Promoción de actividades productivas sostenibles para la mejora de los medios de vida locales.
Los impactos y resultados deben ser palpables en la vida de los actores locales comunitarios con el objetivo de que los mismos fortalezcan su compromiso con la gestión de la ACA. Es decir, un antes y un después en las vida de las personas en referencia a la implementación de la gestión de los proyectos.
Algo clave en todo el proceso ha sido la creación del FONDO DE AGUA QUIROZ-CHIRA, un mecanismo de retribución por servicios ecosistémicos (o pago por servicios ambientales), desde el 2014, el cual recibe aporte financiero de los regantes de los valles de la costa, que se benefician con el agua que se "produce" en las zonas altas de Ayabaca y Pacaipampa, donde se ubica el área de conservación ambiental. Con esto, se financia parte de las actividades y la otra parte es gestión de la misma comunidad, con apoyo de los municipios y la cooperación internacional.
También, es clave mantener una buena comunicación y de manera permanente con la comunidad.