Parte de la solución fue incentivar el cambio de una producción tradicional o convencional hacia una ganadería amigable con el medioambiente por medio de un capital semilla proporcionado a cada ganadero. El capital semilla estuvo relacionado con las prácticas mismas, y siempre se entregó en especies (por ej. alambre de púa para división de potreros, semillas para bancos forrajeros, etc.). Además demandaba una contrapartida por parte del ganadero. Por ejemplo: el experto se comprometía a proporcionar una cierta cantidad predefinida de alambre de púa al ganadero, por su lado el ganadero se comprometía a plantar un cierto número de brotones en las nuevas cercas. Los compromisos de los ganaderos fueron de orden ambiental: siembra de árboles y liberación de áreas para recuperación natural. De esta forma se logró un mayor compromiso y apropiación por parte de los ganaderos, y además se aseguró el buen uso de los insumos proporcionados.
Los mismos tipos de compromiso fueron requeridos por todo los ganaderos.
Control sensato de la implementación de los compromisos
Para evitar malentendidos y asegurar un buen monitoreo fue clave definir conjuntamente y de forma transparente en el plan de finca las contribuciones del experto y de los compromisos por parte del ganadero a principios de la colaboración. El documento quedó luego firmado por ambas partes.
La inclusión en el trabajo del experto de visitas regulares a las fincas permitió que pudiera asegurarse del buen uso del capital semilla y del cumplimiento de los compromisos, o en caso contrario entrar en un diálogo.
Para asegurar un efectivo cumplimiento del compromiso, la contribución de cada ganadero tuvo que ser dimensionada en proporción a sus recursos disponibles.
Desarrollo de capacidades técnicas en los ganaderos
Preparación de heno
GIZ
Intercambio entre ganaderos de una misma zona
GIZ
El desarrollo de capacidades técnicas se basó sobre la transferencia de conocimientos acoplándose a la aplicación directa de las nuevas prácticas transferidas a los ganaderos beneficiarios en áreas piloto de sus fincas. De forma rotativa y regular, los ganaderos de una misma zona se encontraron en la finca de un productor voluntario, para asistir a las explicaciones y demostraciones de las prácticas por el experto. Las metodologías participativas impulsaron el intercambio entre los ganaderos, abriendo espacio para propias experiencias y conocimientos. Paralelamente, el técnico recorrió periódicamente con cada ganadero su unidad de producción para corregir implementaciones equivocadas, asegurarse del cumplimiento de los compromisos del ganadero, y abrir espacio para preguntas específicas. El plan de capacitación comprendió cuatro prácticas silvopastoriles básicas (división de potrero, pastos mejorados, banco forrajero, cercas vivas) y tres prácticas complementarias (ensilaje, henificación, bloques nutricionales). La implementación de las prácticas se realizó a lo largo del año en función de las condiciones meteorológicas. Adicionalmente, el experto transmitió a los ganaderos prácticas de higiene en vista de mejorar sus capacidades de comercialización de leche.
Técnico motivado y cualificado, con firme respaldo por su directivo, que establezca relaciones transparentes y de confianza con los ganaderos
Duración razonable del proceso de desarrollo de capacidades, que permita afrontar juntos (experto-ganadero) dudas y reveses. En este caso fueron 7 años.
Capital semilla para un área piloto, ya que el establecimiento de innovaciones demanda importantes inversiones.
Gira de intercambio a fincas ganaderas, en las cuales la implementación de las prácticas ya mostró éxitos, tuvo un efecto motivador.
La implementación de las distintas prácticas de ganadería amigable con el medioambiente en una pequeña área piloto durante el primer año permitió al ganadero adquirir experiencia antes de progresivamente ampliar el área de aplicación.
Un grupo homogéneo de integrantes, con un mismo grado de adopción de prácticas silvopastoriles, facilitó la transferencia de conocimiento en comparación con el trabajo con grupos heterogéneos.
El número de visitas de seguimiento realizadas a una misma unidad de producción no determinó la calidad en la implementación de las diferentes prácticas. Clave fue la relación de confianza y transparencia entre el ganadero y el experto, así como la disponibilidad del último.
En las visitas a las fincas fue clave que el experto silvopastoril proporcionara un apoyo efectivo, respondiendo de forma profesional y adecuada a dudas. De esta forma también se fortaleció el vínculo de confianza entre experto y ganadero.
Desarrollo de capacidades técnicas en los ganaderos
Compromisos por parte del ganadero
Fortalecimiento de capacidades de comercialización
Enfoque de equidad de género
Análisis de género en microcuenca de El Salvador
GIZ
Establecimiento de parcelas de monitoreo ambiental con participación de mujeres de la microcuenca
GIZ
Familia con su plan de finca elaborado en conjunto
GIZ
En vista de tener una imagen más acertada sobre la situación en las comunidades donde se consideró fomentar el cambio de uso de suelo a sistemas agroforestales, se realizó un análisis participativo con las familias. El análisis mostró que mujeres asumían principalmente actividades reproductivas (cuido del hogar, de niños y personas con necesidades). Los hombres se encargaban de actividades productivas (cultivos, manejo de recursos). En base a lo observado se definieron 4 ejes de trabajo para darle una mayor sostenibilidad a la solución:
Sensibilización del personal técnico tanto involucrado en la solución como de socios estratégicos a temas de género y medidas para fomentar la equidad de acceso a conocimiento y recursos;
Sensibilización y reflexión en las comunidades sobre los patrones de género;
Definición de cuotas para mujeres entre los beneficiarios; y
Implementación de medidas afirmativas y flexibilidad para facilitar el acceso de mujeres, tal como definición de planes de finca en familia, horarios y lugares adaptables, motivación a la participación de mujeres en cargos directivos, flexibilidad frente al acompañamiento por hijos o pareja a eventos, fortalecer grupos de mujeres organizadas alrededor de cultivos.
Compromiso y creciente comprensión, no solo por parte de un experto especializado, pero por todos los involucrados de temas vinculados a la equidad de género
Metodologías de sensibilización y reflexión, en vez de medidas coercitivas (por ej. por medio de talleres de reflexión de roles con los productores y su pareja)
Monitoreo sensible al género que comprueba los efectos de los esfuerzos para reducir la brecha de género
Disposición a y real asignación de fondos para asegurar la implementación de un enfoque de género
Al impulsar la participación de mujeres en actividades de transferencia de conocimiento y facilitarles el acceso a recursos, se observó una mayor aceptación e implementación de las prácticas agrícolas amigable con el medioambiente.
El fortalecimiento de la autoestima fue un proceso progresivo. Motivar y animar a superarse y probar lo nuevo, así como una apertura al diálogo por parte del técnico fueron importantes.
La reflexión de los patrones de género en las comunidades fueron un paso importante hacia una mayor aceptación del cambio en ellos.
Articulación y vinculación con actores del territorio
Cooperativa 'Las Encantadoras' de transformación y procesamiento de frutas. El grupo logro gestionar varios apoyos para el establecimiento de su propia planta de procesamiento.
GIZ, Sandra Sebastián
Selección de aguacate para la comercialización, tras capacitación por un experto en tratamiento pos-cosecha de aguacate
GIZ
Las comunidades en las cuales se promovió y acompañó el establecimiento de cultivos bajo sistemas agroforestales están aisladas: carecen de presencia institucional y son de difícil acceso. En vista de darle una mayor sostenibilidad en el tiempo a los sistemas agroforestales y al uso de prácticas agroecológicas se buscó insertar las comunidades en una red de apoyo. Vinculados a actores tanto gubernamental como no gubernamentales y del sector privado, los pequeños productores desarrollaron más ampliamente tanto su sistema agroforestal, como sus capacidades de cosecha, transformación y venta. En un primer tiempo, la vinculación con los diversos actores fue incentivada y activamente acompañado por la asistencia técnica. Progresivamente el interés por estas comunidades aisladas fue creciendo, y adicionalmente los pequeños productores por sí mismos buscaron vinculación. De esta forma se lograron importantes apoyos como contactos para los pequeños productores beneficiarios. Una cooperativa de mujeres organizada para la transformación de melocotón obtuvo por ejemplo importantes inversiones en su infraestructura de procesamiento. Otro ejemplo es la vinculación de pequeños caficultores en Guatemala con la asociación nacional de café que les provee regularmente capacitaciones.
Propósito concreto en la vinculación entre los productores y los actores del territorio
Presencia de actores dispuestos a expandir su área de intervención
Apertura y disposición de técnicos, expertos y directivos a coordinar actividades
El establecimiento de relaciones de confianza por medio del cumplimiento de acuerdos y el desarrollo de un entendimiento compartido fue clave para el exitoso aprovechamiento de sinergias.
La ejecución de actividades concretas con resultados específicos a corto plazo permitió promover un mayor compromiso al establecer relaciones de cooperación.
Promotor agrícola comunitario controlando planta en vivero de aguacate
GIZ, Sandra Sebastián
Almacenamiento de abóno orgánico elaborado por un grupo de productores en conjunto
GIZ
El desarrollo de capacidades técnicas con los pequeños productores para el establecimiento y manejo de sistemas agroforestales se realizó acoplando transferencia de conocimiento con aplicación práctica por cada productor en su parcela piloto. La aplicación de las prácticas fue apoyada y acompañada con un capital semilla para cada productor. En escuelas de campo para agricultores, el técnico impartía módulos teóricos y prácticos en un lenguaje apto para todos los participantes. Así también impulsó el intercambio entre los productores y de sus conocimientos. Para determinados temas - equidad de género, manejo pos-cosecha, etc. - expertos especializados intervinieron. Paralelamente, el técnico visitó regularmente al productor en su parcela piloto, creando así espacio y confianza para preguntas específicas, y permitiendo la corrección de implementaciones equivocadas. En vista de mantener la motivación en el grupo y fomentar el intercambio entre pares se organizaron varias giras de intercambio de experiencias a los países de la Región Trifinio. Productores particularmente empoderados participaron a una formación para ser promotores agrícolas comunitarios. Estos productores actúan hoy como asistentes técnicos en su comunidad, y difunden a mayor escala las buenas prácticas agrícolas.
Técnicos motivados, con un firme respaldo por su directivo, que establecieron relación transparente y de confianza con las comunidades
Líderes comunitarios dispuestos a ser ejemplo y respaldar el cambio
Involucramiento de toda la familia en las capacitaciones
Duración razonable del proceso de desarrollo de capacidades, que permitió afrontar juntos (técnico-productores) dudas y reveses. Aquí fueron 8 años de asistencia técnica.
Capital semilla para establecer parcelas piloto, ya que demanda una importante inversión inicial
La generación de datos sobre suelos con la participación activa de comunidades de escasos recursos y un nivel de educación formal bajo fue posible, y tuvo efectos positivos sobre su autoestima y su conciencia acerca de problemáticas ambientales.
Desde el inicio fue importante considerar mecanismos de difusión, réplica y anclaje de los conocimientos en vista de asegurar la permanencia de los conocimientos y una ampliación a escala de su aplicación en el territorio (por ej. Promotores agrícolas comunitarios)
Giras de intercambio de experiencias trinacionales en el Trifinio propiciaron el diálogo directo entre pares, dejando brotar en los participantes confianza en sus capacidades de emprender cambios.
La definición transparente y participativa de condiciones marco, como área piloto máxima por productor, inversión requerida y apoyo brindado, requirió especial cuidado. Los acuerdos con cada productor quedaron asentados en un plan de finca, en vista de evitar malentendidos.