Wellbeing

La satisfacción de las necesidades básicas para mejorar las condiciones de vida de la familia en comunidad, para crear condiciones adecuadas que permitan la autosufciencia y el bienetasr loal, con proyectos que contribuyan más allá del bienestar.

FPP consdiera fundamental la implementación de proyectos: alcanzar necesidades básicas y mejorar las condiciones de vida en comunidad. Es esencial construir lazos de confianza entre los participantes, autoridades locales y lídere comunitarios.

Tener estos elementos propiciará proyectos orientados a la generación de ingresos con los recursos locales y permitirá estableer las bases para alcanzar autosuficiencia y su empoderamiento. También, participar en procesos de comunidad impulsará acciones para el manejo de alto impacto de proyectos con otras instancias. Los proyectos diseñados para alcanzar el conoimiento y habilidades pasarán a una fase de ejecución y monitoreo en el plan de desarrollo de proyectos locales y regionales.

Participantes con una visión comunitaria de largo plazo que permita identificar las metas para alcanzar el desarrollo.

  • Compromiso por parte de los participantes con el proyecto, el proceso y el trabajo que requiere.
  • Tallers y modelos agrícolas diseñados de acuerdo a la región y que permitan alcanzar los mejores rendimientos.
  • Conocimientos de SE que la región ofrece para poder insertarse dentro de una cadena de valor que perita mejores ingresos.
  • Personas que puedan recibir beneficos y alcanzar bienestar, y que se comprometan participar activamente.
  • Identificar las opciones de mercado para insertar los mejores productos e identificar el mercado comprometido con los valores que se tienen.
  • Determinar con la comunidad el alcance que podemos alcanzar de acuerdo al periodo de tiempo dentro del proyecto, idnetificando metas, indicadores e impactos.
  • Identificar productos secundarios y la posible disertificacición de productos para personas que no son productores.
  • Incluir a jóvenes y niños durante los procesos comunitarios, para identificar metas para la comunidad y para que se apropien de un esquema que va más allá de solo producir y vender bien.
Organización comunitaria

El proceso de intervención de FPP considera la Organización Comunitaria como un catalizador fundamental a través de un proceso de planeación comunitaria activo, conciente e inlusivo para poder solucionar problemas comunitarios. El foco de FPP está en la integración de redes y grupos de trabajo, ligado a la comunidad y participción activa en la localidad, en la cual la dinámica de la comunidad es alcanzada a través de aprendizajes y decisiones conjuntas.

El trabajar con comunidades que puedan gestironar sus procesos y promover activiades que incrementen la seguirdad y la integración social para la resolución de problemas comunitarios es lo que buscamos como fin. Esto permite la apropiación de proyectos que puedan integrar la conservaión de ES y que estén basado en la organización comunitaria.

Trabjaamos para la consolidación de las comunidades con una estrutcura sólida, roles bien definidos y participación integral de muejres y jóvenes, que puedan tener altos niveles de confianza y solidaridad y que puedan ser promotores de cambio.

Esto permiitrá tener comunidades resilietnes con alta capacidad de respuesta para externalidades, así comopara tener mejoeras continuas en sus comunidades.

  • Identificar el conocimiento cultural, valores e idiosincracia de los participantes que permita incrementar el impacto de los proyectos para alcanzar objetivos comunes.
  • Identificar condiciones geográficas, paisaje y servicios ecosistémicos ofrecidos por la región para entender la vida y dinámica de las personas.
  • Trabajar con equipos regionales que hablen la lengua y compartan idiosincracia con el fin de generar lazos de confianza y mayor participación.
  • Realizar planeaciones participativas para identificar su comunidad.
  • Comunicación efectiva.
  • Las personas necesitan sentirse parte de los procyectos para poder alcanar la integración de toda la comunidad, incluso si no son productores pero sí son usuarios de los SE ofrecidos por la región.
  • Identificar la línea base considerando la percepción social y ambiental de toda la comuidad, incluso si no son productores.
  • Dessarrollar un plan que vaya más allá de la agricultura o el bienestar, en el que se incluya el bienestar, emprendimiento educación financiera y negocios.
  • Inlcuir jóvenes para alcanzar un empalme generacional.
Compartir saberes

Identificar el conocimiento local y su valor, y al mismo tiempo generar un intercambio de saberes acompañado de una trasferencia de tecnologías apropiadas hacia las necesidades de la comunidad y en su contexto ambiental. Esto con la finalidad de fortalecer capacidades y cometencias buscand tener proyectos regionales que permitan el desarrollo local.  

Este bloque está basado en en el reconocimiento de habilidades, capacidades, entorno local, ecositemas, recursos naturales y los servicios ecosistémicos (SE) ofrecidos por la región; como la base de generación y fortalecimiento de saberes.

Como resultado se genera un un intercambio de conocimientos y transferencia de tecnologías para solucionar problemas considerando las condiciones ambientales locales, que permitan mejorar las prácticas culturales agrícolas y desarrollar e implemenatr proyectos locales. Esto  diseño está basado en alcanzar acciones sistémicas que generen bienestar, y desarrollo basados en una agricultura de conservación (AC) y funcionando como un sistema regional  que permita tener un impacto y replicabilidad de los mismos entre todos los participantes de cada comunidad y entre ellas.

  • Red de promotores comunitarios que lideran los procesos de participación en la comunidad.
  • Famiilias realizando planeación participativa para identificar necesidades y soluciones desde la comunidad, y un compromiso de trabajo en ellos.
  • Productores identificando servicios ecosistémcios que ofrecen sus tierras. 
  • Productores participando en talleres que mejoren sus prácticas culturales, y aplicando los conocimeintos en campo que permitan conservar SE.
  • Formación de redes para impulsar la AC e identificar canales de mercado apropiados.
  • Identificar el ambiente como el pilar clave del desarrollo del cual parten el fortalecimiento social y el aprovechaiento sostenible de los servicios ecosistémcios que ofrece la región, que generern ganancias económias como una consecuencia de esta actividad, no como el fin.
  • Que los participantes tomen un rol activo en el proceso, y generar la estrategia para lograr una visión ambiental y una participación que promueva la confianza y seguridad al participante, para preguntar y compartir los temas que ellos conocen y que desean fortalecer.
  • Que los prodcutores identifiquen sus conocimientos y saberes locales, y que los valoren tanto como el conocimiento aprendido en talleres, de forma que puedan fortalecer sus habilidades para identificar las mejores práctias para ellos. 
  • Darles la responsabilidad a ellos como comunidad, desarrollando competencias que permitan a los productores cambiar de un paradigma de solo recolectores, a un paradigma de productores en esquemas de conservación qu eles permitan generar su desarrollo.
Guardaparques comunales en la gestión participativa

La conservación participativa es un principio por el cual parte la estrategia de protección y conservación que se aplica en el PNCAZ, pues uno de los retos es cumplir con un efectivo control y vigilancia del AP, con sólo 45 guardaparques, para una extensión de más de 1.35 millones de hectáreas, y con un perímetro de casi 1.000 km. Por ello fue necesario generar una estrategia de participación para su conservación, con guardaparques comunales, de modo que se incorporen a las estrategias de Control y Vigilancia,  en el marco del Plan Maestro del Parque, los frentes de defensa de las poblaciones, rondas campesinas, e incluso las propias autoridades locales. Todos ellos han adquirido un compromiso por ayudar en la conservación y protección del parque, o en definir y planificar los asentamientos de las poblaciones para impedir su avance, y el cambio de uso del suelo.

  • Estrategia de Control y Vigilancia con apoyo de guardaparques comunales.
  • Alto involucramiento de las autoridades locales y de las comunidades locales en la gestión participativa del área.
  • Visibilidad de la importancia de la conservación de los bosques, su diversidad biológica y sus servicios ecosistémicos para el desarrollo local. 

Como parte de las estrategias generadas para mejorar la efectividad de la gestión del PNCAZ se ha logrado fortalecer el frente de protección del parque. De esta manera, además de contar con 45 guardaparques oficiales contratados por CIMA y reconocidos oficialmente por el SERNANP, también se cuenta con la presencia de guardaparques comunales, seleccionados en las asambleas de sus respectivas comunidades. Los guardaparques comunales rotan cada dos meses en los puestos de control del área protegida, con lo que apoyan directamente la protección del Parque, pero se mantienen integrados a sus propias comunidades.  Con esta estrategia se busca generar un ambiente favorable y de colaboración con las comunidades locales para la implementación de las acciones de conservación del parque, de modo que esto ha permitido mantener una co-gestión del territorio y un trabajo conjunto.

Herramientas innovadoras para un modelo de gestión participativa de la conservación

El manejo de un área protegida de más de 1.35 millones de hectáreas y la alta actividad humana en su zona de amortiguamiento (2.3 millones de hectáreas), han demandado la generación de herramientas de gestión innovadoras, enfocadas en la participación social. Es así que CIMA implementa un Modelo de Intervención conocido como FOCAL, el cual se está incorporando en otras AP del país, y que cuenta con herramientas como:

  • Mapeo de Usos y Fortalezas(MUF): Reúne información socioeconómica de comunidades y centros poblados, sus necesidades y percepciones en cuanto al área, y uso de recursos naturales, para identificar organizaciones locales con las cuales se debe establecer alianzas para implementar acciones de conservación.
  • Zonificación Participativa Comunal (ZPC): Guía el proceso de desarrollo de una zonificación ecológica económica a nivel nivel comunal para lograr la concertación de la población respecto a la utilización sostenible de su territorio y sus recursos naturales.
  • Normas de Convivencia: Permiten alcanzar acuerdos a nivel del centro poblado o comunidad, definen códigos de comportamiento, y brindan estabilidad al proceso de planificación o a los Planes de Calidad de Vida que se elaboren posteriormente.
  • Herramientas de gestión innovadoras enfocadas en la participación social.
  • Empoderamiento de comunidades locales.
  • Asistencia técnica y acompañamiento para el desarrollo de proyectos productivos.
  • Acuerdos locales para apoyar la gestión del área.
  • Promoción de mejoras en la calidad de vida de las poblaciones locales.

Los planes de calidad de vida que elaboran las comunidades, con una visión de 10 años, se basan en que las comunidades definan su propio concepto de calidad de vida, enmarcado en Normas de Convivencia. Para la planificación e implementación de estos planes es clave el apoyo técnico de CIMA, y los recursos financieros que aporta Althelia. Su implementación ha permitido el fortalecimiento institucional de organizaciones comunales y de capacidades locales para llevar a cabo iniciativas productivas y realizar gestiones comunales con autoridades competentes. Además, con la finalidad de consolidar los Planes de Calidad de Vida, CIMA suscribe Acuerdos Azules o Acuerdos de Conservación con las comunidades o poblados como una muestra de compromiso sostenido. Así, ambos actores se comprometen a asumir responsabilidades concretas en el tiempo; mientras que la Jefatura del PNCAZ y las autoridades locales de cada centro poblado ejercen un rol de supervisores del cumplimiento de dichos compromisos.

Modelo de co-gestión para una mayor sostenibilidad financiera del área protegida

Si bien el PNCA contó con apoyo financiero durante el período 2008-2013, estas fuentes no son consideradas sostenibles a largo plazo, por lo que CIMA viene buscando mecanismos para mejorar la sostenibilidad financiera del parque. Uno de ellos fue diseñar el proyecto REDD+ Cordillera Azul, dentro del cual CIMA y The Field Museum of Chicago (como socio estratégico) desarrollaron un documento técnico para comprobar de qué manera el PNCAZ ha evitado la emisión de más de 1,6 millones de toneladas de CO2 al año por deforestación, y casi 13 millones de toneladas de CO2 durante el periodo 2008-2015. Por esto llegó a considerarse un megaproyecto REDD+, validado por estándares internacionales, como el Voluntary Carbon Standard (VCS), y el Climate, Community and Biodiversity Standards (CCB), los cuales buscan dar legitimidad y credibilidad, ante los mercados voluntarios, por medio de certificados de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no emitidos. Gracias a estos certificados, el proyecto pudo obtener su registro en Markit, una herramienta para administrar internacionalmente los créditos globales de carbono, lo que dio paso a que CIMA trabaje en procesos de negociación de créditos de carbono en el ámbito internacional.

  • Compromiso de 20 años de una ONG como organización ejecutora del Contrato de Administración Total del PNCAZ, la cual busca mecanismos para  la sostenibilidad financiera de su gestión.
  • Reconocimiento a nivel mundial del aporte de los servicios ecosistémicos a comunidades locales y a nivel nacional, y la promoción de su valoración económica, que permitió generar el proyecto REDD+ del PNCAZ.
  • Articulación de la estructura de co-gestión con un socio financiero que permita mayor sostenibilidad.

Producto de los procesos de negociación de créditos de carbono en el ámbito internacional, a fines del 2014 CIMA logró sumar un socio financiero clave: Althelia Climate Fund, con quien tiene un contrato hasta por lo menos el año 2021. Eate contrato le permite recibir fondos para las operaciones anuales del parque a cambio de un número determinado de créditos de carbono generados por el proyecto REDD+ Cordillera Azul. Esto permitió desarrollar un mecanismo de sostenibilidad financiera que ha permitido invertir en el fortalecimiento de las capacidades de gestión del área protegida, implementar iniciativas de conservación local y educación ambiental, e invertir en las actividades productivas sostenible que realizan las comunidades locales y organizaciones sociales, de modo que la conservación y protección del parque sea una realidad.

Alianza público-privada para la gestión efectiva del área protegida

El marco regulatorio de las áreas protegidas en Perú propicia un enfoque de co-gestión y trabajo participativo, y permite la suscripción de Contratos de Administración entre el Estado peruano y organizaciones privadas sin fines de lucro, como un mecanismo efectivo de apoyo a la gestión. En este contexto, el Parque Nacional Cordillera Azul (PNCA) tuvo, desde su creación, el apoyo técnico de la ONG Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales – Cordillera Azul (CIMA – Cordillera Azul). Años más tarde, en el 2008, el Estado firmó con CIMA un contrato de administración total de operaciones del Parque por un período de 20 años. En este marco se suscribió un Acuerdo de Desarrollo Global (GDA) entre la Agencia de los Estado Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Fundación Moore, la Fundación MacArthur, The Field Museum of Chicago y CIMA, para conjugar esfuerzos hacia la conservación del PNCAZ y contar con apoyo financiero durante el período 2008-2013. Esto permitió establecer una visión a largo plazo para la gestión adaptativa del PNCAZ, implementar un modelo de gestión participativa, y alcanzar mayor sostenibilidad financiera a través del apalancamiento de fondos para el PNCAZ.

  • Marco regulatorio de las AP en Perú promueve la cogestión y el establecimiento de alianzas público-privadas.
  • Compromiso de largo plazo (20 años) de una ONG como organización ejecutora del Contrato de Administración Total del PNCAZ.
  • Trabajo coordinado entre ONG que administra el Parque con entidad de gestión pública, gobiernos regionales y locales, y comunidades de la zona de amortiguamiento.

El mecanismo de co-gestión a través del contrato de administración total del PNCA por parte de CIMA fue clave para la efectividad de la gestión del parque ya que CIMA no solamente cuenta con las habilidades de gestión de áreas protegidas, sino que, además, ha logrado implementar elementos fundamentales e innovadores para concretar esta gestión. Uno de estos elementos es haberse convertido en un agente articulador que permite promover y alcanzar el involucramiento tanto de los cerca de 120 poblados y comunidades nativas que habitan en la zona de amortiguamiento del área, como de las autoridades regionales y locales de los cuatro departamentos en los que se ubica el Parque (San Martín, Loreto, Ucayali y Huánuco). Con este modelo se busca el empoderamiento de las poblaciones vecinas al área protegida para la conservación y el desarrollo local, cuyo enfoque de trabajo responde al Plan Maestro del PNCAZ, elaborado a través del Comité de Gestión del área protegida, CIMA y el SERNANP.

ARPA: el programa de conservación de bosques tropicales más importante de Brasil, y mecanismos de sostenibilidad financiera del Parque Nacional de Jaú

El PN de Jaú representa una de las mayores extensiones de bosque húmedo tropical protegidas en el mundo, que protege gran parte de una cuenca hidrográfica de aguas negras. Por su importancia, esta AP fue priorizada por el Programa de Áreas Protegidas de la Amazonía (ARPA), un programa gubernamental de Brasil, creado en el año 2002, liderado por el Ministerio de Medio Ambiente, y gestionado por el Fondo Brasileño para la Biodiversidad (Funbio).

El programa ARPA cuenta con el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), el gobierno alemán, el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), el Fondo Amazonía, a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), la Fundación Moore y, actualmente, empresas privadas que son donantes del programa. Tiene una vigencia de 13 años, y su objetivo es expandir y fortalecer el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la Amazonía en Brasil, mediante la protección de 60 millones de hectáreas de Unidades de Conservación en el bioma Amazónico; y asegurar la sostenibilidad de su gestión a corto y largo plazo. Se implementa en tres fases independiente y continuas. La primera entre 2003 y 2010, la segunda entre 2010 y 2015, y la tercera, con un plazo de 25 años.

  • Contexto nacional de mayor preocupación por la conservación de la Amazonía y el desarrollo sostenible, junto con el reconocimiento mundial de la importancia de los bosques tropicales.
  • Definición de políticas públicas regionales para la conservación y el uso sostenible de los bosques.
  • Presupuesto del programa ARPA de 2003-2015 de 236 millones de dólares.

La inclusión del PN de Jaú dentro del programa ARPA fue una estrategia indispensable para su conservación, al ser uno de los mayores programas de conservación de bosques tropicales del mundo, demostrando la implementación de un modelo para asegurar la captación y aplicación de los recursos financieros de manera rápida y eficaz. 

En su primera fase ARPA buscó la creación de nuevas AP; en la segunda fase, se enfocó en la consolidación del programa; y la tercera, tiene como objetivo consolidar las 60 millones de hectáreas de AP en la Amazonía, a nivel federal y estatal, y alcanzar la sostenibilidad financiera.

El apoyo provisto por ARPA permitió la creación de la RESEX del Río Unini, de manera que se consolidaron la RESEX y el PN de Jaú, a través del financiamiento de proyectos que permiten la generación de valor de conservación y mayores ingresos económicos para las comunidades. Así se contribuye a su sostenibilidad social, económica y de gestión de ambas unidades de conservación.

Gobernanza y participación de actores locales en el manejo y aprovechamiento de recursos naturales

A lo largo del proceso de creación de la Reserva Extractivista (RESEX) del río Unini, y en el marco del contrato de co-gestión del PN de Jaú, la Fundación Vitoria Amazónica (FVA) implementó metodologías innovadoras participativas de mapeo de uso de recursos naturales (RRNN) y ha venido invirtiendo en un proceso de fortalecimiento organizacional y de capacidades locales para el uso sostenible de los RRNN. Es de destacar  el desarrollo e implementación de una metodología para el monitoreo de uso de RRNN (SIMUR) en el río Unini. Esto sirvió de insumo para un proceso que se dio en el año 2008, posterior a la creación de la RESEX del río Unini, con el desarrollo e implementación de “Términos de Compromiso” con las comunidades del río Unini. Estos documentos representan acuerdos entre las 6 comunidades del PN de Jaú que viven en el río Unini y el Gobierno brasilero, con los objetivos de regularizar su permanencia dentro del Parque, y establecer un proceso de co-manejo entre la población local y la administración del Parque. Es así que la participación comunitaria en los procesos de toma de decisiones en las dos unidades de conservación (PN de Jaú y la RESEX del río Unini) fue y es fundamental para la gestión eficiente de ambas áreas.

  • Desarrollo de herramientas enfocadas en el manejo de conflictos socio-ambientales.
  • Promoción de la participación social en la gestión de unidades de conservación.
  • Zonificación de usos y aprovechamiento del área protegida establecidos con 3 distintas categorías, y aterrizado en el territorio gracias a un proceso participativo robusto.
  • Creación de la Cooperativa Mixta Agroextractivista del Río Unini (COOMARU), para el uso de los RRNN.

Diferentes procesos de planificación del manejo de ambas UC han permitido avanzar en el fortalecimiento organizacional y de capacidades locales para el desarrollo de actividades económicas. Por ejemplo, se creó la COOMARU, dedicada al comercio justo de la nuez brasileña, y al desarrollo de infraestructura básica para el almacenamiento y beneficio de productores agro-extractivistas. Además, los residentes de estas áreas son la principal fuente de información sobre los RRNN utilizados. Por lo tanto, los programas y proyectos que involucran la participación comunitaria en las etapas de recolección, sistematización, almacenamiento y análisis de datos tienen potencial transformador en el proceso de gestión de las UC, ya que ordena y clasifica la información sobre las actividades productivas y de subsistencia dentro y alrededor de estas zonas. Así, las dinámicas de formación a monitores de la comunidad y residentes, contribuyen a la formación de líderes comunitarios en la gestión de las AP.

Hacia una gestión turística sostenible

La alta diversidad cultural y biológica de la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, entre  ellas la presencia de un complejo lacustre inundable, atrae a miles de turistas nacionales y extranjeros cada año; sobretodo desde que el Gobierno promulgó el Decreto de Gratuidad para el ingreso a las áreas protegidas, a inicios del año 2012.

La inversión del Estado, acompañada de inversión privada y de cooperación internacional han servido para mejorar la planificación turística y la infraestructura de uso público en el Cuyabeno, de modo que se puede brindar un mejor servicio a los visitantes. Igualmente, esfuerzos relacionados entre el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Turismo, para regularizar y normar las actividades turísticas en áreas protegidas, así como acreditar a las operadoras de turismo, han permitido enfocar acciones para que se lleve a cabo buenas prácticas turísticas sostenibles.  A esto se suman los esfuerzos por propiciar la integración de comunidades en actividades de turismo sostenible. Todo esto ha promovido, en los últimos 15 años, un trabajo enfocado en el diseño e implementación de estándares para la gestión del turismo sostenible y generación de ingresos económicos para las comunidades locales.

  • Alta visitación de turistas nacionales y extranjeros en el área protegida.
  • Definición de políticas nacionales para contar con mayor inversión en el desarrollo turístico.
  • Priorización de inversión en infraestructura turísticas.

Las mejoras en la infraestructura de uso público y en normar las actividades turísticas en AP han sido claves para promover el desarrollo del turismo sostenible. Además, con base en la Metodología de Gestión del Destino de Áreas Naturales Protegidas, la RPF Cuyabeno elaboró su Plan de Manejo de Visitantes; y, con el apoyo de Rainforest Alliance, se generó un Manual de Procedimientos Turísticos para Cuyabeno, que establecen lineamientos para el turismo en esta Reserva.

Igualmente importante es la promoción de la integración de comunidades en actividades de turismo sostenible, principalmente en la prestación de servicios como guías locales y servicios de navegación, además del desarrollo de turismo comunitario como una alternativa de ingreso económico. Todo esto contribuye a que la actividad turística en la RPF Cuyabeno se desarrolle en el marco de sostenibilidad económica, social y ambiental, alcanzando cifras de visitación turística de 6.620 durante el primer semestre de 2017.