El desarrollo de una estructura previamente definida de roles, momentos e instancias creó un ambiente de diálogo entre el convocado, que es un representante de la institución pública con capacidad de decisión y el preguntero, líder comunitario que representa la voz de las comunidades. El preguntero hace la pregunta previamente contextualizada en la problemática específica y propone el acuerdo, da espacio para la conversación con el invitado quien propone alternativas y negocia con el líder y finalmente, se compromete o no generando un acuerdo.