Implicar a los ciudadanos y generar confianza en las autoridades locales mediante enfoques y herramientas participativos

Para su revitalización, el distrito de Airin necesitaba un planteamiento ascendente, cuyo objetivo es hacer hincapié en las acciones de los residentes locales y escucharles a ellos y a las organizaciones pertinentes, apartándose del método tradicional de toma de decisiones dirigido por las organizaciones gubernamentales. A finales de los noventa, el distrito puso en marcha un foro de regeneración urbana dirigido por una entidad pública para facilitar el debate y el diálogo entre las distintas partes interesadas, al que siguen diversas instituciones comunitarias financiadas para fomentar la comunicación mediante la participación de todos los grupos interesados.

La oficina del distrito de Nishinari no sólo actúa como mecanismo de coordinación, sino que forma parte del equipo que aspira a desarrollar el distrito de Airin. Airin era efectivamente un distrito rezagado, y el nivel de desconfianza era extremadamente profundo. Por ello, la autoridad local fue consciente de ofrecer un servicio integrador y trabajar con educación y gran respeto hacia los residentes. Poco a poco fue disipando la tensión. Aunque el alcalde Hashimoto impulsó en gran medida la reforma, los residentes se encargaron de su aplicación a través de un foro público-privado llamado secretaría de gestión del área.

- Esfuerzos paulatinos del gobierno local para implicar progresivamente a las partes interesadas fragmentadas.

Con la secretaría de gestión de la zona, el distrito invitó a un amplio abanico de partes interesadas a participar en la planificación urbana, por primera vez en la historia. De la historia del distrito de Airin se desprende una clara lección: la importancia de la inclusión a la hora de introducir cambios o reformas, incluso si el cambio se ve frenado por la presencia de demasiadas partes interesadas. La secretaría impulsó la mejora del espacio público, la resolución de los problemas de delincuencia y violencia, incluidas las drogas, y la creación de oportunidades de empleo para los residentes. Fue un caso de construcción y práctica de un verdadero proceso democrático, que puede ser lento pero eficiente e importante para cambios mayores.