Pasar de la conservación a un enfoque global: los corredores biológicos como solución eficaz para ampliar las medidas de AbE
En Costa Rica, las estrategias de cambio climático y biodiversidad están estrechamente interrelacionadas y contribuyen a los compromisos del país con las agendas internacionales. Los Corredores Biológicos solían centrarse únicamente en la conservación, apoyando el diálogo multisectorial como clave para el éxito de la recuperación y el uso sostenible de la biodiversidad. Con el apoyo técnico del Programa EbA LAC, dos Corredores Biológicos se han convertido en plataformas no sólo para la conservación, sino para combinar la conservación y la adaptación al clima mediante la ampliación de medidas eficaces de adaptación basadas en los ecosistemas.
Año tras año, aumentan las inundaciones y las sequías, que causan graves daños a las infraestructuras, los bienes y la salud de las personas, afectando gravemente a las comunidades rurales. La necesidad de aplicar medidas de adaptación para contrarrestar esta tendencia es urgente. Los corredores biológicos con mejores competencias son capaces de elevar proyectos puntuales de éxito a iniciativas a mayor escala que contribuyan a la resiliencia de las personas y los ecosistemas.
Contexto
Défis à relever
Los paisajes agrícolas dominan esta zona rural, y los ganaderos, agricultores y proveedores de servicios turísticos se enfrentan a crecientes pérdidas económicas por desastres relacionados con el clima. A medida que aumenten los efectos del cambio climático, estas pérdidas se incrementarán exponencialmente. Los ecosistemas, vitales para las actividades humanas, se han visto aún más dañados por prácticas insostenibles y la sobreexplotación, y luchan por recuperarse de inundaciones y sequías, que provocan escasez de agua, perjudican a las comunidades y amenazan la seguridad alimentaria.
Las medidas de adaptación basadas en los ecosistemas (AbE), soluciones dirigidas tanto a la restauración de los ecosistemas como a los riesgos climáticos, ya se aplican en casos concretos, pero carecen de estructuras para su ampliación.
Los comités locales, las estructuras de gobernanza local de los corredores biológicos en Costa Rica, se centraban antes sobre todo en cuestiones de conservación. Carecían de las capacidades y del enfoque estratégico sobre el cambio climático, así como de la orientación hacia un enfoque más global centrado tanto en la pérdida de biodiversidad como en el cambio climático.
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Resumen del proceso
Gracias a las estructuras bien establecidas de los corredores biológicos con comités locales, esta solución ha podido optimizar las condiciones para ampliar las tan necesarias medidas de AbE. El primer factor importante es la aceptación general de los comités locales de no limitarse a la conservación de la biodiversidad, sino de cambiar su papel hacia un enfoque más integrado y global que incluya los riesgos climáticos y la resiliencia en sus consideraciones. Para lograrlo, se tomó prestado del sector privado un enfoque de desarrollo organizativo para analizar lo que se necesita. Para aplicar realmente medidas de adaptación a gran escala y a largo plazo, se crean nuevas capacidades, especialmente en torno a la comunicación y la negociación. Por último, a nivel estratégico, los planes de gestión se actualizan con una "lente climática", contemplando las actividades de conservación de forma diferente pero incluyendo también nuevas medidas de adaptación.
Bloques de construcción
Cambio del papel de los comités locales en los corredores biológicos hacia un enfoque global
Los corredores biológicos desempeñan un papel crucial en el fomento del diálogo y la participación entre múltiples partes interesadas. Hasta ahora, se han centrado principalmente en actividades de conservación. Sin embargo, tienen un potencial significativo para ampliar la Adaptación Basada en los Ecosistemas (AbE). Están integradas en la estrategia nacional para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Esta estrategia cuenta con el apoyo de un Comité Local, que sirve de foro de consulta y colaboración para iniciativas de sostenibilidad. Este comité está formado por organizaciones de la sociedad civil (OSC), organizaciones no gubernamentales (ONG), instituciones gubernamentales y municipios.
Para maximizar la eficacia de los corredores biológicos en la ampliación de las medidas de AbE, es esencial establecer un entendimiento compartido y un acuerdo entre las partes interesadas sobre su papel. Esto implica explicitar el papel de los corredores biológicos -y de cada parte interesada que participe- en las estrategias de sostenibilidad y adaptación al cambio climático, pero también su contribución específica al desarrollo local social y económico. El camino hacia este entendimiento común requiere analizar las vulnerabilidades, necesidades e intereses sectoriales, pero también las oportunidades, competencias y capacidades con potencial para abordar problemas comunes. Además, aclarar los conceptos básicos de cambio climático, adaptación, conservación de la biodiversidad (EbA) con un enfoque centrado en las personas, utilizando un lenguaje sectorial específico y la participación activa de las partes interesadas, es clave para llegar a un entendimiento común.
Factores facilitadores
Integración en los marcos políticos nacionales
Los corredores biológicos forman parte de la estrategia nacional de conservación de Costa Rica, creada mediante decreto ejecutivo, que ordena la cooperación intersectorial en aras del interés público.
También están alineados con el Plan Nacional de Adaptación de Costa Rica (Estrategia #3), que promueve la adaptación basada en los ecosistemas (AbE) a través de la gestión sostenible de los ecosistemas.
Gobernanza y participación de múltiples partes interesadas
Un factor facilitador importante es la existencia de un Comité Local como plataforma formal de consulta y colaboración que incluye a la sociedad civil, las ONG, las instituciones gubernamentales y los municipios. También hay una participación activa de las partes interesadas de todos los sectores, que es fundamental para el diálogo y la aplicación.
Lección aprendida
Los corredores biológicos deben entenderse como organizaciones vivas centradas en la participación ciudadana, con sus propias dinámicas internas y procesos operativos y administrativos. Para canalizar los esfuerzos hacia la ampliación eficiente de las medidas de AbE, necesitan crear una identidad, cohesión y cultura interna que les permita abordar retos y oportunidades comunes. Aplicar la "lente climática" significa ir más allá de los enfoques de gestión centrados estrictamente en la conservación, centrando en cambio el análisis de los impactos potenciales de las acciones de sostenibilidad en la calidad de vida de las comunidades y las personas, especialmente de las poblaciones vulnerables.
Utilización de métodos de desarrollo organizativo en los Comités Locales
El análisis de las capacidades organizativas de los corredores biológicos como mecanismos de gobernanza multisectorial permite identificar las oportunidades de mejora y las necesidades de fortalecimiento para potenciar la ampliación de la AbE. Se evalúan las competencias y capacidades existentes en habilidades técnicas y blandas para facilitar el diálogo entre múltiples partes interesadas, sensibilizar, formar y negociar con los responsables de la toma de decisiones, llevar a cabo la promoción política y establecer alianzas. Internamente, se analizan los procesos organizativos para identificar y priorizar las lagunas y los cuellos de botella en la gestión de proyectos y la sostenibilidad financiera.
Factores facilitadores
Es necesario que ya exista una estructura de gobierno y que sus miembros estén de acuerdo en dedicar tiempo al próximo proceso. Además, el proceso debe ser facilitado por un experto en desarrollo organizativo que seleccione los métodos adecuados, prepare las sesiones de trabajo y guíe al grupo.
Lección aprendida
Las principales medidas de capacitación identificadas fueron en comunicación estratégica, negociación con las principales partes interesadas, gestión de proyectos y acceso a recursos financieros. Se trata de competencias blandas muy eficaces que suelen pasarse por alto o infravalorarse.
Mejora de las capacidades y los conocimientos para aplicar y ampliar eficazmente las medidas de adaptación basadas en los ecosistemas (AbE)
Con los resultados del análisis del desarrollo organizativo, se elabora y aplica un programa contextualizado de desarrollo de capacidades para cada corredor biológico, en función de sus necesidades de fortalecimiento. Este programa se lleva a cabo a través de talleres, seminarios, sesiones de coaching, intercambios entre pares, etc.
Factores facilitadores
El compromiso y el interés de los comités locales y de sus miembros por participar activamente en el fortalecimiento de competencias y habilidades es un importante factor facilitador. Esto requiere capacidad de autorreflexión y autocrítica de los procesos organizativos y de su propia participación. Vincular el proceso de fortalecimiento a las estrategias e iniciativas de adaptación al cambio climático existentes a nivel local y nacional permite un proceso sostenido alineado con una estrategia más amplia, lo que constituyó un paso importante apoyado por los demás elementos constitutivos. Además, la búsqueda de fuentes de financiación que acepten propuestas de proyectos con un enfoque de AbE contribuye al éxito.
Lección aprendida
- Vincular las necesidades de formación y capacitación en el marco de la planificación estratégica del corredor biológico.
- Desarrollar espacios de capacitación in situ y programarlos en función de las agendas de los participantes. Esto es especialmente importante para potenciar la participación de mujeres y jóvenes.
-Las propuestas de proyectos EbA deben vincular temas transversales como género, juventud e interculturalidad para mejorar las oportunidades de financiación y el alcance de las acciones.
Integración de la AbE en el proceso de planificación estratégica del corredor biológico
Se lleva a cabo un proceso de planificación estratégica y participativa con el Comité Local para integrar la Adaptación basada en los Ecosistemas (AbE) en las herramientas de gestión. Este proceso incluye sesiones de trabajo, talleres y asesoramiento técnico destinados a potenciar la autorreflexión de los miembros del comité sobre sus actuaciones en el territorio.
En este contexto, incorporar una perspectiva climática a la planificación estratégica de un corredor biológico significa analizar y redefinir la misión y la visión para centrarse en las respuestas al cambio climático. Esto implica reconocer las vulnerabilidades y amenazas en el territorio, así como sus implicaciones para los grupos y sectores más vulnerables. El objetivo es establecer acciones focalizadas y sostenidas que incidan positivamente en la vida de las personas y comunidades, asegurando al mismo tiempo la conectividad ecológica y la provisión de servicios ecosistémicos acordes con el desarrollo productivo y sostenible de la región.
Factores facilitadores
El DECRETO 33106-MINAE establece el papel de los Comités Locales en el marco del Programa Nacional de Corredores Biológicos. Estos comités deben contar con un plan de manejo que permita la canalización de recursos y asistencia técnica para apoyar su establecimiento. La participación diversa de los actores presentes en el territorio permite tener una perspectiva amplia de las necesidades de los grupos y sectores, ampliar los actores involucrados e identificar oportunidades de establecer alianzas para la efectividad de la planeación y escalamiento de la AbE.
Lección aprendida
La planificación debe contextualizarse dentro de las capacidades organizativas actuales del Comité Local del Corredor. Un punto de partida para la planificación estratégica responde a la pregunta ¿Qué hace un Corredor Biológico? Permite definir sus funciones sustantivas como plataforma de participación ciudadana que orienta sus acciones presentes y futuras: capacita, sensibiliza, comunica, articula actores, tiene incidencia política, fomenta la participación ciudadana y gestiona proyectos. La integración de una perspectiva climática contextualiza un Plan de Gestión coherente con sus capacidades organizativas actuales para potenciar acciones que impacten en la calidad de vida de las personas y las comunidades. Incluye la integración de Cambio Climático, AbE y Género como ejes estratégicos en la gestión de proyectos AbE con perspectiva de género para la sostenibilidad financiera.
Impactos
Esta solución ha permitido que el Corredor Biológico San Juan la Selva disponga de un plan de gestión actualizado con un marco lógico sólido que tiene como objetivo la aplicación y ampliación de la AbE para mejorar la resiliencia de las comunidades locales. El comité local ha puesto en práctica las habilidades de comunicación y negociación adquiridas y ha establecido un diálogo abierto con partes interesadas que antes estaban ausentes, como el gobierno local y los representantes de los ganaderos. Los comités locales de otros corredores biológicos quieren aprender de esta experiencia y han establecido formatos de intercambio de conocimientos entre iguales.
Beneficiarios
Sociedad civil: comités locales, grupos de productores, asociaciones de desarrollo, ASADAS, grupos de mujeres y de jóvenes. Gobiernos locales e instituciones públicas. Empresas privadas: hoteles, agencias de turismo, restaurantes, agroindustria, instituciones científicas.
Marco Global para la Biodiversidad (GBF)
Objetivos de Desarrollo Sostenible
Historia
En Costa Rica, donde los ecosistemas vibran con la vida del guacamayo verde y los últimos almendros de montaña, se encuentra el Corredor Biológico San Juan La Selva. Más que un espacio natural, este corredor se ha convertido ahora en un símbolo de innovación y resiliencia frente al cambio climático.
Durante años, este corredor ha sido un puente vital entre zonas protegidas. Pero recientemente ha experimentado una transformación a través del fortalecimiento organizativo promovido por el programa EbA LAC. Gracias a este proceso, el Comité Local no sólo actualizó su plan de gestión, sino que lo transformó en una herramienta viva, inclusiva y estratégica. Por primera vez, se integraron la justicia climática y el análisis de las vulnerabilidades sociales.
Fernanda Sáenz, vicepresidenta de la Asociación Corredor Biológico San Juan La Selva, lo resume claramente: "Antes no visualizábamos muchas amenazas climáticas. Hoy, no sólo las entendemos, sino que las priorizamos en nuestras acciones".
Como lo describe Fernanda "Para nosotros, este proceso de actualización del plan de gestión ha sido un análisis y un diagnóstico exhaustivos. No se trataba sólo de llegar y empezar a construir un plan de gestión, sino de un proceso de comprensión de lo que hacíamos antes, de lo que se puede mejorar." Este cambio de mentalidad ha permitido que los conocimientos adquiridos se expandan más allá del corredor, llegando a otras organizaciones, sectores y comunidades. Las perspectivas climática y social son ahora parte esencial del Comité Local y de sus miembros.
Así es como las medidas de Adaptación Basada en los Ecosistemas (AbE) se convirtieron en herramientas tangibles para el cambio. Medidas como la reforestación de riberas, la restauración de zonas de recarga de agua, la implementación de cercas vivas y las prácticas agroecológicas son ahora acciones prioritarias y promovidas para conservar la biodiversidad a través de la conectividad biológica.
San Juan La Selva no es sólo un ejemplo local. Su experiencia es una guía para otros corredores biológicos. Su historia demuestra que es posible ampliar las buenas prácticas, adaptar las estrategias a contextos diversos y crear redes de colaboración.
Fernanda lo expresa con convicción: "Cada miembro está aquí porque cree en el cambio. Hemos visto el impacto, y eso nos inspira a continuar".
A diez años vista, el sueño es claro: un corredor que cierre brechas sociales, y gestione el territorio con justicia climática y equidad de género. Un espacio donde coexistan la conservación y el bienestar humano, donde las decisiones se tomen en base a datos, mapas de vulnerabilidad y participación comunitaria.