pensar en soluciones rápidas.
  • El Proceso de Laponia tomó seis años hasta que todas las partes interesadas involucradas pudieran ponerse de acuerdo sobre una organización común y un plan de gestión. Para realizar un proceso así, es necesario contar con tiempo, financiación y las personas “adecuadas”.
  • Escuchar el uno al otro.
  • Reflexionar sobre las preguntas difíciles y discutirlas con otros representantes, antes de que se tomen las decisiones.
Creando una visión común del territorio a partir del agua

Para promover una conectividad operativa entre las diversas subcuencas, incluyendo ecosistemas y prácticas productivas, se buscó un hilo conductor que vinculara la dinámica de los diversos territorios y actores de la parte alta y de la parte baja de cada cuenca. El modelado de la provisión superficial de agua y del potencial de retención de sedimentos en las diversas subcuencas permitió identificar las relaciones emisor-receptor-acumulación, y de ahí empezar a conectar las dinámicas entre las zonas que demanda los SE (ej, poblaciones, zonas turísticas y hoteleras) y aquellos que los producen (zonas montañosas con cobertura forestal). A partir de ello, se reunió a los diversos actores para enseñarles las características de los territorios donde estos dos servicios estaban presentes y, sobre todo fomentar, a través de la generación de información clave, a nivel productivo y de servicios hidrológicos, que los actores de gobierno y de asociaciones civiles, se vieran en el territorio y se preguntaran qué se hace, cómo se hace, y por qué.

  • Contar con una red de ONGs locales con gran experiencia de trabajo en el territorio para poder proporcionar tutorias y acompañamiento a los productores;
  • Contar con materiales de enseñanza de gran calidad y métodos apropiados para las comunidades
  • Compromiso e interés de los diversos actores e instituciones locales hacia el proceso entero

La conectividad intrínseca en la metodología de los PAMIC ha probado ser un aspecto que atrae el interés de las instancias de gobierno y por los actores del territorio porque ayudan a identificar con quien trabajar en el territorio para trabajar estrategias productivas (ej. café, caña). Este aspecto permite a los actores locales, autoridades y usuarios del territorio ir entendiendo colectivamente los dinamismos entre las diversas subcuencas. Además, los PAMIC han favorecido el diálogo y el reconocimiento entre autoridades municipales de una misma cuenca sobre el tema del agua.

Gobernanza y arreglos inter-instituciones a diferentes niveles

Para la creación y desarrollo de los PAMIC, diversas instancias de gobierno pertenecientes al sector ambiental unieron esfuerzos y diseñaron un proyecto muy vanguardista e innovador que surge de la sincronía de tres instituciones de gobierno federal y de un fondo privado. El INECC coordina la construcción de los planes (PAMIC); la CONANP consolida la gestión y operación en ANPs, y la CONAFOR implementa el esquema de Pago por Servicios Ambientales (PSA) del fondo de biodiversidad. Por su parte, el FMCN contribuye con su experiencia en el manejo de esquemas de financiamiento; mediante dichos arreglos interinstitucionales, se formaron dos fondos más para detonar efectos. Además, el diseño de gobernanza y coordinación interinstitucional incluye un Comité Técnico del Proyecto que supervisa y dirige la operación del C6; una Unidad Coordinadora del Proyecto y dos Unidades Regionales de Proyecto, las cuales tienen la responsabilidad de la coordinación diaria en temas técnicos y logísticos. Este diseño de coordinación interinstitucional es parte esencial para generar mayores alcances en el ordenamiento del territorio buscando impactos colectivos.

  • Trabajo muy coordinado entre las instituciones con una visión clara sobre el uso de los instrumentos de financiamiento y gestión;
  • Interés de las instituciones por participar y contribuir con su experiencia y el apoyo que ellas brindan a través de sus programas de asistencia social, de subsidios, dirigidos a ciertos lugares;
  • Recursos financieros e institucionales suficientes.
  • Los esfuerzos de coordinación interinstitucional se vieron beneficiados por la creación de un esquema de gobernanza policéntrica, entre niveles y actores.Dicho esquema, respaldado por acuerdos formales entre las instituciones participantes, ha establecido de manera transparente las “reglas del juego” para todos los demás actores involucrados en el proyecto a nivel regional y local.
  • Este aspecto de formalidad institucional ha derivado, en la práctica, en un instrumento de planeación muy dinámico que fortalece la toma de decisiones y que ayuda a cada actor, desde el nivel en donde está trabajando, a aprovechar los diversos elementos de planeación y de manejo del territorio.
  • Así también, se ha visto que incrementa la confianza de las instituciones en los procesos territoriales a escala local. Por ejemplo, al mejorar las decisiones de las instancias gubernamentales para aterrizar recursos de sus programas.
  • CONAFOR inició ya este camino incluyendo en sus criterios de prelación,favoreciendo a aquellas zonas que cuentan un PAMIC. Este criterio es tener capital para esquemas de conservación.
Modelando el ecosistema con pocos datos

Por su naturaleza, las pesquerías en pequeña escala suelen contar con datos limitados, poco sistematizados y de escalas de tiempo cortas. Esta escasez de información representa un reto para conocer, por ejemplo, la interacción que tiene el arte de pesca con el ecosistema y su impacto en el hábitat; dicha información es fundamental en la implementación de un proyecto de mejora pesquera. Alrededor del mundo, se han desarrollado diferentes metodologías que permiten generar información sobre los impactos de la pesquería en el ecosistema; una de ellas, es la modelación a partir del programa Ecopath con Ecosim.             
COBI utilizó esta herramienta incluyendo información generada por las pescadoras y los pescadores mediante las bitácoras de pesca, así como información biológica y ecológica para las especies que habitan las zonas de pesca. Además, para robustecer el modelo, se integró el conocimiento ecológico tradicional de las comunidades pesqueras mediante la aplicación de entrevistas, de las cuales se obtuvo información relevante sobre la alimentación de las especies, su distribución geográfica, temporada reproductiva, etc.

  1. El que las pescadoras y los pescadores estén generando información sobre las pesquerías por medio de un monitoreo pesquero.
  2. Es importante integrar el conocimiento tradicional de las personas dedicadas a la pesca, ya que ellas cuentan con un gran acervo de importante información sobre su entorno natural y las especies.
  3. Los resultados se tienen que dar a conocer con las personas de la comunidad pesquera, con el fin de que valoren y se apropien de su conocimiento.
  1. El proceso para obtener los resultados, a partir de la modelación por Ecopath con Ecosim, pude llevar alrededor de seis meses, ya que se debe hacer una búsqueda de información, entrevistas a las personas de la comunidad, analizar la información y realizar los modelos.
  2. Es importante socializar con las y los pescadores la importancia y el beneficio de conocer los efectos de la pesquería en el ecosistema, y darles a conocer cómo se integra su conocimiento tradicional para poder obtener información más robusta hacia un manejo ecosistémico.
  3. Las entrevistas realizadas con las y los pescadores para registrar su conocimiento tradicional fueron largas (aprox. 40 minutos), lo que en ocasiones hacía que se perdiera el interés por parte del entrevistado. Además, respecto al tiempo necesario para realizar cada una de las entrevistas, la disponibilidad para entrevistar a más miembros, podría ser escasa.
Co-inversión para la sostenibilidad pesquera

Para lograr el éxito en la sostenibilidad de los recursos pesqueros, debe existir una participación activa de diversos actores (comunidades pesqueras, sector de gobierno, academia, organizaciones de la sociedad civil y el mercado). En 2018, COBI comenzó a monitorear los costos (económicos y en especie) asociados a la implementación y desarrollo de proyectos de mejora pesquera. A partir de este ejercicio, se documentó que generalmente al inicio de los proyectos, la filantropía realiza la mayor inversión económica a través de OSC, mientras que las comunidades pesqueras la realizan en especie (p.ej. poniendo a disposición sus embarcaciones para las actividades), y también otros actores participan (p. ej., instancias de gobierno o academia). El objetivo de la co-inversión comunitaria, es conseguir que, con el tiempo las comunidades pesqueras se organicen y comprometan para continuar solventando los gastos asociados a este tipo de proyectos, y lograr una mayor autonomía financiera. COBI y las comunidades pesqueras desarrollaron en conjunto una estrategia por escrito con un plazo a cinco años, en donde las comunidades se comprometen a mantener un porcentaje de aportaciones económicas gradual para lograr co-responsabilidad y manejar el proyecto por su cuenta.

1.  Los actores involucrados conocen los costos del proyecto y a partir de ahí cuentan con una estrategia financiera gradual para la co-inversión.

2. Los actores involucrados cuentan con procesos transparentes y de responsabilidad para la construcción de confianza, y así sostener los proyectos de mejora pesquera a largo plazo.

  1. El hacer un mapeo de los actores interesados en el co-manejo de la pesquería desde el inicio. Esto permite hacer visibles a todos los que pueden/deben participar en las contribuciones financieras de las prácticas de mejora y el seguimiento del proyecto.
  2. El integrar y capacitar a todos los actores que participan en la cadena de valor sobre la importancia y beneficio de ser co-inversores de las mejoras de la pesquería.
  3. Considerar las aportaciones financieras y en especie (p. ej. capital humano, tiempo invertido, generación de datos/información, infraestructura-espacio para reuniones). Esto permite valorar, reconocer, y hacer visibles las contribuciones y el compromiso a la pesca sostenible desde cada sector.
  4. Lograr la co-inversión no es un proceso sencillo, ya que involucra cuestiones financieras. Por ello, se requiere capacitar a los participantes y hacer que reconozcan su importancia.