Evaluación de la idoneidad del emplazamiento
El conocimiento de los usos e impactos humanos pasados en los sitios potenciales de restauración puede apoyar las decisiones sobre si un área es actualmente adecuada para el crecimiento de los manglares. Esto incluye la evaluación de las modificaciones que se han producido en el entorno del manglar, y la identificación y eliminación de las tensiones potenciales, como el bloqueo de la inundación por las mareas, que pueden impedir la sucesión secundaria natural antes de intentar la restauración.
- El lugar de restauración debe haber sido anteriormente un ecosistema de manglares. - Acceso a información que proporcione una visión histórica completa sobre el uso anterior de la tierra y los impactos, así como información ecológica e hidrológica.
Es importante comprender el uso humano que se ha hecho de la zona en el pasado. A menudo, los manglares se plantan en zonas como marismas, salinas o lagunas suponiendo que la zona sería mejor o más productiva como bosque de manglar.
En algunos lugares, los organismos gubernamentales encargados de la gestión de los manglares no quieren ceder sitios para la restauración comunitaria, ya que dichos organismos obtienen su presupuesto en función de la superficie que ellos mismos planean restaurar, que se destina principalmente a la cría de plantones en viveros. Así pues, pueden surgir conflictos, ya que el método utilizado en esta solución promueve el concepto de dejar que los bosques se regeneren de forma natural, en contraposición a los métodos tradicionales de plantación de manglares, es decir, la plantación de especies de Rhizophora para la producción de carbón vegetal. Otro reto importante es la conversión de estanques camaroneros abandonados en plantaciones de palma aceitera con financiación de la agencia gubernamental correspondiente. Se pierden así muchas zonas destinadas a la rehabilitación de manglares para proteger a las comunidades costeras.