Uno de los componentes clave que hace única la experiencia R2R es que los voluntarios participan en las actividades prácticas de conservación de TIDE. No se trata sólo de una experiencia de aprendizaje, sino de una forma de contribuir para cada voluntario. Así, los programas de voluntariado se planifican cuidadosamente con los diferentes equipos de TIDE para garantizar que los participantes satisfacen una necesidad, además de adquirir la experiencia que buscan.
Esto se hace de dos maneras. La primera, cuando los participantes o grupos interesados tienen un interés particular en mente. En este caso, el equipo de R2R discute las opciones con el personal pertinente de TIDE, para identificar los proyectos requeridos por TIDE, que satisfagan los intereses de los grupos. El segundo método consiste en planificar los proyectos antes de identificar a los participantes. Periódicamente, el R2R se reúne con diferentes equipos de TIDE para discutir las necesidades futuras e identificar los programas que serían adecuados para la participación de voluntarios. A continuación, estos programas se proponen a los nuevos contactos y agentes asociados.
Lo fundamental es garantizar siempre que los participantes vivan una experiencia estupenda y enriquecedora, en un entorno seguro, al tiempo que ayudan a TIDE a progresar en su misión.
El factor clave para diseñar programas de voluntariado es el pleno apoyo y cooperación del equipo de TIDE. Se toman medidas para garantizar que todo el personal de TIDE comprenda la importancia del programa de RdR en el futuro de TIDE y coopere en las fases de planificación y ejecución del programa.
También es importante que TIDE tenga una misión clara, para que al diseñar los programas de voluntariado sea fácil identificar en qué pueden ayudar los participantes. El plan estratégico de TIDE y los planes de trabajo en curso son, por tanto, una herramienta importante en este proceso.
El principal reto a la hora de aplicar este elemento básico es la incertidumbre en cuanto al número de participantes y las condiciones ambientales.
A menos que R2R alcance la capacidad de reserva, existe el riesgo de que las actividades identificadas por TIDE como algo que R2R puede llevar a cabo, no procedan. Esto se ha evitado hasta ahora identificando únicamente programas para R2R que no son críticos para la misión de TIDE, sino que más bien la mejoran. Por ejemplo, se está desarrollando un programa sobre cocodrilos que contribuirá a la gestión de áreas protegidas en TIDE y en Belice, pero que no es una prioridad inmediata en el plan estratégico de TIDE. Por lo tanto, si se anuncia pero no sale adelante a través de R2R, TIDE tiene la opción de llevar a cabo esta actividad en una fecha posterior de forma independiente.
Las condiciones ambientales son más difíciles de evitar, y sin duda repercuten en el programa ofrecido. Por ejemplo, si un grupo llega para participar en estudios marinos, pero las condiciones del océano son desfavorables, se organizan actividades alternativas. Para evitarlo, al reservar un programa se deja claro que las actividades están sujetas a las condiciones meteorológicas locales, y siempre hay un "plan B".