Asociaciones comunitarias y encuentros multigeneracionales

El éxito del Proyecto Yerba Mansa depende de la creación de comunidad. Esto incluye relaciones de apoyo y colaboración con diversas instituciones, como bibliotecas públicas, agencias gubernamentales de gestión del territorio, organizaciones sin ánimo de lucro orientadas al medio ambiente o la conservación, escuelas de la zona o empresas locales que comparten nuestros valores y nuestra misión. Estas asociaciones mutuamente beneficiosas aportan donaciones y apoyo financiero esenciales, nuevas ideas y conocimientos, cobertura legal para eventos y también reúnen a distintas personas que pueden tener diversos intereses y conexiones. Por ejemplo, las escuelas locales necesitan cumplir requisitos curriculares en diversas materias y pueden lograrlo participando en actos educativos que también promuevan los objetivos de sus programas. Los organismos de gestión del territorio pueden prestar su apoyo y beneficiarse del control de especies invasoras en sus propiedades. Estas asociaciones pueden ser incluso necesarias, como en el caso del trabajo en terrenos públicos. Otras oportunidades para la creación de comunidades son los actos accesibles y de interés para todas las edades. Llegar a las familias con niños sienta las bases para avanzar en la misión de su programa en el futuro, al tiempo que se diseñan actividades que fomentan la participación de los mayores incorporando sus conocimientos y experiencia.

El apoyo y la participación de la comunidad aumentan cuando las actividades son de interés y aportan significado a una variedad de personas, se alinean con los objetivos de otras organizaciones afines y son ampliamente accesibles. En otras palabras, los programas deben reflejar algo que una a la comunidad. En el caso de YMP, nuestro hábitat ribereño es querido por muchas razones diferentes por muchas personas diferentes y encarna nuestros valores compartidos de tierra y cultura. Nuestros eventos son inclusivos, ya que ofrecen funciones para personas con limitaciones físicas o actividades prácticas para atraer a los niños.

A medida que ofrecíamos más eventos copatrocinados que atraían a una mayor variedad de personas, aprendimos a hacerlos más accesibles. El trabajo de restauración sobre el terreno puede ser físicamente muy exigente y agotador. Para incorporar a personas mayores y otras con limitaciones físicas diseñamos actividades de bajo impacto. Por ejemplo, algunas personas eran más capaces de participar cuando se les ofrecía trabajar con un ayudante para simplemente cortar cabezas de semillas de especies invasoras y meterlas en una bolsa mientras estaban sentados en una zona sombreada. Por otra parte, en las clases sobre el terreno ofrecidas a nuestros alumnos más jóvenes, desarrollamos actividades sensoriales y prácticas adicionales para acomodar a los cuerpos más activos.

La pandemia también brindó la oportunidad de hacer más accesibles las actividades educativas. Al ofrecer clases gratuitas en línea a través de Zoom permitimos una participación segura durante un brote contagioso y también facilitamos el acceso a personas que viven en zonas rurales remotas o en otros estados. Adaptamos las clases para incluir presentaciones fotográficas en los debates sobre la identificación y los usos de las plantas. También hicimos demostraciones sobre cómo preparar remedios a base de hierbas y alimentos silvestres en un formato de programa de cocina.