Centro Nacional de Gestión de Programas FARMC
La Oficina de Pesca y Recursos Acuáticos (DA-BFAR) creó este centro nacional que ejecuta y coordina el programa nacional del Consejo de Gestión de la Pesca y los Recursos Acuáticos (FARMC) del gobierno filipino. Se encarga de facilitar, coordinar y encabezar la ejecución del programa en todo el país. Las estrategias y políticas para mejorar la ejecución del programa se formulan y se basan en la evaluación periódica del mismo.
Condiciones para su adopción en otros lugares: - Marco jurídico (el Código de Pesca de Filipinas de 1998, Ley de la República nº 8550, ordena la creación de los FARMC, define las responsabilidades y la autoridad de las partes interesadas y la participación decisiva de los pescadores en la gestión de los recursos costeros y la pesca. La Orden Administrativa de Pesca nº 196 define el proceso de implementación de los FARMC); - Voluntad y compromiso de los líderes gubernamentales y comunitarios; - Financiación y recursos humanos.
El apoyo prestado por los organismos gubernamentales y los pescadores de las comunidades locales, incluidos sus líderes, es un factor primordial para establecer con éxito el FARMC y ejecutar el programa. Gracias al marco jurídico y a la sólida cooperación y participación de todas las partes interesadas, se pudo convencer a los organismos y entidades gubernamentales que en un principio no estaban dispuestos a compartir el poder para que cooperaran. Sin embargo, se trata de un proceso difícil. Las soluciones a la falta de apoyo financiero y logístico debido a la falta de financiación del programa, y la falta de personal técnico para prestar asistencia son problemas habituales que deben tenerse en cuenta durante las fases de planificación, inicio y ejecución. Las organizaciones nacionales e internacionales asociadas pueden ser opciones alternativas que deben evaluarse.
Evaluación de la vulnerabilidad

Los lugares adecuados se identifican y priorizan en función del potencial de éxito de la rehabilitación de los manglares para reducir la vulnerabilidad frente al cambio climático. En el caso de Silonay, la rehabilitación de los manglares se identificó como una solución a la vulnerabilidad frente a las mareas de tempestad.

  • Existencia de zonas de manglares restantes;
  • Conocimientos técnicos y financiación de ONG asociadas;
  • Concienciación de la comunidad y los gobiernos locales sobre los beneficios de los servicios ecosistémicos de los manglares y otros recursos marinos.

Las personas que se benefician de los hábitats, especies y lugares (y de los servicios que prestan) deben participar en su gestión y en la toma de decisiones sobre el proyecto. Las evaluaciones de la vulnerabilidad deben realizarse tanto a escala municipal como local. Los resultados de las evaluaciones de vulnerabilidad deben difundirse entre los principales responsables políticos locales y nacionales, así como entre los jefes ejecutivos locales y los líderes comunitarios, para que puedan tomar medidas para hacer frente a las principales vulnerabilidades.

Planes de gestión comunitaria

Las comunidades analizan sus prácticas pesqueras y elaboran planes comunitarios para introducir acciones y medidas de conservación adecuadas. Para ello se recurre a programas de sensibilización y asesoramiento técnico. La estrategia se basa en 3 principios: máxima participación, motivación más que educación y proceso basado en la demanda. Hay que convencer a las comunidades de que son ellas las principales responsables de gestionar su propio medio marino y no el Gobierno.

  • Simplificar el proceso
  • Respetar las costumbres y protocolos locales
  • Motivar
  • Aprovechar los conocimientos tradicionales
  • Utilizar la ciencia para apoyar los objetivos comunitarios
  • Adoptar un enfoque preventivo
  • Sugerir alternativas a la sobreexplotación de los recursos

Sin embargo, a menudo se subestiman los conocimientos locales; la mayoría de las comunidades son muy conscientes de su entorno marino y se preocupan por él. Estas opiniones deben tenerse en cuenta a la hora de desarrollar iniciativas de gestión. El éxito de las consultas comunitarias depende de los facilitadores. Los facilitadores deben estar dotados de las aptitudes apropiadas, como ser cultos, tradicionales, seguros de sí mismos, animar a las personas a dar su opinión y saber escuchar más que enseñar. Los facilitadores nunca deben dominar los debates ni expresar sus opiniones: la neutralidad es de vital importancia. Los materiales y programas de sensibilización deben tener en cuenta su público objetivo, cómo se transmiten y a quién van dirigidos. A veces los mensajes son defensivos al interpretar la situación local. La comunidad tiene la propiedad o ha asumido el control sobre la zona gestionada o la pesquería.

Equipos locales de ejecución

Las campañas de compromiso comunitario y adopción de conductas fueron desarrolladas y ejecutadas por equipos con base en las comunidades. Normalmente estaban formados por personal de la unidad de gobierno local y líderes comunitarios locales, como dirigentes de pescadores u organizadores. Fueron ellos quienes recibieron la formación y a quienes se proporcionaron las herramientas y los recursos. Adaptaron las estrategias a su propio contexto, propusieron ideas de ejecución y pusieron en marcha las actividades.

Designación oficial por el jefe del ejecutivo local (alcalde) - Representación de partes interesadas distintas del gobierno local - Credibilidad y prestigio en la comunidad

Lo mejor es contar con un equipo de al menos tres personas, para que el trabajo no resulte abrumador y para que el equipo disponga de diversos talentos e intereses. La combinación ideal incluye a alguien que esté bien integrado en el gobierno, que pueda conseguir aprobaciones y presupuestos, alguien que sea creativo y capaz de utilizar herramientas básicas de diseño, y alguien que esté bien aceptado por la comunidad y que sepa cómo implicar y facilitar. Todos ellos deberían saber cómo movilizar voluntarios y tener algunas habilidades básicas en la gestión de proyectos.

Formación sobre participación comunitaria y cambio de comportamiento

En una serie de talleres se forma a los equipos de las administraciones locales y otras organizaciones de apoyo sobre cómo utilizar las percepciones del comportamiento para inspirar la acción. Aprenden a utilizar la investigación cualitativa y cuantitativa para generar percepciones, enfoques participativos para llevar a la gente hacia objetivos compartidos y tácticas que ayuden a mover al grupo a través de las diferentes fases del cambio, desde la creación de la demanda colectiva hasta la coordinación del cambio y el fortalecimiento de las normas. Practican el diseño y la ejecución de sus propias actividades, desarrollan materiales y evalúan sus progresos.

Voluntad de la unidad de gobierno local - Disponibilidad de financiación para materiales y actividades - Unidad de gobierno local bien coordinada - Personal eficiente y motivado

La formación debe ser práctica y estar al alcance conceptual de los beneficiarios previstos, los ejecutores, las comunidades y las unidades de gobierno local. Los conceptos académicos deben comunicarse de forma sencilla y comprensible para que sean apreciados. Los ejemplos prácticos y los puntos positivos son importantes. Orientar sobre los próximos pasos ayuda a garantizar la sostenibilidad de los esfuerzos a largo plazo. Fomentar la creatividad y la inventiva permitirá a las comunidades alcanzar los objetivos con un coste y un esfuerzo mínimos. Las visitas cruzadas y el intercambio de experiencias entre comunidades tienen mayor impacto que las conferencias.

Grupos de interés de agricultores

Los agricultores vecinos se reúnen periódicamente para intercambiar información y buenas prácticas sobre producción acuícola diversificada. Compran plántulas en grupo para ser más rentables y conceden préstamos al agricultor más necesitado. El préstamo se concede anualmente con un tipo de interés fijo y se financia con la cuota de socio del grupo.

  • Agricultores dispuestos a participar
  • Tiempo del personal para la facilitación

La creación del primer grupo llevó mucho tiempo debido a la reticencia de los agricultores a confiar en la formación de grupos facilitada. La presentación de las ventajas demostradas de los grupos de interés y la oferta de incentivos para la formación (elemento constitutivo 3) convencieron a los agricultores para unirse. Los miembros de los primeros Grupos de Interés de Agricultores sirvieron de ejemplo y facilitaron la formación de grupos adicionales. Involucrar a los agricultores que explotan estanques de acuicultura de manglares fuera de la zona tampón resultó un éxito para difundir historias de éxito. Esto convenció a varios agricultores para unirse a los Grupos de Interés de Agricultores y plantar manglares en sus estanques, aumentando así la cubierta forestal general y la resistencia de los estanques.

Desarrollo de mejores prácticas de gestión

Se recopila información sobre las prácticas actuales de las explotaciones en colaboración con las instituciones pertinentes, en particular la estación de investigación acuícola de la provincia y el sector privado. Se identifican las deficiencias de las técnicas actuales y las áreas susceptibles de mejora. En las granjas de ensayo, éstas se abordan mediante la optimización y adaptación de las Mejores Prácticas de Gestión. Estas prácticas promueven la diversificación de los ingresos y la mejora de la gestión de las explotaciones acuícolas mediante la optimización de la composición de las especies, la densidad de población, la gestión del agua, la lactancia y la conservación de los manglares.

Las Mejores Prácticas de Gestión se adaptan periódicamente para abordar los problemas que surgen y los nuevos retos, así como para responder a las exigencias del mercado.

  • Explotaciones y conocimientos de Silvo-Aquaculture existentes
  • Agricultores dispuestos a adaptar la gestión de las explotaciones y aportar las lecciones aprendidas
  • Centro de investigación acuícola con amplios conocimientos técnicos y locales

La participación de la cercana Estación de Investigación en Acuicultura resultó muy ventajosa por su experiencia y conocimientos técnicos. Los agricultores de la comunidad participaron en los ensayos modelo, lo que despertó el interés de otros agricultores. Se necesita al menos un año de ensayos para desarrollar buenas prácticas de gestión, que luego se ponen a prueba y se actualizan periódicamente. .