Un planteamiento de colaboración en el que las comunidades locales y las autoridades comparten la responsabilidad y la toma de decisiones sobre la gestión de los recursos naturales -como los bosques, la pesca o las AES- ayuda a equilibrar la conservación con las necesidades de la comunidad, mejorar el cumplimiento, generar confianza y garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
Wewalkele, una de las ESA piloto, alberga varias especies amenazadas, como la thamba-laya (Labeo lankae), el leopardo, el gato pescador, el elefante y la nutria euroasiática. Entre sus 125 especies de flora, la caña alta y densa (Calamus) crece en arboledas fangosas y espinosas. Los pueblos de los alrededores cosechan Heen Wewal para la artesanía, a menudo con métodos insostenibles que complementan sus ingresos.
Reconociendo el valor de la biodiversidad de Wewalkele y las amenazas emergentes, la Secretaría Divisional y la comunidad formaron un Comité de Gestión Local (LMC) en 2018 para desarrollar un Plan de Cogestión. El área fue encuestada socialmente y demarcada físicamente para evitar la invasión y garantizar los objetivos de conservación.
Para no dejar a nadie atrás, el proyecto apoyó a las comunidades para que pasaran de la recolección insostenible a empleos verdes, mejorando las habilidades, fortaleciendo los vínculos con el mercado y promoviendo productos de caña de valor añadido. Se crearon viveros de caña e instalaciones de replantación para garantizar los medios de subsistencia a largo plazo. Las sólidas asociaciones entre las autoridades locales, las comunidades y el LMC garantizaron el éxito de la ESA. Wewalkele demuestra que las comunidades, los hábitats y la biodiversidad pueden coexistir y prosperar.
1. Un marco jurídico y político claro
2. Instituciones y liderazgo locales fuertes
3. Confianza y comunicación eficaz
4. Reparto equitativo de los beneficios
5. 5. Desarrollo de capacidades
6. Apoyo gubernamental coherente
7. Gestión adaptativa y supervisión
Una de las principales lecciones aprendidas es que la ausencia o vaguedad de marcos jurídicos y políticos para la cogestión ha limitado la eficacia y sostenibilidad de las intervenciones de la ESA en la fase inicial del proyecto. Cuando se formó un respaldo claro y reconocido, los papeles de la comunidad fueron más respetados, se definieron los derechos y los resultados de la conservación se hicieron más perdurables.......
El reparto equitativo de los beneficios es esencial para el éxito de la cogestión de las AES. En la ESA de Wewalkele, los esfuerzos de conservación se diseñaron para alinearse con los medios de subsistencia locales, en particular potenciando la industria artesanal de la caña. Gracias a la formación, los vínculos con el mercado y el apoyo institucional, las comunidades obtuvieron ingresos estables al tiempo que contribuían activamente a la conservación de la biodiversidad. Este acuerdo mutuamente beneficioso demuestra que cuando las comunidades comparten tanto las responsabilidades como las recompensas de la gestión de una ESA, los esfuerzos de conservación se vuelven más inclusivos, participativos y sostenibles.