Una característica distintiva de esta reserva es que casi la totalidad de su territorio se encuentra bajo propiedad comunitaria, "ejidal" o privada, y no bajo control federal. La CONANP tuvo que adoptar un enfoque diferente al trabajar con las comunidades en cuestiones de adaptación al cambio climático; la CONANP decidió trabajar con una perspectiva basada en los ecosistemas. Este enfoque ha requerido una interpretación flexible de las normas e instituciones federales que rigen las políticas de conservación y mitigación del cambio climático. En el centro de esta flexibilidad ha estado el rechazo de un enfoque de polígono estrictamente administrativo para definir grandes áreas de conservación en las que no se pueden realizar actividades productivas en los ecosistemas de manglar. Las discusiones y negociaciones abiertas con las comunidades locales han dado lugar a que la CONANP adopte un enfoque flexible, que ha utilizado el conocimiento local para identificar una división de los manglares relevante para el ecosistema y los medios de subsistencia, en áreas designadas para la conservación pura y para actividades productivas sostenibles. El mantenimiento de actividades productivas sostenibles en los sistemas de manglares apoya el objetivo a largo plazo de cambiar las actitudes de la comunidad hacia el mantenimiento de los sistemas de manglares como un componente integral de los medios de subsistencia de la comunidad.
1. Diálogo y negociación intensivos (antes y después del establecimiento de la reserva) con las comunidades locales.
2. Escuchar y aceptar la validez de las opiniones de las comunidades locales y de los trabajadores sobre el terreno a la hora de diseñar las políticas.
3. Disposición a cambiar las normativas y enfoques institucionales para dar cabida a diversos puntos de vista y conocimientos locales.
4. Capacidad para supervisar la eficacia de las medidas planificadas y saber reconocer cuándo es necesario modificar los planes con el apoyo de la comunidad local.
1) Pronto quedó claro que designar un área de conservación basándose únicamente en un polígono predefinido administrativamente no iba a resultar una estrategia de conservación y gestión exitosa, porque el polígono: a) no abarcaba correctamente los ecosistemas y su conectividad; b) excluía la posibilidad de que las comunidades generasen un sentimiento de pertenencia a la reserva, sin el cual no puede ser posible la corresponsabilidad en su conservación.
2) La conservación y los medios de vida son dos caras de la misma moneda. En los ecosistemas en los que viven las comunidades, no se puede tener una sin la otra.
3) El equilibrio entre conservación y medios de vida se consiguió mediante la negociación y la apertura de miras de ambas partes: se aceptó una zona de conservación más pequeña a cambio de controles más estrictos, y un mayor esfuerzo de los pescadores por mantener un enfoque sostenible de las actividades productivas en el resto de la reserva.