




Una gestión adecuada de la cosecha y la poscosecha es especialmente importante para la producción de frutas, bayas, hortalizas y hierbas aromáticas. Éstas deben almacenarse en un lugar seco y fresco, pero protegido de las heladas, que debe desinfectarse previamente. Especialmente, los ratones son una amenaza habitual para la mayoría de los almacenes, ya que contaminan los productos y, por tanto, imposibilitan su venta en el futuro. Debe evitarse el uso de pesticidas para controlar las plagas, ya que contaminan los productos alimentarios. En su lugar, hay que utilizar varios tipos de trampas.
Cuando se almacenan frutas frescas como las manzanas, la recolección debe realizarse con precaución para minimizar el riesgo de putrefacción.
Debe evitarse almacenar manzanas y patatas juntas, ya que las manzanas producen etileno, que puede hacer que las patatas broten antes de tiempo.
Las frutas también se pueden conservar después de la cosecha haciendo compota, mermelada o secándolas.
Al igual que las frutas, muchas hortalizas pueden conservarse en tarros, mientras que otras, como los tomates, pueden secarse. El método más sencillo y barato para conservar las hortalizas de raíz, como zanahorias, remolachas, rábanos, etc., es mantenerlas en pinzas cubiertas de paja y tierra para protegerlas de las heladas. Las abrazaderas deben controlarse regularmente para evitar la infestación por plagas, especialmente ratones.
Los huertos familiares desempeñan un papel importante en la seguridad alimentaria y nutricional de las zonas remotas. Las familias de agricultores dependen de la cosecha de los productos de los huertos durante todo el año y, por tanto, están deseosas de mejorar sus conocimientos y técnicas de gestión de la cosecha y poscosecha.
Los agricultores de distintas zonas tienen prácticas diferentes para almacenar y conservar adecuadamente frutas y verduras que pasan de generación en generación. Organizar visitas de intercambio entre agricultores de distintas zonas permite difundir las mejores prácticas.
Diversificar un huerto contribuye a enriquecer la dieta, pero los agricultores deben conocer la cosecha, el uso, el almacenamiento y la transformación de cada cultivo. A lo largo del proyecto, se ha visto que es difícil proporcionar suficiente información sobre estos temas en una sola sesión de formación. Se necesita una formación más frecuente para ampliar los conocimientos de los agricultores sobre los nuevos cultivos en lo que respecta a la plantación, el crecimiento, la cosecha y la gestión postcosecha.