


El Bosque de Alimentos de Hsinchu es el resultado de un proceso abierto y participativo entre el ayuntamiento y varias partes interesadas de la ciudad, como residentes locales, grupos comunitarios, organismos municipales, escuelas e incluso aquellos a los que inicialmente podría no gustarles la idea de un bosque urbano de alimentos. Para garantizar la participación y el apoyo públicos, es esencial que cada paso de la construcción del bosque alimentario sea un proceso abierto y participativo. Celebramos más de 30 horas de charlas para educar a las comunidades locales y aledañas sobre la idea de un bosque alimentario, incluso invitamos a los cofundadores del Beacon Food Forest a compartir su experiencia con el gobierno municipal y las comunidades, lo que fue de gran ayuda para conseguir el sí oficial. También convocamos un concurso para recoger las ideas de la gente sobre el diseño del lugar, y más tarde pedimos a un paisajista que combinara las ideas de los grupos ganadores. Mantuvimos una estrecha relación con el funcionario encargado de la gestión y las comunidades locales (y los medios de comunicación) para asegurarnos de que las partes interesadas estuvieran informadas de los últimos avances del bosque de alimentos, y para modificar el diseño a tiempo cuando alguien planteara preocupaciones que se habían pasado por alto, como que la gente pudiera tropezar y caerse al estanque por la noche. Añadimos un seto corto e iluminación para evitar esas posibilidades.
1. Un grupo con fuertes incentivos para llevar a cabo el proyecto que pueda negociar con las distintas partes interesadas y asumir la responsabilidad.
2. Una actitud abierta y positiva a la hora de enfrentarse a obstáculos y opiniones diferentes.
3. Comprensión plena y clara del proyecto, los posibles obstáculos y otra información por parte de cada parte interesada.
4. 4. Apoyo de todas las partes interesadas o miembros de la comunidad. Esto es fundamental cuando el proyecto se desarrolla en terrenos públicos.
5. 5. Diseño participativo: la comunidad también debe ser consultada y participar en el diseño del emplazamiento.
El apoyo del propietario del terreno, especialmente cuando se trata del gobierno municipal, es muy importante para que este proyecto sea sostenible, ya que ayuda a afrontar muchos retos y aporta legitimidad al proyecto. Durante el proceso, uno se enfrentará sin duda a opiniones diferentes o tropezará con problemas de comportamiento, a veces razonables y a veces no. Por ejemplo, muchas de las sugerencias de los ancianos locales iban en contra del concepto de "cuidado de la tierra" o "reparto justo", como querer utilizar pesticidas para paliar los problemas de plagas o impedir que la gente que no les gusta participara en el bosque de alimentos. Aunque mantuvimos una actitud abierta y positiva e intentamos que todos fueran iguales y estuvieran contentos, nos resultó difícil hacer cumplir el código de conducta, ya que no somos funcionarios ni residentes locales. Aquí es cuando el gobierno municipal podría desempeñar su papel coordinando los conflictos y emitiendo el juicio final. Hay que tener en cuenta que esto podría no ser así si el proyecto se desarrolla en otros entornos culturales.