Nuestra idea

En el contexto de la pesca y la acuicultura, la trampa para peces representa una evolución de los métodos de captura existentes. A diferencia de las artes de pesca activas, como las redes de cerco, las trampas para peces requieren menos mano de obra y energía, lo que las hace muy eficientes en términos de esfuerzo de captura. Además, las trampas para peces no dañan físicamente a los peces capturados, por lo que éstos pueden sacarse de la trampa vivos y en buen estado de salud. Los primeros experimentos sobre cosechas parciales en la acuicultura de Malaui se remontan a la década de 1990, cuando se probaron diferentes herramientas para la cosecha intermitente. Sin embargo, debido a la ineficacia y a la gran intensidad de mano de obra de los métodos, no se ha producido una amplia aplicación ni nuevos avances.

A partir de estos conocimientos, de la investigación bibliográfica y de los debates entre expertos, surgió la idea de construir y probar una trampa selectiva por tamaño para capturar regularmente los juveniles de la población inicial de peces. Con esta innovación se pretende controlar la densidad de población, optimizar el uso de piensos suplementarios y no sobrepasar la capacidad de carga del estanque. Idealmente, una aplicación satisfactoria de la trampa para peces permitiría a los hogares aumentar su productividad acuícola global, al tiempo que recogen pequeñas cantidades de peces pequeños con mucha más regularidad de lo que ha sido habitual en la acuicultura hasta la fecha. Los peces recolectados de forma intermitente pueden consumirse en el hogar o utilizarse para generar pequeñas cantidades de ingresos regulares. Mientras tanto, la población inicial de peces (peces progenitores) crecerá hasta alcanzar un tamaño mayor para la cosecha final.

El reto

En un país amante del pescado como Malawi, donde el pescado es la principal fuente de proteína animal, pero el rendimiento de la pesca está en declive, se depositan grandes esperanzas y esfuerzos en el desarrollo de la acuicultura. Un mejor acceso y consumo regular de pescado, que es una fuente importante de proteínas y micronutrientes esenciales, puede contribuir en gran medida a superar los retos del desarrollo. Y la inseguridad alimentaria es uno de los mayores en términos de salud pública. Las mujeres y los niños se ven especialmente afectados por la malnutrición. La expansión y promoción de la acuicultura sostenible representa un enfoque importante para satisfacer la creciente demanda de pescado.

Este desarrollo requiere, entre otros muchos aspectos, innovaciones que contribuyan a superar con éxito los retos del sector. Centrado en la acuicultura rural, el Proyecto de Cadena de Valor de la Acuicultura para Mayores Ingresos y Seguridad Alimentaria en Malawi (AVCP), que forma parte del Programa Global "Pesca y Acuicultura Sostenibles" de la iniciativa especial "Un Mundo sin Hambre" del Ministerio alemán de Cooperación Económica y Desarrollo, ofrece formación técnica a 4.500 pequeños productores de Malawi. La piscicultura les ayuda a mejorar tanto sus ingresos como su seguridad alimentaria.

Uno de los retos comunes y complejos de la acuicultura rural es el uso de alevines mixtos de tilapia en sistemas de bajos insumos. Esto significa que los piscicultores sólo disponen de una selección y cantidad limitadas de subproductos agrícolas con los que alimentar a una población de peces en rápido crecimiento en el estanque. Esto da lugar a una creciente competencia por el oxígeno y el alimento, lo que se traduce en tasas de crecimiento deficientes y, a menudo, en una aceleración de la madurez sexual. En consecuencia, las cosechas finales suelen consistir en peces más bien pequeños, lo que no satisface las expectativas generalizadas de cosechar peces comestibles - "para llenar platos"- procedentes de la acuicultura.

Dada la falta de disponibilidad o la prohibición de alevines monosexuales, piensos para peces y aireadores en la acuicultura rural, el proyecto se enfrentó al reto de encontrar una solución alternativa para mejorar la productividad de la acuicultura rural y su contribución a la nutrición de los hogares.

Identificar mentores, formadores y aliados de impacto

Nuestro plan de formación estandarizado lo imparten expertas (académicas, profesionales y funcionarias) que trabajan en conservación y tecnología de la conservación en la región. Estas mujeres no sólo actúan como instructoras, sino también como mentoras y colaboradoras. Al centrarnos en modelos femeninos locales, ayudamos a las participantes a vislumbrar caminos para sus propias carreras, al tiempo que fortalecemos sus vínculos con las comunidades regionales de investigación y conservación. Nos esforzamos por fomentar un entorno inclusivo para el diálogo honesto sobre los retos de ser mujer en la tecnología de la conservación y alentamos las relaciones duraderas de tutoría más allá del período de formación formal.

Sin embargo, la brecha de género que pretendemos abordar puede dificultar la identificación y contratación de formadoras en determinados campos técnicos. En respuesta, hemos definido tres funciones distintas para ampliar el sistema de apoyo a las participantes:

  • Mentoras: Modelos femeninos locales que dirigen las sesiones y proporcionan tutoría continua.
  • Aliados: Formadores y facilitadores masculinos que apoyan activamente nuestro compromiso con la igualdad de género y los espacios de formación inclusivos.
  • Formadores: Miembros del equipo organizador internacional que proporcionan instrucción adicional y apoyo logístico.

Juntos, estos individuos desempeñan un papel fundamental en la entrega de contenidos, fomentando el crecimiento de los participantes y modelando diversas formas de liderazgo en todo el panorama de la tecnología de la conservación.

  • Gran interés por parte de las mujeres líderes en fomentar la próxima generación de conservacionistas, incluida la voluntad de participar honestamente en conversaciones vulnerables y ofrecer asesoramiento profesional.
  • Creciente interés de los aliados por apoyar el desarrollo de las mujeres en su campo y en sus organizaciones.
  • Financiación para sufragar la asistencia y los honorarios de mentores y aliados de alta calidad.
  • Hemos establecido un código de conducta y unas expectativas claras sobre cómo los mentores y aliados deben relacionarse con los estudiantes durante y después del programa.
  • Se prefieren mentores y aliados con experiencia en formación y en tecnología de la conservación.
  • En la medida de lo posible, buscamos una combinación de mentores a mitad de carrera y establecidos, que puedan hablar a los participantes sobre las diferentes etapas de la carrera profesional en la conservación.
  • Los aliados masculinos deben seleccionarse cuidadosamente para crear un entorno seguro y de apoyo.
  • Mantenemos y cultivamos espacios exclusivos para mujeres en el taller, donde no se permite la presencia de aliados masculinos ni formadores.
Colaboración con instituciones locales

Las instituciones de acogida se seleccionan en función de su capacidad para impartir formación tanto en el aula como sobre el terreno, y de su compromiso con los retos de la conservación activa en los que la tecnología desempeña un papel significativo. Por ejemplo, el Fondo RISE Grumeti, en Tanzania, es un lugar ideal para la formación, ya que ofrece instalaciones educativas, alojamiento para estudiantes y lleva a cabo iniciativas activas basadas en la tecnología, como programas contra la caza furtiva y de protección de rinocerontes.

Además, damos prioridad a las instituciones que comparten nuestro compromiso de promover la educación de las mujeres y de los conservacionistas que inician su carrera, que tienen fuertes vínculos con las comunidades locales de conservación e investigación y que demuestran liderazgo en la integración de la tecnología en la práctica de la conservación. Estas asociaciones son esenciales para garantizar que nuestro programa sea sostenible y esté profundamente arraigado en las comunidades a las que pretende servir.

  • Socios locales con visiones afines en materia de educación, capacitación y empoderamiento.
  • Apoyo sobre el terreno de las mujeres de las organizaciones anfitrionas y colaboradoras
  • Redes de educadores y formadores locales con experiencia en el ámbito de la tecnología de la conservación.
  • Las instituciones anfitrionas con fuertes lazos con las redes locales de conservación, investigación y gobierno están mejor posicionadas para identificar y reclutar a mujeres profesionales con experiencia que sirvan como formadoras y mentoras.
  • Las instituciones que ya gestionan otros programas de formación suelen disponer de infraestructuras y sistemas logísticos, por lo que están bien equipadas para apoyar a las cohortes de estudiantes.
  • Los lugares en los que se utiliza activamente una amplia gama de tecnologías de conservación ofrecen a los estudiantes una valiosa exposición práctica a las herramientas en entornos reales.
  • Un compromiso compartido con la visión del programa, especialmente en torno a la igualdad de género y el empoderamiento, es esencial para crear un entorno seguro y de apoyo en el que las mujeres puedan construir una comunidad, crecer profesionalmente y desarrollar habilidades de liderazgo.
Acceso y conexión con la comunidad

En todas nuestras iniciativas, aplicamos nuestro característico enfoque de participación comunitaria ACTIVE™ (Access, Connect, Team, Implement, Verify, Evolve). Guiados por este enfoque adaptativo e impulsado por la comunidad, damos prioridad a una comprensión profunda y holística de los factores políticos, económicos, ecológicos y culturales que conforman la forma en que cada comunidad interactúa con sus recursos naturales y los gestiona. Esto garantiza que nuestros esfuerzos de conservación se adapten a las necesidades y aspiraciones específicas de la comunidad, creando una base sólida para soluciones sostenibles, integradoras e innovadoras. Comenzamos con actividades preparatorias, como un diálogo sobre los medios de subsistencia de los pastores y la gestión de los pastizales, que fomenta la comunicación abierta y genera confianza. Centrándonos en la comprensión de las estructuras de gobernanza y las prácticas de gestión de pastizales ya existentes, realizamos un ejercicio de cartografía participativa para identificar los pastos críticos utilizados tanto por la comunidad como por la fauna salvaje. A cada pastizal se le asigna una identificación de parcela, codificada con nombres indígenas y científicos, y se recogen datos básicos de calidad mediante un formulario Survey123 personalizado para la selección y evaluación de lugares. Los datos incluyen tanto parámetros ecológicos (por ejemplo, altura de la hierba, tipo de suelo) como factores sociales (por ejemplo, importancia cultural, accesibilidad).

Es necesario establecer una relación de confianza mutua con la comunidad y conocer a fondo las estructuras de gobierno existentes antes de emprender las labores de supervisión. La APW trata de reconocer cómo funcionan las distintas estructuras de gobernanza y qué decisiones toman cada uno de los órganos de gobierno. Por ejemplo, en el Área de Conservación de Ngorongoro, los líderes tradicionales toman las decisiones sobre la gestión de los pastos a través de la estructura Ilaigwanak, un consejo informal de ancianos respetados que actúan como asesores y responsables de la toma de decisiones en los asuntos de la comunidad, mientras que el gobierno de la aldea suele centrarse más en la toma de decisiones políticas. Como es habitual en esta región, los pastores respetan enormemente a los dirigentes tradicionales y sus decisiones. Acatar las decisiones de los ilagwanak está profundamente arraigado en la cultura y el modo de vida locales. El apoyo de los líderes tradicionales es fundamental para la adopción y aplicación de decisiones de gestión de pastizales basadas en datos.

Antes de emprender cualquier iniciativa de cambio, la APW aclara el proceso de toma de decisiones y busca la participación inclusiva para la ejecución de los proyectos. La realización de análisis de las partes interesadas es clave para contextualizar los esfuerzos de gestión de los recursos naturales. Esto requiere flexibilidad, ajustándose según sea necesario para garantizar que los datos sean cultural y ecológicamente relevantes y estén al servicio de la comunidad. Para fomentar el apoyo y la participación de los líderes tradicionales, la APW asesora a los dirigentes sobre el uso de los datos de seguimiento rutinarios.

Módulo 1. Evaluación mediante el Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC)

Se aplicó la metodología del Índice de Vulnerabilidad Climática (IVC) para evaluar los riesgos y amenazas planteados por impactos climáticos como la acción de las olas, la subida del nivel del mar, la erosión y las precipitaciones, informando de las medidas adoptadas. La aplicación se llevó a cabo en combinación con una formación regional que tuvo lugar en Dar es Salaam, Tanzania, junto con otros gestores de sitios y profesionales del patrimonio de Tanzania, Nigeria y Uganda. La formación y la aplicación contaron con el apoyo de la Universidad James Cook de Australia.

La aplicación del IVC fue posible gracias al apoyo de instituciones como la Universidad James Cook de Australia, ICOMOS e ICCROM. A través de la participación en el proyecto CVI en África, también se invitó a gestores de sitios y profesionales del patrimonio de Tanzania, Nigeria y Uganda a participar en la 27ª reunión anual de las Naciones Unidas sobre el clima (COP27), celebrada en Egipto, para compartir sus experiencias y conocimientos.

Este Building Block muestra la importancia de conectar con otros profesionales en la supervisión y evaluación de nuestros yacimientos para detectar cualquier efecto inducido por el cambio climático. Pero también pone de relieve el gran valor de conectar con otros gestores de yacimientos y profesionales del patrimonio de todo el mundo, sobre todo a la hora de intercambiar conocimientos sobre nuestros yacimientos patrimoniales, los métodos que utilizamos para cuidarlos y nuestras perspectivas sobre su conservación.


Fase de planificación

Fase 1: El proyecto comenzó con una fase de planificación exhaustiva que incluía el análisis de las necesidades, la investigación de mercado y la preparación del emplazamiento para los sistemas hidropónicos.

La idea de utilizar la hidroponía para la producción de forraje surgió de la urgente necesidad de contar con prácticas agrícolas sostenibles y eficientes para hacer frente a los retos actuales, como los cambiantes patrones climáticos y las limitadas infraestructuras agrícolas de Tayikistán. Los métodos agrícolas tradicionales han tenido dificultades para satisfacer la creciente demanda de forraje, especialmente a medida que se intensifican estas limitaciones medioambientales y estructurales. Una amplia investigación sobre métodos agrícolas innovadores condujo al descubrimiento de la hidroponía, una solución que ofrece una mayor productividad al tiempo que minimiza el uso de recursos vitales como el agua y la tierra.

Pilotaje

En colaboración con socios locales, identificamos zonas vulnerables y realizamos una encuesta en la aldea de Matondoni, en Lamu, donde son comunes las cocinas tradicionales. En la encuesta se evaluaron las necesidades y métodos de cocina, al tiempo que se sensibilizaba a la población sobre los beneficios de las ICS tanto para los manglares como para el bienestar humano. Inicialmente se instalaron dos cocinas para recabar la opinión de los usuarios finales durante dos meses sobre sus experiencias, ventajas y dificultades. Tras este proyecto piloto, se construyeron otras 51 estufas para ampliar su uso a otras zonas de Lamu.

Alcance de la intervención comunitaria basada en las necesidades

A lo largo de la costa de Kenia se llevó a cabo un estudio para identificar modelos de estufas eficientes, evaluar su sostenibilidad y recomendar las mejores opciones para su adopción. Este estudio permitió comprender mejor la necesidad de estufas, los diseños adecuados y las consideraciones de mercado para una intervención comunitaria eficaz.

3. Firma de acuerdos con las comunidades de los pueblos de Bouna y Nassian para el acceso al PNC en el marco del culto de los lugares sagrados.

Al final del taller de consulta, todos los puntos del modelo de acuerdo fueron validados por las partes interesadas presentes. La siguiente etapa de esta importante actividad fue, por tanto, la organización de reuniones con las comunidades de las distintas aldeas afectadas en los sectores de Bouna y Nassian para debatir las dificultades que pudieran tener en la aplicación del acuerdo sobre el acceso al PNC para el culto de los lugares sagrados, seguida de la firma del acuerdo en las aldeas visitadas.Se celebró una reunión con las comunidades de cada aldea cuyos representantes estuvieron presentes en el taller de consulta de diciembre de 2022 para debatir la aplicación del convenio de acceso al CNP para el culto de lugares sagrados y firmar el convenio. Participaron en la gira el OIPR/DZNE (el Director de la Zona Noreste, el Oficial de Investigación, el Oficial de Medidas Ribereñas, los jefes de los sectores y los coordinadores rurales interesados) y el Experto en Biodiversidad y Bosques de la GIZ/Pro2GRN. La respuesta de la población local fue masiva: los jefes de los pueblos, los jefes de las tierras y sus autoridades dieron una calurosa bienvenida a la delegación.

La visita a cada pueblo duró un máximo de 2,5 horas, y las principales actividades incluyeron una bienvenida, instalación y presentación de cortesías, un recordatorio del contexto, objetivos y justificación del acuerdo, una lectura y explicación del contenido del acuerdo, la adopción y firma del acuerdo por ambas partes, entregándose una copia a cada pueblo, y debates sobre otros aspectos de las relaciones entre el OIPR y las comunidades locales. Durante esta gira se firmaron una veintena de acuerdos.

La validación previa del modelo de acuerdo con los representantes de las comunidades afectadas durante el taller de consulta y su presencia durante la gira facilitaron los intercambios y la comprensión del contenido por parte de todas las comunidades, lo que a su vez facilitó su apoyo y la firma de los acuerdos por parte de sus representantes. Es necesario inventariar los emplazamientos de otros sectores (Téhini, Dabakala, Kong) para firmar nuevos acuerdos con estas aldeas.