








Cuando se inició el proyecto en 2014, existía un importante nivel de incomprensión, desconfianza y oposición por parte de los residentes locales al establecimiento del PNM y a cualquier acción en el valle que se percibiera como una restricción del uso de la tierra y los medios de vida existentes.
Para responder a esta situación, el proyecto
a) Iniciado acciones inmediatas, como la formación del personal del AP y las reuniones comunitarias organizadas en cada aldea, con la participación del personal del PNM recién formado, para mejorar:
- la eficacia y la comprensión del personal recién contratado sobre los objetivos del PN y cómo comunicarse con las comunidades locales y
- la comprensión de las comunidades locales sobre el impacto real del PN y sus beneficios potenciales.
b) Garantizar que las actividades de delimitación y demarcación del PNM se llevaran a cabo con la plena consulta y participación de las comunidades locales y que los límites definitivos se acordaran con ellas de forma consensuada.
c) Trabajó activamente con las comunidades locales para desarrollar su capacidad de organización y aprovechar las oportunidades que podría brindar la creación del PN.
d) iniciado actividades, con la participación de la administración del PNM, para abordar cuestiones prioritarias para las comunidades locales relacionadas con los recursos forestales y la fauna salvaje (por ejemplo, alternativas a la leña, conflictos entre el hombre y la fauna salvaje).
- La administración del PNM comprendió la necesidad de ampliar su enfoque de las actividades "tradicionales" orientadas a la protección y de fomentar la colaboración práctica con las comunidades locales en relación con sus cuestiones prioritarias (leña), conflictivas (daños causados por la fauna silvestre) y de subsistencia (turismo).
- Los estudios iniciales llevados a cabo en las fases de establecimiento del PNM incluían la evaluación de los aspectos relevantes de las situaciones socioeconómicas y los problemas de uso de los recursos naturales, así como las prioridades comunitarias pertinentes, y se incorporaron a la planificación de la gestión del AP.
- La colaboración con las comunidades adyacentes a las áreas protegidas, especialmente durante el proceso de establecimiento de las AP, puede tener importantes beneficios para la gestión de dichas AP en términos de: concienciación y comprensión local de sus objetivos, reducción de la oposición y los conflictos, y búsqueda de oportunidades positivas de colaboración en beneficio mutuo.
- Los procesos de creación de áreas protegidas con un fuerte componente de apoyo comunitario pueden ser catalizadores eficaces del desarrollo rural, ayudando a crear medios de vida más sostenibles y resistentes, y comunidades más unidas.
- En las comunidades poco cohesionadas o con estructuras de autoorganización ya existentes, es importante iniciar el apoyo con esfuerzos para reforzar el consenso y la capacidad de organización de la comunidad, lo que crea una base eficaz para una mayor participación significativa.
- El apoyo al desarrollo debe estar impulsado por las prioridades de la comunidad y de los hogares, siempre que no entren en conflicto con los objetivos más amplios de conservación y uso sostenible de los recursos, y no por prioridades establecidas por "extraños" (proyectos de donantes, agencias de AP, etc.).