Herramientas innovadoras para un modelo de gestión participativa de la conservación

El manejo de un área protegida de más de 1.35 millones de hectáreas y la alta actividad humana en su zona de amortiguamiento (2.3 millones de hectáreas), han demandado la generación de herramientas de gestión innovadoras, enfocadas en la participación social. Es así que CIMA implementa un Modelo de Intervención conocido como FOCAL, el cual se está incorporando en otras AP del país, y que cuenta con herramientas como:

  • Mapeo de Usos y Fortalezas(MUF): Reúne información socioeconómica de comunidades y centros poblados, sus necesidades y percepciones en cuanto al área, y uso de recursos naturales, para identificar organizaciones locales con las cuales se debe establecer alianzas para implementar acciones de conservación.
  • Zonificación Participativa Comunal (ZPC): Guía el proceso de desarrollo de una zonificación ecológica económica a nivel nivel comunal para lograr la concertación de la población respecto a la utilización sostenible de su territorio y sus recursos naturales.
  • Normas de Convivencia: Permiten alcanzar acuerdos a nivel del centro poblado o comunidad, definen códigos de comportamiento, y brindan estabilidad al proceso de planificación o a los Planes de Calidad de Vida que se elaboren posteriormente.
  • Herramientas de gestión innovadoras enfocadas en la participación social.
  • Empoderamiento de comunidades locales.
  • Asistencia técnica y acompañamiento para el desarrollo de proyectos productivos.
  • Acuerdos locales para apoyar la gestión del área.
  • Promoción de mejoras en la calidad de vida de las poblaciones locales.

Los planes de calidad de vida que elaboran las comunidades, con una visión de 10 años, se basan en que las comunidades definan su propio concepto de calidad de vida, enmarcado en Normas de Convivencia. Para la planificación e implementación de estos planes es clave el apoyo técnico de CIMA, y los recursos financieros que aporta Althelia. Su implementación ha permitido el fortalecimiento institucional de organizaciones comunales y de capacidades locales para llevar a cabo iniciativas productivas y realizar gestiones comunales con autoridades competentes. Además, con la finalidad de consolidar los Planes de Calidad de Vida, CIMA suscribe Acuerdos Azules o Acuerdos de Conservación con las comunidades o poblados como una muestra de compromiso sostenido. Así, ambos actores se comprometen a asumir responsabilidades concretas en el tiempo; mientras que la Jefatura del PNCAZ y las autoridades locales de cada centro poblado ejercen un rol de supervisores del cumplimiento de dichos compromisos.

Modelo de co-gestión para una mayor sostenibilidad financiera del área protegida

Si bien el PNCA contó con apoyo financiero durante el período 2008-2013, estas fuentes no son consideradas sostenibles a largo plazo, por lo que CIMA viene buscando mecanismos para mejorar la sostenibilidad financiera del parque. Uno de ellos fue diseñar el proyecto REDD+ Cordillera Azul, dentro del cual CIMA y The Field Museum of Chicago (como socio estratégico) desarrollaron un documento técnico para comprobar de qué manera el PNCAZ ha evitado la emisión de más de 1,6 millones de toneladas de CO2 al año por deforestación, y casi 13 millones de toneladas de CO2 durante el periodo 2008-2015. Por esto llegó a considerarse un megaproyecto REDD+, validado por estándares internacionales, como el Voluntary Carbon Standard (VCS), y el Climate, Community and Biodiversity Standards (CCB), los cuales buscan dar legitimidad y credibilidad, ante los mercados voluntarios, por medio de certificados de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero no emitidos. Gracias a estos certificados, el proyecto pudo obtener su registro en Markit, una herramienta para administrar internacionalmente los créditos globales de carbono, lo que dio paso a que CIMA trabaje en procesos de negociación de créditos de carbono en el ámbito internacional.

  • Compromiso de 20 años de una ONG como organización ejecutora del Contrato de Administración Total del PNCAZ, la cual busca mecanismos para  la sostenibilidad financiera de su gestión.
  • Reconocimiento a nivel mundial del aporte de los servicios ecosistémicos a comunidades locales y a nivel nacional, y la promoción de su valoración económica, que permitió generar el proyecto REDD+ del PNCAZ.
  • Articulación de la estructura de co-gestión con un socio financiero que permita mayor sostenibilidad.

Producto de los procesos de negociación de créditos de carbono en el ámbito internacional, a fines del 2014 CIMA logró sumar un socio financiero clave: Althelia Climate Fund, con quien tiene un contrato hasta por lo menos el año 2021. Eate contrato le permite recibir fondos para las operaciones anuales del parque a cambio de un número determinado de créditos de carbono generados por el proyecto REDD+ Cordillera Azul. Esto permitió desarrollar un mecanismo de sostenibilidad financiera que ha permitido invertir en el fortalecimiento de las capacidades de gestión del área protegida, implementar iniciativas de conservación local y educación ambiental, e invertir en las actividades productivas sostenible que realizan las comunidades locales y organizaciones sociales, de modo que la conservación y protección del parque sea una realidad.

Alianza público-privada para la gestión efectiva del área protegida

El marco regulatorio de las áreas protegidas en Perú propicia un enfoque de co-gestión y trabajo participativo, y permite la suscripción de Contratos de Administración entre el Estado peruano y organizaciones privadas sin fines de lucro, como un mecanismo efectivo de apoyo a la gestión. En este contexto, el Parque Nacional Cordillera Azul (PNCA) tuvo, desde su creación, el apoyo técnico de la ONG Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales – Cordillera Azul (CIMA – Cordillera Azul). Años más tarde, en el 2008, el Estado firmó con CIMA un contrato de administración total de operaciones del Parque por un período de 20 años. En este marco se suscribió un Acuerdo de Desarrollo Global (GDA) entre la Agencia de los Estado Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Fundación Moore, la Fundación MacArthur, The Field Museum of Chicago y CIMA, para conjugar esfuerzos hacia la conservación del PNCAZ y contar con apoyo financiero durante el período 2008-2013. Esto permitió establecer una visión a largo plazo para la gestión adaptativa del PNCAZ, implementar un modelo de gestión participativa, y alcanzar mayor sostenibilidad financiera a través del apalancamiento de fondos para el PNCAZ.

  • Marco regulatorio de las AP en Perú promueve la cogestión y el establecimiento de alianzas público-privadas.
  • Compromiso de largo plazo (20 años) de una ONG como organización ejecutora del Contrato de Administración Total del PNCAZ.
  • Trabajo coordinado entre ONG que administra el Parque con entidad de gestión pública, gobiernos regionales y locales, y comunidades de la zona de amortiguamiento.

El mecanismo de co-gestión a través del contrato de administración total del PNCA por parte de CIMA fue clave para la efectividad de la gestión del parque ya que CIMA no solamente cuenta con las habilidades de gestión de áreas protegidas, sino que, además, ha logrado implementar elementos fundamentales e innovadores para concretar esta gestión. Uno de estos elementos es haberse convertido en un agente articulador que permite promover y alcanzar el involucramiento tanto de los cerca de 120 poblados y comunidades nativas que habitan en la zona de amortiguamiento del área, como de las autoridades regionales y locales de los cuatro departamentos en los que se ubica el Parque (San Martín, Loreto, Ucayali y Huánuco). Con este modelo se busca el empoderamiento de las poblaciones vecinas al área protegida para la conservación y el desarrollo local, cuyo enfoque de trabajo responde al Plan Maestro del PNCAZ, elaborado a través del Comité de Gestión del área protegida, CIMA y el SERNANP.

ARPA: el programa de conservación de bosques tropicales más importante de Brasil, y mecanismos de sostenibilidad financiera del Parque Nacional de Jaú

El PN de Jaú representa una de las mayores extensiones de bosque húmedo tropical protegidas en el mundo, que protege gran parte de una cuenca hidrográfica de aguas negras. Por su importancia, esta AP fue priorizada por el Programa de Áreas Protegidas de la Amazonía (ARPA), un programa gubernamental de Brasil, creado en el año 2002, liderado por el Ministerio de Medio Ambiente, y gestionado por el Fondo Brasileño para la Biodiversidad (Funbio).

El programa ARPA cuenta con el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), el gobierno alemán, el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), el Fondo Amazonía, a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), la Fundación Moore y, actualmente, empresas privadas que son donantes del programa. Tiene una vigencia de 13 años, y su objetivo es expandir y fortalecer el Sistema Nacional de Áreas Protegidas de la Amazonía en Brasil, mediante la protección de 60 millones de hectáreas de Unidades de Conservación en el bioma Amazónico; y asegurar la sostenibilidad de su gestión a corto y largo plazo. Se implementa en tres fases independiente y continuas. La primera entre 2003 y 2010, la segunda entre 2010 y 2015, y la tercera, con un plazo de 25 años.

  • Contexto nacional de mayor preocupación por la conservación de la Amazonía y el desarrollo sostenible, junto con el reconocimiento mundial de la importancia de los bosques tropicales.
  • Definición de políticas públicas regionales para la conservación y el uso sostenible de los bosques.
  • Presupuesto del programa ARPA de 2003-2015 de 236 millones de dólares.

La inclusión del PN de Jaú dentro del programa ARPA fue una estrategia indispensable para su conservación, al ser uno de los mayores programas de conservación de bosques tropicales del mundo, demostrando la implementación de un modelo para asegurar la captación y aplicación de los recursos financieros de manera rápida y eficaz. 

En su primera fase ARPA buscó la creación de nuevas AP; en la segunda fase, se enfocó en la consolidación del programa; y la tercera, tiene como objetivo consolidar las 60 millones de hectáreas de AP en la Amazonía, a nivel federal y estatal, y alcanzar la sostenibilidad financiera.

El apoyo provisto por ARPA permitió la creación de la RESEX del Río Unini, de manera que se consolidaron la RESEX y el PN de Jaú, a través del financiamiento de proyectos que permiten la generación de valor de conservación y mayores ingresos económicos para las comunidades. Así se contribuye a su sostenibilidad social, económica y de gestión de ambas unidades de conservación.

Gobernanza y participación de actores locales en el manejo y aprovechamiento de recursos naturales

A lo largo del proceso de creación de la Reserva Extractivista (RESEX) del río Unini, y en el marco del contrato de co-gestión del PN de Jaú, la Fundación Vitoria Amazónica (FVA) implementó metodologías innovadoras participativas de mapeo de uso de recursos naturales (RRNN) y ha venido invirtiendo en un proceso de fortalecimiento organizacional y de capacidades locales para el uso sostenible de los RRNN. Es de destacar  el desarrollo e implementación de una metodología para el monitoreo de uso de RRNN (SIMUR) en el río Unini. Esto sirvió de insumo para un proceso que se dio en el año 2008, posterior a la creación de la RESEX del río Unini, con el desarrollo e implementación de “Términos de Compromiso” con las comunidades del río Unini. Estos documentos representan acuerdos entre las 6 comunidades del PN de Jaú que viven en el río Unini y el Gobierno brasilero, con los objetivos de regularizar su permanencia dentro del Parque, y establecer un proceso de co-manejo entre la población local y la administración del Parque. Es así que la participación comunitaria en los procesos de toma de decisiones en las dos unidades de conservación (PN de Jaú y la RESEX del río Unini) fue y es fundamental para la gestión eficiente de ambas áreas.

  • Desarrollo de herramientas enfocadas en el manejo de conflictos socio-ambientales.
  • Promoción de la participación social en la gestión de unidades de conservación.
  • Zonificación de usos y aprovechamiento del área protegida establecidos con 3 distintas categorías, y aterrizado en el territorio gracias a un proceso participativo robusto.
  • Creación de la Cooperativa Mixta Agroextractivista del Río Unini (COOMARU), para el uso de los RRNN.

Diferentes procesos de planificación del manejo de ambas UC han permitido avanzar en el fortalecimiento organizacional y de capacidades locales para el desarrollo de actividades económicas. Por ejemplo, se creó la COOMARU, dedicada al comercio justo de la nuez brasileña, y al desarrollo de infraestructura básica para el almacenamiento y beneficio de productores agro-extractivistas. Además, los residentes de estas áreas son la principal fuente de información sobre los RRNN utilizados. Por lo tanto, los programas y proyectos que involucran la participación comunitaria en las etapas de recolección, sistematización, almacenamiento y análisis de datos tienen potencial transformador en el proceso de gestión de las UC, ya que ordena y clasifica la información sobre las actividades productivas y de subsistencia dentro y alrededor de estas zonas. Así, las dinámicas de formación a monitores de la comunidad y residentes, contribuyen a la formación de líderes comunitarios en la gestión de las AP.

Hacia una gestión turística sostenible

La alta diversidad cultural y biológica de la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, entre  ellas la presencia de un complejo lacustre inundable, atrae a miles de turistas nacionales y extranjeros cada año; sobretodo desde que el Gobierno promulgó el Decreto de Gratuidad para el ingreso a las áreas protegidas, a inicios del año 2012.

La inversión del Estado, acompañada de inversión privada y de cooperación internacional han servido para mejorar la planificación turística y la infraestructura de uso público en el Cuyabeno, de modo que se puede brindar un mejor servicio a los visitantes. Igualmente, esfuerzos relacionados entre el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Turismo, para regularizar y normar las actividades turísticas en áreas protegidas, así como acreditar a las operadoras de turismo, han permitido enfocar acciones para que se lleve a cabo buenas prácticas turísticas sostenibles.  A esto se suman los esfuerzos por propiciar la integración de comunidades en actividades de turismo sostenible. Todo esto ha promovido, en los últimos 15 años, un trabajo enfocado en el diseño e implementación de estándares para la gestión del turismo sostenible y generación de ingresos económicos para las comunidades locales.

  • Alta visitación de turistas nacionales y extranjeros en el área protegida.
  • Definición de políticas nacionales para contar con mayor inversión en el desarrollo turístico.
  • Priorización de inversión en infraestructura turísticas.

Las mejoras en la infraestructura de uso público y en normar las actividades turísticas en AP han sido claves para promover el desarrollo del turismo sostenible. Además, con base en la Metodología de Gestión del Destino de Áreas Naturales Protegidas, la RPF Cuyabeno elaboró su Plan de Manejo de Visitantes; y, con el apoyo de Rainforest Alliance, se generó un Manual de Procedimientos Turísticos para Cuyabeno, que establecen lineamientos para el turismo en esta Reserva.

Igualmente importante es la promoción de la integración de comunidades en actividades de turismo sostenible, principalmente en la prestación de servicios como guías locales y servicios de navegación, además del desarrollo de turismo comunitario como una alternativa de ingreso económico. Todo esto contribuye a que la actividad turística en la RPF Cuyabeno se desarrolle en el marco de sostenibilidad económica, social y ambiental, alcanzando cifras de visitación turística de 6.620 durante el primer semestre de 2017.

Incentivos para la conservación a través del Programa Socio Bosque

En el año 2008 el Estado Ecuatoriano creó el Programa Socio Bosque (PSB), como un mecanismo de incentivos económicos dirigido a propietarios privados, campesinos y comunidades indígenas  que se comprometen voluntariamente a la conservación y protección de bosques y otros ecosistemas nativos.

En la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, gracias a los avances con respecto a los Convenios de Uso y Manejo de Recursos Naturales, firmados con las comunidades indígenas dentro del área, que permitieron delimitar sus territorios; y  a la entrega de escrituras individuales en la zona de influencia de la misma, las comunidades pudieron obtener sus títulos de propiedad, lo que es un para participar en el PSB. Es así que actualmente, en la Reserva existen alrededor de 86.000 ha que forman parte del PSB, lo que ha contribuido a la conservación de los relictos de bosque en su zona alta, así como de amplias áreas de bosques en su zona baja. Al mismo tiempo, se ha generado incentivos económicos para la implementación de proyectos productivos por parte de comunidades y propietarios individuales, asegurando la conservación del bosque. Esto ha sido clave para prevenir el riesgo de avance de la frontera agrícola  hacia el interior de la Reserva.

  • Definición de políticas nacionales de incentivos que apoyan la conservación y el desarrollo sostenible de los bosques; y su aplicación con propietarios comunales que habitan dentro de las AP.
  • Conocimiento y difusión de los beneficios del PSB a diferentes actores.
  • Interés de ingresar al PSB por parte de las comunidades indígenas y campesinas.
  • Incentivos económicos que generan compromisos por parte de los actores locales, para conservar los bosques colindantes con el área y dentro de ella.

La implementación del PSB en la  Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno es un mecanismo para incentivar a varias comunidades indígenas a conservar los bosques. Para ello fue necesario dar a conocer a las comunidades indígenas localizadas dentro de la reserva (como la comunidad Cofán de Zábalo, Kichwa de Zancudo y Shuar de Taekiwa y Charap), los beneficios de ser parte de este programa estatal. Además, fue fundamental apoyar, desde la administración del AP y del PSB con la recopilación de información, realización de asambleas comunitarias, y elaboración y seguimiento a los planes de inversión.  De este modo se han convertido en las primeras  comunidades dentro de áreas protegidas del SNAP en participar en el PSB, abriendo el camino para que otras comunidades en condiciones similares lo puedan hacer. Esto ha contribuido notablemente en mejorar las condiciones de vida de los pobladores de estas comunidades, y con ello, a disminuir la presión sobre los recursos naturales.

Un fondo de áreas protegidas para la sostenibilidad financiera de su gestión

El desarrollo de un fondo permanente para cubrir costos de manejo de las áreas protegidas,   ha permitido a ciertas áreas protegidas estatales, como la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, contar con fondos anuales para sustentar sus principales actividades operativas. Este fondo se conoce con el nombre de Fondo de Áreas Protegidas (FAP), y corresponde a una iniciativa desarrollada en 1999 entre el Ministerio del Ambiente del Ecuador y el Fondo Ambiental Nacional, con el apoyo de la cooperación internacional, a fin de diversificar las fuentes de financiamiento para áreas naturales protegidas públicas, proporcionando recursos financieros estables en el largo plazo. Como antecedentes a esto, cabe mencionar que el Fondo Ambiental Nacional fue creado por el Estado Ecuatoriano en el año 1996, como “un mecanismo financiero independiente de los planes, programas, proyectos y cualquier actividad tendiente a la protección, conservación y mejoramiento de los recursos naturales y el medio ambiente”. Este fondo, como una organización de derecho privado, capta, administra, asesora técnicamente y canaliza recursos financieros, sin participar directamente en la ejecución de campo.

  • Definición de políticas nacionales que apoyan la creación de un Fondo Ambiental Nacional para dar mayor estabilidad al presupuesto de las áreas protegidas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador.
  • Apoyo de la Cooperación Financiera nacional e internacional para  crear un fideicomiso con fondos que se renuevan constantemente para cubrir costos operativos del manejo de áreas protegidas estatales, entre ellas La RPF Cuyabeno.

El diseño e implementación del FAP fue el resultado de un proceso de acuerdos entre el Gobierno Nacional, la sociedad civil organizada y la Cooperación Internacional. Su principal objetivo es apoyar la sostenibilidad financiera del Sistema Nacional de Áreas protegidas para contribuir así con la conservación in situ de la biodiversidad de la nación, mediante el co-financiamiento de gastos operativos básicos y el acompañamiento técnico.

Actualmente, y luego de un año de paralización en el 2015, el FAP trabaja con 30 áreas protegidas estatales, dentro de las cuales se encuentra la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, la cual recibe un monto anual de USD 56.000. Si bien este fondo no representa el único mecanismo financiero para la reserva, el presupuesto anual asignado permite sustentar las principales actividades operativas del área, alineadas con los objetivos y resultados estratégicos de la planificación operativa anual. 

La gobernanza efectiva desde la participación comunitaria

El marco jurídico boliviano establece el derecho legítimo de los grupos de actores locales a decidir sobre la gestión del las AP y sus recursos naturales. En el PN Noel Kempff Mercado, desde 1996 se desarrolló un modelo de gobernanza a través de la conformación de un Comité de Gestión, que se fue consolidando de manera paulatina, y que acompaña la planificación, toma de decisiones y logros alcanzados como resultado del manejo del área. Los actores que lo conforman provienen del sector gubernamental a nivel nacional, departamental y municipal; así como del sector no gubernamental, con la participación de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) durante el tiempo de co-administración del Parque (1995-2005). También cuenta con representantes de las siete comunidades indígenas y la Central Indígena del Bajo Paraguá. Adicionalmente, desde el año 2013 participan, solo con derecho a voto, dos instituciones gubernamentales adicionales que tienen importancia para el resguardo de los límites del área y para apoyar el desarrollo del AP y sus comunidades vecinas. Desde que se conformó el Comité de Gestión hasta la actualidad, su función ha sido actuar como un órgano fuerte de gestión del área protegida que no ha cesado en sus reuniones.

  • Marco Jurídico Nacional: Ley de Participación Popular, Reglamento General para la Gestión de AP.
  • Visión estratégica para implementar un modelo de gestión multidimensional basado en la inclusión de actores para la toma de decisiones.
  • Institucionalización del Comité de Gestión en el Plan de Manejo, como la instancia de representatividad de la población local.
  • Procesos de capacitación a los miembros del Comité de Gestión.
  • Institucionalización de procesos de consulta previa a las comunidades.

Gracias a los encuentros que mantiene el Comité de Gestión, las comunidades, las autoridades locales y la Administración del Parque son parte de las decisiones en torno a la planificación y gestión del AP; logrando establecer y fortalecer el vínculo entre la Dirección del Parque, los miembros de las comunidades y otros actores involucrados en su manejo.

Durante varios años, el traslado de los participantes a las reuniones fueron incentivadas y subvencionadas por proyectos del AP. Actualmente se realizan reuniones ordinarias cada cuatro meses, o se organizan reuniones extraordinarias según la necesidad; pero la movilización de los miembros requiere subvenciones del Parque.

La inclusión de la población local en la toma de decisiones permitió incorporar visiones distintas en relación al manejo del área, lo que fortalece su manejo y administración, y legitima las decisiones y la aplicación de estrategias, articulando un objetivo vital: mejorar la calidad de vida de las poblaciones locales.

Fortalecimiento de capacidades y conocimientos locales

El objetivo principal del componente de fortalecimiento de capacidades y conocimientos locales fue proporcionar conocimiento técnico para la gestión y conservación del agua, pastos naturales y ganado. Nos enfocamos en informar a los miembros de la comunidad y los guardaparques a través de talleres de evaluación y sesiones de capacitación sobre temas tales como cercado de pastos, gestión del agua y distribución de agua. Se desarrolló una maqueta de la comunidad de Miraflores de manera participativa para facilitar la planificación del manejo de los pastos y el agua en el territorio comunal. La información se recopiló durante diagnósticos rurales participativas. Estos diagnósticos incluyeron estudios específicos centrados en agua, pastos, arqueología, organización social, productividad agrícola y ganadera.

  • Uso de herramientas de comunicación para aumentar la conciencia local y la comprensión del proyecto.

  • Conocimiento local tradicional y diálogo con expertos externos: la participación local y las interacciones positivas entre los expertos locales y externos han llevado a una comunicación efectiva entre ellos.

  • Enfoque participativo y metodología investigación-acción participativa.
  • Los investigadores locales fueron un nexo constante entre el proyecto y la comunidad.
  • Es esencial que el equipo de campo esté capacitado en la aplicación del enfoque participativo, utilizando herramientas participativas y facilitando el aprendizaje colectivo.

  • Diversificar el trabajo con socios locales, combinando talleres con otros métodos, herramientas prácticas y trabajo de campo (del tipo "aprender haciendo").
  • Desarrollar actividades que involucren a las mujeres, jóvenes y otros grupos dentro de la comunidad.

  • Mantener un alto nivel de presencia en campo y compartir el día a día con la comunidad.
  • Brindar más capacitación práctica, desde el trabajo de campo.
  • Las estrategias de comunicación  ayudaron a  difundir los avances y logros intermedios del proyecto. Estas actualizaciones fueron bien recibidas y tuvieron un buen impacto. Algunos ejemplos son los videos participativos y el teatro o la "Noche de Arte".