La Ordenanza sobre Derechos de la Sostenibilidad se basa en el concepto de que la naturaleza tiene derechos inherentes, al igual que los humanos gozan de derechos humanos inherentes. El movimiento por los derechos de la naturaleza está creciendo en todo el mundo. Por ejemplo, en 2017, cuatro ríos obtuvieron el reconocimiento de su personalidad jurídica (en Nueva Zelanda, India y Colombia).
Las condiciones son (1) defensores locales que apoyen los derechos de la naturaleza, (2) legisladores o jueces dispuestos a considerar los derechos de la naturaleza como una alternativa al paradigma jurídico actual, según el cual la naturaleza es propiedad, y (3) apoyo jurídico profesional de defensores experimentados de los derechos de la naturaleza (por ejemplo, el Earth Law Center).
Contar con un defensor interno es esencial para el éxito de las leyes de derechos de la naturaleza. En nuestro caso, un miembro del Grupo de Trabajo Medioambiental de Santa Mónica (un organismo cuasi gubernamental dirigido por ciudadanos) nos apoyó enormemente, lo que nos ayudó a conseguir una audiencia con el Ayuntamiento de Santa Mónica. Además, es necesario un análisis jurídico y una redacción cuidadosos para crear una ley de derechos de la naturaleza jurídicamente defendible. Un aspecto que podría funcionar mejor es un calendario específico para la plena aplicación de una ley de derechos de la naturaleza, así como un mecanismo de financiación específico, ya que esto es necesario para garantizar que los derechos de la naturaleza se aplican realmente sobre el terreno.