El objetivo de esta medida es evitar las pérdidas de agua, reteniéndola, aumentando su captación y evitando y controlando la erosión en los períodos en los cuales la lluvia es más intensa. Para lo cual se trabaja en la protección de praderas, ojos de agua y manantiales con cercos vivos de plantaciones de especies nativas de queñuales (como Polylepis incana o Polylepis racemosa), principalmente, además de colle (Budleja sp.), sauco (Sambucus peruviana) y aliso (Alnus spp), así como pircas de piedras. A su vez, se mantiene e incrementa la capacidad del ecosistema para continuar generando el servicio para las comunidades y resistir las variaciones climáticas, gracias a que la población organizada cuida, protege y conserva los ojos de agua, manantiales, praderas, pajonales y bosques de la Jalca o parte alta de la cuenca, y da un buen uso de las aguas.
La selección de especies forestales se basa en el conocimiento tradicional sobre las especies que tienen mejor aptitud para el objetivo pensado. Así, se construye uniendo el conocimiento tradicional al técnico y con trabajos comunales participativos como mingas, que integran y aumentan la cohesión social.