La participación de todos los actores de la cuenca ha sido un eje central en los procesos de conformación y capacitación de nuevas estructuras de gobernanza para las Microcuencas de Lituy (Honduras) y Honduritas (El Salvador). Ha sido importante la integración de organizaciones de base (comunitarias), como juntas de agua, asociaciones de productores, grupos de mujeres o jóvenes, Asociaciones de Desarrollo Comunitario y centros educativos. A nivel local, el liderazgo demostrado por maestros, mujeres y autoridades comunales contribuyó significativamente a la movilización social y la adopción y escalamiento de las medidas de AbE, haciendo que estos actores fueran parte fundamental del proceso comunitario de “aprender haciendo”. El resultado son comunidades auto-motivadas que participan y asumen responsabilidades. A nivel de cuenca, se amplió el Consejo de Cuenca del lado hondureño, mientras que, en El Salvador, la figura más apropiada para acomodar la amplia membresía requerida, era la Mesa Técnica Ambiental, por lo que se crean y fortalecen dos Mesas (del norte y sur de La Unión). Muchos de los integrantes se han vuelto voceros del trabajo de las Mesas con el afán de que éstas sean reconocidas por las autoridades locales y legalizadas en el mediano plazo.