Plan de gestión del paisaje costero

La clasificación del paisaje costero es utilizada por los gestores del litoral, los planificadores, los académicos y los organismos gubernamentales, así como por los gestores locales de las zonas costeras. La evaluación de los parámetros ambientales, físicos y de uso permite identificar y caracterizar las variables que deben gestionarse de forma más eficaz para promover mejoras globales del valor paisajístico. La mayoría de los lugares tienen parámetros físicos respecto a los cuales los gestores de las zonas costeras pueden hacer poco o nada para aliviar el impacto paisajístico, por lo que debe hacerse hincapié en la evaluación de las formas de mejorar los distintos parámetros de uso humano (por ejemplo, campaña de recogida de basura, solución de problemas relacionados con el alcantarillado, ruido, acceso, servicios públicos, etc.). Los planes de gestión existentes pueden revisarse o desarrollarse para tener en cuenta las cuestiones relacionadas con el paisaje actualizando el estado de los objetivos de conservación, identificando objetivos de conservación adicionales, revisando y corrigiendo los puntos débiles y ajustando la estrategia y los protocolos de seguimiento. Para evaluar la eficacia del plan es necesario realizar evaluaciones adicionales del paisaje. La herramienta de gestión del paisaje garantiza una mejor zona litoral y bienes y servicios a largo plazo para las comunidades locales y los turistas. Orienta a los gestores del litoral para prever futuros impactos de las intervenciones humanas.

  • Resultados de la evaluación del paisaje como base para el desarrollo del plan de gestión
  • Participación de las comunidades locales
  • Sesiones de formación sobre cómo incluir la evaluación paisajística en los planes de gestión existentes
  • Proceso participativo en el que intervienen gestores y expertos.
  • Animar a las comunidades y autoridades locales a identificar los problemas y proponer soluciones propias que puedan aplicarse a nivel local.
  • La participación de representantes del gobierno nacional es también una garantía de que el proyecto seguirá las directrices y políticas nacionales sobre gestión del litoral.
Protección y plantación de manglares

Las vallas en "T" de bambú se utilizan para restaurar las llanuras aluviales erosionadas y el equilibrio de sedimentos finos como condición previa para la regeneración natural de los bosques de manglares - estos últimos formarán entonces parte de una estrategia eficaz de protección costera de la zona. Una vez restaurados con éxito los lugares aptos para el crecimiento de los manglares, se producirá su regeneración natural. Sin embargo, es esencial que los manglares estén protegidos de los impactos humanos, ya que de lo contrario el ciclo de degradación/destrucción y costosa restauración continuará ininterrumpidamente (véase la ilustración del apartado "¿Cómo interactúan los componentes básicos en la solución?"). La mejor manera de conseguirlo es implicar a la población local en la protección y gestión eficaces de los manglares mediante la cogestión. Para más información, véase la solución "Cogestión (gobernanza compartida) de los recursos naturales en la zona costera". Si los índices de regeneración natural son insuficientes, puede ser necesaria una plantación suplementaria de manglares. En tales casos, es necesario plantar las especies apropiadas en los lugares adecuados y en el momento oportuno.

- Los responsables de la toma de decisiones comprenden los procesos costeros y la ecología de los manglares. - Todas las partes interesadas están dispuestas a participar en la gobernanza compartida (cogestión) de los manglares.

La cogestión, o gobernanza compartida, es un enfoque para la protección y gestión sostenible y eficaz de los manglares. También proporciona medios de vida a la población local y contribuye a una mejor gobernanza de los recursos naturales. Los resultados del seguimiento fotográfico de punto fijo de la costa de la provincia de Soc Trang (Vietnam) desde noviembre de 2012 hasta enero de 2015 muestran claramente los impactos de las vallas en T en la sedimentación y, como consecuencia, en la regeneración natural de los manglares. Los silvicultores de manglares necesitan una comprensión sólida de la ecología de los manglares y de los procesos costeros y morfodinámicos. La forma más eficaz de plantar manglares es aprender de la naturaleza, es decir, imitar cómo planta la naturaleza, qué especies planta y cómo crea una zonación de especies. Esta zonificación conduce a una protección costera optimizada mediante la atenuación de las olas por las estructuras radiculares por encima del suelo, junto con la estabilización del suelo por las estructuras radiculares por debajo del suelo (véase la ilustración en "¿Cómo interactúan los bloques de construcción en la solución?").

Planificación y construcción de rompeolas

Los modelos físicos determinan el diseño óptimo de los espigones reales. La resistencia de las varas de bambú se comprobó durante las pruebas de campo de las vallas. La información sobre la durabilidad del bambú procede de experiencias con bambú en Tailandia. La población local es informada de la actividad prevista y participa en ella. Con apoyo técnico, la población local construye rompeolas, es decir, vallas en forma de T con materiales naturales (bambú). Las vallas en T permeables no impiden la entrada de sedimentos y crean condiciones de aguas tranquilas para la deposición de sedimentos. Las partes longitudinales rompen las olas y las transversales recogen los sedimentos suspendidos en las corrientes litorales. Los huecos en las partes de la orilla larga mejoran la entrada de sedimentos en los campos creados por las vallas durante la marea alta, mientras que el drenaje se acelera a través de las aberturas durante la marea baja, acelerando así el proceso de consolidación del suelo en los campos.

El éxito del diseño y la construcción depende de los resultados de la modelización numérica, las observaciones de los cambios en la línea de costa, los registros de erosión y la buena ejecución de la construcción de la valla en T y la supervisión de la obra.

Para que las vallas sean eficaces, deben cumplirse las siguientes condiciones límite

  • Entorno fangoso; tamaño de grano medio diámetro de la capa superior del lodo d50 < 0,03 mm
  • Altura de ola significativa Hs < 0,90 m
  • Periodo medio de las olas Tm < 8 s
  • Pendiente pequeña de la llanura de marea < 1:1000
  • Altura libre de la cresta de la construcción < 1,40 m

La participación de los departamentos técnicos, las autoridades locales y la población en el proceso de planificación, diseño y construcción fue importante para garantizar la aceptación, el apoyo, el compromiso a largo plazo y la apropiación. La forma más eficaz de restaurar las costas erosionadas es utilizar vallas en T permeables que creen condiciones de aguas tranquilas para la deposición de sedimentos y reduzcan la erosión. La construcción de las vallas en T debe seguir normas de calidad y estar bien supervisada. Este enfoque rentable sólo será viable dentro de un conjunto específico de condiciones límite (véase el gráfico siguiente). Si estos criterios limitadores sólo se superan en pequeña medida, habrá que considerar adaptaciones como el refuerzo de la valla con postes de hormigón. Si los criterios limitadores se superan en gran medida, el uso de vallas en T no es viable. Otros factores a tener en cuenta son la ubicación de las vallas para minimizar la erosión de sotavento, así como la proximidad a la costa y la duración de los periodos de inmersión para minimizar los daños causados por los gusanos de barco. La duración de la inmersión y la exposición a las olas también afectan al esfuerzo necesario para el mantenimiento.

Documentación de experiencias y prácticas

Un equipo técnico elaboró la metodología y los instrumentos para recoger, organizar y evaluar la información. Incluía orientaciones para los recopiladores de datos, un formato para descargar la información, formularios para obtener autorización para publicar las respuestas e imágenes de las mejores prácticas. Se formó a estudiantes de institutos técnicos para que utilizaran y probaran los instrumentos de recogida de datos. Una ONG medioambiental local se centró en la zona norte del Estado, donde entrevistó a directivos de grandes empresas y urbanizaciones turísticas, basándose en la larga relación de la ONG con la industria turística. El instituto técnico se centró en el sur del Estado y entrevistó a propietarios de pequeños hoteles y casas en comunidades costeras. El instituto técnico creó una base de datos con la información de ambas zonas. La base de datos fue revisada minuciosamente por el equipo técnico y posteriormente por expertos locales (arquitectos, ingenieros, biólogos, oceanógrafos) en talleres, por correo electrónico y en entrevistas personales organizadas por las tres organizaciones.

Los expertos se mostraron muy interesados y dedicaron tiempo de calidad a la revisión, reconociendo la importancia del catálogo resultante de su temprana implicación en el proceso. Como institución académica, el instituto técnico organizó un grupo de estudiantes dedicados junto con profesores multidisciplinares para llevar a cabo la encuesta y las revisiones en la zona sur, al tiempo que se creaban capacidades en el proceso.

Dedicar tiempo suficiente a desarrollar los instrumentos y ponerlos a prueba fue crucial para el éxito de la recogida de datos. El equipo no tuvo que volver atrás para recoger más información. Garantizar financiación y tiempo suficientes para todas las fases del proyecto es fundamental. Los socios dispusieron de tiempo y personal para la planificación, el desarrollo de instrumentos, la creación de alianzas, la recogida de datos, la integración de la información y la organización de revisiones por expertos. Estas fases duraron 10 meses. Sin embargo, la edición final y el diseño del catálogo junto con las imágenes y diagramas apropiados y autorizados duraron otros 10 meses, mucho más tiempo del previsto, debido a la falta de financiación y de personal disponible. El retraso puso en peligro la aceptación del producto entre las partes interesadas, cuyo entusiasmo se desvanecerá de forma natural.

Consejo de gobierno pluralista

Una junta de gobernanza pluralista suele estar compuesta por representantes de las autoridades locales, departamentos y organismos gubernamentales, comunidades locales y, en ocasiones, organizaciones empresariales, y se establece durante un proceso de negociación. La junta es responsable de tomar decisiones conjuntas sobre las cuestiones planteadas en relación con la conservación de los recursos naturales. Su función es dirigir la implementación del acuerdo de manejo conjunto y revisar los resultados e impactos del manejo conjunto basándose en el monitoreo. El consejo de gobernanza pluralista es un elemento esencial para que la idea de "compartir el poder" pase de la teoría a la práctica. Esto lo distingue de la gestión centralizada o privada, en la que sólo uno de los socios asume la responsabilidad de tomar decisiones.

  • Las autoridades deben comprometerse con las asociaciones de cogestión.
  • Las comunidades deben tener capacidad para tomar decisiones conjuntas. Podría hacerse mediante prácticas de investigación-acción participativa con diferentes grupos comunitarios.
  • El sistema político del país debería permitir la gobernanza compartida o permitir debates de base sobre cuestiones relacionadas con la gestión de los recursos naturales.

Para que el consejo de gobernanza pluralista pueda tomar decisiones conjuntas de forma eficaz, es importante que todas las partes implicadas comprendan la necesidad de una asociación de cogestión. Por ejemplo, las autoridades deben tratar a las comunidades como socios iguales y estratégicos, y viceversa. Normalmente, la cogestión dará mejores resultados si la participación de todos en la asociación es voluntaria. Sin embargo, en algunas situaciones en las que el poder también significa dinero, puede ser útil contar con el apoyo político de instancias superiores o con políticas nacionales que promuevan la práctica de compartir el poder entre las distintas partes interesadas. Los miembros de la junta también deben comprender y acostumbrarse a la práctica de aprender haciendo. En conjunto, deben aspirar a lograr mejores resultados, pero también aprender a aceptar los fracasos y a criticar constructivamente los errores.

Acuerdo de cogestión

El acuerdo de cogestión es un documento que recoge todo lo acordado durante el proceso de negociación, incluidos los elementos de gestión y gobernanza. Puede considerarse una prueba escrita de la asociación entre los actores locales. La parte de gestión especifica las seis "W": quién puede hacer qué, dónde, cuándo, cómo y cuánto. Establece las condiciones generales; especifica las normas y reglamentos de gestión de los recursos naturales en cada zona, las recompensas, las sanciones, el calendario de presentación de informes y las condiciones de aplicación y seguimiento. La parte de gobernanza especifica los actores clave para la toma de decisiones y sus responsabilidades.

Las partes interesadas deben comprender los objetivos del acuerdo de cogestión. También deben ver la necesidad de adaptarlo para reflejar mejor la situación cambiante de la conservación de los recursos. El acuerdo de manejo conjunto debe desarrollarse a través de la negociación entre los socios organizados. Por lo tanto, se debe prestar atención al desarrollo comunitario para convertir grupos pasivos de individuos en una verdadera comunidad a lo largo del establecimiento del acuerdo de manejo conjunto y su posterior adaptación.

El acuerdo de cogestión está sujeto a modificaciones durante el proceso de aprendizaje práctico. Los actores clave involucrados en la gobernanza compartida deben comprender la necesidad de modificar el acuerdo en base a las lecciones aprendidas durante la implementación. El acuerdo de manejo conjunto proporciona los principios básicos para la asociación de manejo conjunto entre los actores clave, pero no limita su colaboración en la toma de decisiones conjuntas a los términos y problemas específicos mencionados en el acuerdo. Los socios, tales como las autoridades y las comunidades, deben seguir discutiendo y tratando cualquier asunto que surja durante su asociación. El acuerdo de cogestión no es lo mismo que una forma fija de mecanismo de reparto de beneficios, aunque conste de secciones que especifiquen qué recursos pueden recolectar las personas y sus responsabilidades en la protección del bosque. En cambio, un acuerdo de cogestión es el resultado de negociaciones y tiene mucho que ver con la gestión adaptativa y las cuestiones de gobernanza.

Ideas innovadoras a escala regional

El programa Liderazgo SAM busca incubar nuevas ideas de proyectos para convertirlos en proyectos con potencial de replicación (ampliación) a lo largo de la Ecorregión del Arrecife Mesoamericano. Estos proyectos se desarrollan para mostrar impactos de conservación claros y medibles en un horizonte temporal de 3 a 5 años. Cada cohorte tiene un enfoque temático vinculado a las necesidades de conservación de la región. Por ejemplo, en 2010 los proyectos de los becarios se centraron en el desarrollo costero y el turismo; en 2011 en la pesca sostenible y el establecimiento de Áreas Marinas Protegidas (AMP); en 2012 en el establecimiento de una red de reservas marinas multifuncionales; en 2014 en la gestión integrada de residuos sólidos y en 2015 en la conservación y valoración económica de los servicios ecosistémicos de los manglares.

  • Compromiso de los becarios de ejecutar sus proyectos
  • Apoyo de la organización de los becarios
  • Aprovechar la experiencia de los becarios y animarles a autoorganizarse en torno a proyectos de aprendizaje y acción (dotados de recursos) les ayuda a desarrollar su capacidad de liderazgo.
  • Los proyectos de los becarios tienen más probabilidades de éxito si forman parte del plan de trabajo de su organización.
  • La financiación inicial es necesaria para poner en marcha los proyectos.
Valoración de los servicios ecosistémicos

La cuantificación del valor de los servicios ecosistémicos prestados por los manglares a las comunidades locales es un componente necesario de los proyectos de carbono azul. Esto informa el diseño de los esquemas de Pago por Servicios Ecosistémicos (PSE). Como una valoración completa es difícil y costosa, los servicios prioritarios se eligen mediante un proceso participativo de consulta con las comunidades locales. Los datos brutos se recogen localmente y se extraen mediante búsquedas bibliográficas y entrevistas. Los resultados destacan la importancia de los ecosistemas costero-marinos ante los responsables de la toma de decisiones, ya que las pérdidas de manglares pueden explicarse como pérdidas de capital.

La disponibilidad de datos locales y nacionales es un factor determinante para una valoración adecuada de los servicios ecosistémicos. Incluso cuando no se disponga de esos datos, las relaciones con los funcionarios locales pueden proporcionar criterios y aportaciones de expertos útiles. Asimismo, la participación de las comunidades en los diagnósticos para identificar y posteriormente cuantificar los servicios prioritarios es importante para garantizar su implicación en el proceso. También es necesaria una comprensión clara de los medios de vida locales.

La percepción local de lo que constituye un servicio ecosistémico "prioritario" para su valoración puede diferir de la de los promotores e investigadores del proyecto. Además, la escasez de datos puede limitar el alcance del estudio de valoración. Por tanto, puede ser necesario negociar con la población local durante la fase de diagnóstico preliminar qué servicios satisfacen sus necesidades y las del proyecto, y cuáles pueden valorarse. La amplia gama de servicios que prestan los manglares y los ecosistemas costero-marinos circundantes hace que un ejercicio de valoración completo sea muy difícil. Por ello, la mayoría de los estudios de valoración son parciales y dependen de una serie de supuestos y de una variedad de métodos diferentes. Es muy ventajoso tener buenas relaciones de trabajo con los representantes del gobierno encargados del procesamiento y archivo de datos, así como una sólida comprensión de los detalles de los medios de subsistencia y los modelos empresariales locales, razón por la cual debe realizarse paralelamente un estudio de los medios de subsistencia.

Green Fees
El Fondo de la Red de Áreas Protegidas (PANF) apoya la gestión y vigilancia de las áreas protegidas de la red. Se aplicó el "principio de que el usuario de los recursos paga" para definir las tarifas de los turistas que visitan el país (Palau). Además, se adquieren, aceptan y desembolsan fondos complementarios en forma de créditos, préstamos y subvenciones de gobiernos nacionales y extranjeros, organizaciones internacionales como las Naciones Unidas u otros organismos y fuentes.
- Asistencia técnica para el establecimiento y la correcta gestión del fondo - Alto nivel de concienciación y apoyo nacional - Marco jurídico
A cargo del proveedor de la solución.
Formación en gestión
Los gobiernos estatales y locales reciben seminarios de formación, talleres y actividades prácticas a medida. Las comunidades locales refuerzan sus capacidades, sobre todo en topografía y realización de investigaciones científicas, elaboración de planes de preservación de sitios, identificación y establecimiento de prácticas de uso sostenible, y educación del público sobre preservación y áreas protegidas.
- Asistencia técnica y financiación del programa de formación - Alto nivel de sensibilización y apoyo nacional
A cargo del proveedor de la solución.